El boceto es imponente: 16 canchas indoor, buffet de primer nivel, estacionamiento privado, aulas para que los chicos puedan estudiar y la instalación de una Academia de primer nivel, al mando de un ícono en el pádel internacional como un top como José Velozo. Será centro de captación de jugadores no solo de Mendoza, sino que llegarían tentativos talentos del país y de Sudamérica.
La ambiciosa idea todavía no tiene plazos de finalización, aunque la obra encara su recta final y aguarda, ansiosa, el corte de cinta. Se podrá jugar como cualquier cancha normal pero el cambio de paradigma será darle un lugar de formación a todos los chicos que buscan dedicarse al pádel y buscan ser profesionales en un futuro.
El pádel, un deporte sin techo
Tras la vuelta post Pandemia en toda su dimensión, el pádel tiene números que son abismales: a nivel federado son cerca de 600 los jugadores en todos los niveles. Los certámenes se juegan en los distintos clubes y hay campeón en los campeonatos relámpago que se juegan durante todo un fin de semana.
En cuanto a complejos, son casi 400 las que están disponibles, con predios de primer nivel que cuentan con seguridad, estacionamiento, vestuarios y cantina.
Mendoza tuvo dos ediciones de la prestigiosa Premier Pádel y recientemente recibió el FIP Pádel Bronze, algo similar a un ATP 250 si ponemos la vara en comparación con el tenis.
Bautista Placeres, futuro del pádel mendocino
Cristian, además de ser el impulsor del proyecto en cuestión, comparte la pasión con su hijo Bautista, quien disputó el Mundial de España de su categoría. Ya había participado en sub 12 y ahora lo hizo en el siguiente nivel: "Fue una gran experiencia. Poder representar al país y competir con los mejores. Es un paso para seguir creciendo".
La dinastía Placeres tiene un motivo para esperanzarse con Bauti, uno de los nombres mendocinos que siguen evolucionando.