Castrilli sostuvo que hay un entramado de intereses que incluye “dinero sucio” destinado a “comprar voluntades de dirigentes”, con una estructura consolidada a partir del fútbol del interior.
“El poder lo construyeron con el fútbol del interior, Toviggino estuvo siempre vinculado a eso, vio el negocio”, dijo.
“La prensa toma nota ahora que llegó a Primera, pero esto pasa hace años”, añadió el polémico ex árbitro.
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Recordó que en 2018 ya había advertido que estos problemas iban a ocurrir: “Le dije a Mariano Closs que todavía no habíamos visto lo peor”.
El ex árbitro también se refirió al plantel arbitral que hoy ocupa lugares centrales y en ese aspecto aseguró que los consideraba “sicarios” y que los equipos rivales “sabían que los iban a ejecutar”.
Castrilli agregó que el problema superó cualquier duda razonable: “No son árbitros con sospechas, ya no existe la sospecha”.
“Aunque quieran dirigir bien no pueden”, dijo al apuntar que los jueces están condicionados.
Luego comparó la situación con la etapa de Julio Grondona. Señaló que el histórico dirigente “no era un santo”, aunque aplicaba una regla tajante ante cualquier duda respecto del comportamiento de un árbitro.
“Ante la menor sospecha de un árbitro dejaba de dirigir”, cerró.