El deporte, en este caso el hockey sobre césped, genera vínculos humanos que se mantienen a través del tiempo y trascienden lo que ocurre dentro de una cancha para trasladarse a la vida.
El deporte, en este caso el hockey sobre césped, genera vínculos humanos que se mantienen a través del tiempo y trascienden lo que ocurre dentro de una cancha.
El deporte, en este caso el hockey sobre césped, genera vínculos humanos que se mantienen a través del tiempo y trascienden lo que ocurre dentro de una cancha para trasladarse a la vida.
De esto se trata la historia de Las Cholitas, un equipo integrado por ex jugadoras de Obras Mendoza que fue sumando integrantes de otros clubes y en los últimos 7 años se ha convertido en el conjunto más ganador de la Liga 8, pero sobre todo en un gran grupo de amigas que sigue divirtiéndose con todo lo que rodea al hockey.
Para Celeste Cerván todo se resume en una frase: "El hockey después del hockey". En referencia a que todas las integrantes del equipo antes vistieron las camisetas de Obras Sanitarias, Andino, Murialdo, Banco Mendoza, Banco Nación y Universidad. Más allá de esos colores que alguna vez defendieron, Las Cholitas construyeron una amistad profunda forjada a través de muchos años compartidos.
"En el verano del 2019 empezó lo que llamamos la Cholomanía y en casi 7 años el equipo se ha mantenido en el podio en cada torneo con 13 títulos, un par de subcampeonatos y 4 terceros puestos, siendo el equipo más ganador de la Liga 8", contó Laura Mineo, quien destacó: "Lo que empezó como una diversión creo que es un lindo ejemplo de poder seguir haciendo lo que a una le gusta y mantenernos unidas por el hockey".
Este año Las Cholitas sufrieron una pérdida muy sentida que fue la de Ale Moyano, una de las referentes, pero para todas el dolor se convirtió en un motivo más para mantenerse juntas y honrar su recuerdo en cada jugada y sobre todo en cada reunión.
Con esa motivación extra, y terminando su séptimo año consecutivo (pandemia de por medio), Las Cholitas van por más en 2026 para seguir disfrutando con el hockey como excusa.
*Por Martina Silva
El espíritu Chola es único: hay una mística especial que se siente dentro y fuera de la cancha. No necesitan entrenador ni palabras, porque cuando entran a jugar se transforman. Se miran, se entienden y se conectan como si se entrenaran todos los días. La garra, el talento y la entrega que siempre las caracterizó siguen intactos, y la complicidad entre ellas es su sello más fuerte.
Fuera de la cancha, las juntadas temáticas, las risas interminables y el disfrute genuino hacen de este grupo un verdadero cable a tierra. Las Cholas son ese espacio donde todo se vive con cariño, humor y amistad sincera.
Hace poco, Las Cholitas vivieron una pérdida que marcó a todas: la partida de Ale Moyano quien fue mucho más que una jugadora: fue un pilar, una referente, una amiga inmensa y querida por todos los que tuvieron la suerte de cruzarla. Su ausencia duele, pero su presencia se siente. Está en cada jugada, en cada risa compartida, en cada abrazo. Las Cholas hoy juegan también por ella.
Sus amigas más íntimas que la acompañaron hasta el final mostraron lo que realmente significa la palabra amistad: estar, sostener y querer sin condiciones. Eso quedará de ejemplo para todas las demás.
Las Cholas son mucho más que un equipo: son una historia de unión, de garra, de risas, de compañerismo y de una amistad que, pase lo que pase, siempre se mantiene viva.
El equipo inicial estaba formado por Marita Aragonés, Celeste Cerván, Laura Koch, Florencia Linares, Noelia Mateo, Laura Mineo, Belén Molé, Alejandra Moyano, Romina Ocvirk, Jimena Ortiz, Celina Páez, Cecilia Prato, Caro Pastrana y Patricia Sans.
Luego se sumó Agustina D'Innocenzo, más tarde Ayelén Palero y con el tiempo se incorporaron Antonella Rosato, Federica De Lucía, Ornella Meza, Virginia García, Martina Silva, Camila Silva, Romina Prato, Giuliana Farrugia, Marina Farrugia, Sofía Gutiérrez, Guillermina Morón y Romina Caffaratti.