Polémico show del árbitro Fernando Espinoza: el mendocino volvió a encarar a un jugador y las redes explotaron
El libro de Fernando Espinoza de su paso en la Primera División del fútbol argentino sumó un capítulo más en la categoría de "polémicas" ya que volvió a recurrir a sus conductas - al menos llamativas - para marcar presencia en el campo de juego.
Corría el minuto 37 del segundo tiempo y Unión le ganaba en calidad de local a Estudiantes por 1 a 0 gracias al gol del mediocampista Mauricio Martínez cuando Lautaro Vargas intentó recuperar una pelota por el sector derecho, pero antes lo cargó desde atrás a Edwuin Cetre, quien cayó aunque de igual manera intentó continuar con la jugada.
Fernando Espinoza cobró la falta, el lateral realizó un gesto con sus manos y allí el árbitro corrió para encararlo sacando pecho e intercediendo en el recorrido que debía emprender el jugador para volver a su posición defensiva. Para colmo, el colegiado realizó un además haciendo referencia al contacto que existió con Lautaro Vargas quien prefirió ignorarlo.
Lautaro Vargas - Unión
Lautaro Vargas tiene 20 años.
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En las redes sociales lo fulminaron
Las redes sociales sirven para conocer la "temperatura" de los temas más candentes, sin embargo, también le da a los usuarios la posibilidad de esconderse detrás de una imagen y de perfiles falsos con la inmunidad que esto conlleva.
Fue así que en el caso de los videos de Fernando Espinosa publicados en la red social X las críticas se volvieron despiadadas, atentando contra el rendimiento del árbitro, pero también contra su integridad; razón suficiente para no transmitirlas en un medio de comunicación.
Sin embargo, se trata de una situación que se suma a una larga lista de momentos que tienen al colegiado mendocino como protagonista. Por ejemplo, la última vez que fue noticia por su manera de encarar a los jugadores fue en el partido que enfrentó a Deportivo Riestra con San Lorenzo, donde el árbitro le gritó a Alexis Cuello - suplente en ese momento - "Paráte y vení" despertando el enojo y la risa en el banco.
