Independiente Rivadavia no pudo con su homónimo de Avellaneda y se despidió del Torneo Apertura, pero el balance del primer semestre es más que positivo.
La Lepra hizo una campaña histórica.
Independiente Rivadavia no pudo con su homónimo de Avellaneda y se despidió del Torneo Apertura, pero el balance del primer semestre del 2025 es más que positivo.
La Lepra empezó el año buscando mejorar en los promedios, ese era su objetivo principal, y termina jugando los octavos de final y sobre todo mostrando buen juego y una identidad que caracteriza a los equipos de Alfredo Berti.
El comienzo del partido fue intenso y el local manejó más la pelota porque la Lepra por momentos se replegó demasiado, pero la primera chance clara la tuvo Sartori cuando le robó la pelota a un defensor y su remate reventó el palo derecho del arco de Rodrigo Rey.
Minutos más tarde fue Millán el que encontró el espacio para rematar y Centurión tuvo que exigirse al máximo, mientras que Amarfil tuvo su oportunidad pero se resbaló cuando quedaba cara a cara con el arquero.
Centurión también tuvo que extremar recursos tras una gran jugada de Montiel y pasando los 35' el local ya era superior a un Independiente Rivadavia que tuvo tres amonestados: Bottari, Villa y Sartori.
En síntesis, el dominador fue Independiente de Avellaneda, la Lepra jugó de contra, y aunque tuvo dos situaciones claras lo demás fueron constantes ataques del local.
En la segunda parte Ezequiel Centurión volvió a evitar la caída de su arco en dos jugadas consecutivas y para vulnerar al arquero leproso hizo falta una chilena desde afuera del área de Santiago Montiel que puso arriba al dueño de casa. Un golazo.
Después del gol mejoró la Lepra y Sebastián Villa protagonizó dos llegadas claras: en la primera muchos vieron penal por falta al colombiano y en la segunda Retamar no pudo definir bien para lo que hubiera sido el 1 a 1.
En el final la insistencia de Independiente Rivadavia se acentuó y el equipo de Alfredo Berti luchó hasta el final pero no pudo alcanzar el empate en un partido que tuvo un arbitraje bastante flojo y que en más de un fallo perjudicó al equipo visitante.
De todas maneras, y más allá de lo ocurrido en los 90', las sensaciones son más que positivas, el equipo cumplió el objetivo de alejarse de la zona del descenso y sobre todo mostró la actitud que caracteriza a Independiente Rivadavia.