Sobre la inesperada frase que recibió por parte del DT, Marcos Rojo completó: "Nunca me había pasado que un técnico me diga eso, me dio mucha bronca y le dije a Úbeda que sabía que nunca le había faltado el respeto a Miguel".
"Después con el Bayern, Ayrton estaba medio tocado y me pregunta cómo estaba, le digo que bien, que estaba para jugar y si me quería poner podía contar conmigo. Entrené con los titulares para integrar el equipo y al otro día cuando vamos a la charla me dejó afuera".
"No dije nada, seguí entrenando y contra Auckland estaba medio cargado del cuádriceps, por lo que le pido a los médicos no entrenar porque no me sentía al 100%. No quería arriesgar porque iba a jugar con Auckland porque Ayrton no estaba bien y Pellegrino recién llegaba. Ahí Miguel medio que se enoja y tenemos una discusión".
"Ahí me di cuenta que no me iba a poner más y hablé con el Consejo de Fútbol, les conté lo que pasó y que ni bien llegáramos a Argentina quería que arreglaran mi salida porque quería seguir jugando. Volvimos y nadie me decía nada hasta que al final tomaron la decisión de rescindirme".
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¿Por qué no se despidió de Riqueleme?
Sobre cómo terminó su relación con Riquelme, contó: "Cuando volví del Mundial de Clubes pensaba que iba a jugar, si venia jugando todos los partidos del torneo... Cuando volví, antes de que llegara Russo, lo crucé a Román en la cancha y me acerqué porque tenía confianza con él y le pregunté de frente si había algún problema entre nosotros dos, si tenía algún problema conmigo y en la cara me dijo que no".
"Que si tenía algún problema me lo iba a decir porque teníamos confianza y seguimos para adelante. No volví a hablar con Riquelme, la última vez fue en el Mundial de Clubes. Ni siquiera lo pude volver a ver, no lo pude saludar porque no apareció", sentenció Marcos Rojo.