Colbo

La emblemática empresa de vajilla artesanal mendocina que utiliza arcilla de la montaña

Colbo es un emprendimiento que empezó la francesa Colette Boccara en 1956 y cerró en 1984. Su hijo Matías Jannello la revivió junto a su socio Martín Endrizzi y hacen 5.000 piezas al mes. La historia de la familia

Colbo es una empresa mendocina que ideó la francesa Colette Boccara en 1956 y cerró sus puertas en 1984. Su hijo, Matías Jannello (76) la revivió hace 15 años junto a su socio Martín Endrizzi (46) y fabrican vajilla con arcilla roja natural extraída de yacimientos de Cacheuta y San Rafael.

La arquitecta y ceramista comenzó de una forma artesanal y actualmente, a pesar de que tiene tecnología que les permite hacer 5.000 al mes, siguen manteniendo procesos manuales.

"Pienso que Colbo va a seguir en el tiempo en la medida que no la queramos hacer un monstruo, sino que tome el tamaño donde siga siendo una vajilla mendocina. No necesita fabricar 250.000 piezas mensuales, fabricaremos 30.000 y será el tope. Conservar un perfil de fábrica artesanal, con un volumen y un criterio para que no se desboque en función del dinero sino en función de su patrimonio", reflexionó Matías Jannello.

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Matías Jannello, hijo de la francesa Colette Boccara que en 1956 creó Colbo, la empresa mendocina de vajilla de arcilla natural.

Matías Jannello, hijo de la francesa Colette Boccara que en 1956 creó Colbo, la empresa mendocina de vajilla de arcilla natural.

El comienzo de Colbo, la auténtica vajilla artesanal mendocina

Colette Boccara llegó a Argentina en 1930 con diez años. Su padre, Julio, era la mano derecha del dueño de una editorial francesa muy famosa, que tenía sede en Buenos Aires, pero estaba mal administrada. En el contexto entre guerras y por su religión judía, decidieron irse a la capital argentina a vivir. Era el único editor que traducía del hebreo al castellano.

Julio murió en 1939 de una enfermedad sorpresiva y Colette se quedó en Argentina porque ya había empezado la Segunda Guerra Mundial. Se recibió de arquitecta y se casó con el colega César Jannello, ambos muy reconocidos a nivel nacional e internacional.

A César le ofrecieron estar a cargo de la Dirección de la Escuela Cerámica de Mendoza y se vinieron a vivir a la provincia. Colette empezó a hacer cerámica en casa como taller vocacional mientras criaba a los hijos. En 1956, luego de la separación de la pareja, comenzó el emprendimiento de vajilla con arcilla roja. "Yo tenía ocho años. La presencia mía es como hijo, surcando, buscando arcilla, solo molestando", confesó Matías Jannello.

Colette Boccara, fundadora de Colbo, vajilla con arcilla natural de Mendoza.jpg
Colette Boccara trabajando en la vajilla de arcilla natural.

Colette Boccara trabajando en la vajilla de arcilla natural.

En 1962 Colette vende su casa de la Quinta Sección de la Ciudad de Mendoza y adquirió una propiedad de adobe antiguo en la calle Las Cañas y 25 de Mayo. En ese momento amplió el taller, Matías se incorporó a ayudarla y se profesionalizó. Contrataron obreros y le pusieron el nombre Colbo. Tres años después tuvieron una gran crisis y estuvieron por vender, pero consiguieron asociarse con grandes empresarios.

María Teresa Maturano de Cohen, amiga de la familia y quien fue la primera escribana mujer de la provincia le ofreció hacer una sociedad. Fue conformada por ella que compró un 5% de las acciones, Rosalía Flichman otro 5% y Quinto Pulenta un 39%. En tanto que la socia mayoritaria seguiría siendo Colette Boccara con el 51%. Así nacio Gres Cerámico Colbo Sociedad en Comandita de Acciones.

Compraron una fábrica en San Juan que estaban rematando porque había cerrado. Estaba en manos del Banco Industrial y se trajeron a Mendoza todas las máquinas y los hornos. A partir de esa transferencia pudieron contratar diez operarios y multiplicar la fábrica exponencialmente. Siguieron trabajando hasta 1981 cuando Colette tiene una discusión con su hijo Matías, se separan y ella se asocia con personas que terminaron destruyendo la empresa hasta que cerró en 1984.

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Colbo piezas antiguas, vajilla de arcilla natural mendocina.jpg
Vajilla original realizada por Colette Boccara.

Vajilla original realizada por Colette Boccara.

La reapertura de la emblemática empresa Colbo

Matías Jannello se fue a vivir a San Rafael junto a su esposa y la familia de ella que son oriundos del sur mendocino. En 2006 se contacta con él Wustavo Quiroga que es diseñador industrial y creador de la Fundación IDA (Investigación en Diseño Argentino), una institución sin fines de lucro dedicada a la recuperación, la reflexión y la puesta en valor del diseño nacional.

Cuando el joven Quiroga estaba saliendo de su carrera en la UNCuyo, se interesó por el apellido Jannello, ícono de la arquitectura mendocina. Matías tenía decenas de cajones con libros, archivos y correspondencia de antes que su padre se fuera en 1956. Decidió donar a diferentes instituciones la documentación encontrada.

Colbo, vajilla de arcilla natural mendocina.jpeg
Fabricación de la vajilla Colbo.

Fabricación de la vajilla Colbo.

Jannello contó a Diario UNO que nunca antes intentó reabrir Colbo porque la madre le hacía sentir que él no tenía ningún derecho de hacerlo porque había sufrido mucho con el cierre. "Un grupo de yugoslavos reabrieron la fábrica, usaron la marca, mi madre les llamó la atención, dejaron de usarla, pero muy delictivamente siguieron usando los diseños de ella. Eso dañó mucho a mi madre, no se animó a abrir un juicio contra ellos, se sentía muy solitaria, como que había perdido el respaldo", sostuvo Matías.

Explicó que Colette decidió sumergirse en una vida tranquila, pintar y dedicarse a las plantas. "Para mí Colbo era parte mía, había nacido a la par. Cuando Gustavo me dice de reabrirla, veo la oportunidad", agregó.

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Matías Jannello y Martín Endrizzi son actuales socios de Colbo.

Matías Jannello y Martín Endrizzi son actuales socios de Colbo.

Martín Endrizzi, actual socio de Matías, dijo a Diario UNO que en la facultad de diseño siempre le hablaban de Colbo, pero nadie sabía qué había pasado con la familia. Añadió que a raíz de una investigación que lleva adelante la Fundación del Interior en 2005 con Wustavo Quiroga, se entera que Colette Boccara había fallecido el año anterior, pero encuentra a Matías Jannello.

"Modificamos el proyecto que habíamos presentado para plantear la reapertura de la fábrica, pero con un cambio de tecnología, porque la Incubadora de empresa de la universidad es de base tecnológica. Decidimos volver a producir las piezas de Colbo con la misma materia prima, pero con otra tecnología. Antes se trabajaba con colada, que es como se trabajó históricamente y pasamos a trabajar con prensas hidráulicas", explicó Martín. En 2007 empezaron a trabajar y estuvieron cuatro años hasta abrir, aunque en 2009 salieron las primeras piezas.

Martín Endrizzi dueños de Colbo, vajilla de arcilla natural mendocina.jpeg
Martín Endrizzi dijo a Diario UNO que en la facultad de diseño siempre le hablaban de Colbo.

Martín Endrizzi dijo a Diario UNO que en la facultad de diseño siempre le hablaban de Colbo.

Qué tomaron de la inicial fábrica Colbo y qué mejoraron

Endrizzi explicó que para la reapertura tomó una de las líneas emblemáticas de Colette, que era la triangular y puso en producción esos modelos sin mayores modificaciones. Una de las mejoras fue agregarle el junquillo, es decir, la base del plato, para que se puedan apilar sin inconvenientes. "Como trabajamos con prensa podemos hacer eso y para trabajar en el ámbito gastronómico es fundamental", añadió.

"Agregamos colores y lo que no es tan evidente, pero es muy importante, son las dimensiones de los platos. Ahora un cuenco sirve para desayunar, para servir una pasta, para servir un guiso. Añadimos una ensaladera, un cuenco más grande, un tamaño de plato playo más grande y no producimos un montón de piezas que en ese momento se producían y que ahora no son prioritarias, como mantequera, aceitera y salsera. Ahora es todo más simple, más versátil, menos piezas, pero más útiles", explicó el diseñador.

Colbo, vajilla de arcilla natural mendocina.jpeg
Agregaron diversos colores que la vajilla original de Colette no tenía.

Agregaron diversos colores que la vajilla original de Colette no tenía.

La arcilla la extraen del mismo yacimiento de Cacheuta de donde sacaba Colette en la década del 50 y le agregaron la de San Rafael que es muy parecida. Pintan la parte interna de la vajilla con esmaltes vitrificables y eso difiera de la producción histórica de Colbo que en general era blanca. Ahora tienen blanco, gris, verde, amarillo, turquesa, uva, olivo y la tradicional gres.

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Colbo, vajilla de arcilla natural mendocina.jpeg
La arcilla la extraen del mismo yacimiento de Cacheuta de donde sacaba Colette en la década del 50.

La arcilla la extraen del mismo yacimiento de Cacheuta de donde sacaba Colette en la década del 50.

El proceso de fabricación de la vajilla de arcilla natural

Parten del mineral, que lo extraen del yacimiento, se muele con agua, después se le extrae agua, porque usan la arcilla en estado plástico, no en estado líquido. Esa agua que se extrae se vuelve a utilizar en la molienda. La arcilla se pasa por una máquina que le da la uniformidad y le saca todas las burbujas para que no tenga aire. Con esa arcilla se prensan los platos.

El sobrante de esa arcilla se vuelve a amasar y se vuelve a prensar. El plato se deja secando, pero si se rompe uno en esa instancia como todavía es arcilla cruda, se vuelve a moler. Una vez que el plato está seco viene la parte más manual, tiene mucha mano de obra, se lija, se retoca y se corrigen detalles con esponja. Ese trabajo lo hace una persona y queda plasmado en el plato porque se deja marcada la fecha, el modelo y un código que es personal, en la base.

Colbo, vajilla de arcilla natural mendocina.jpeg
La arcilla se pasa por una máquina que le da la uniformidad y luego por la prensa.

La arcilla se pasa por una máquina que le da la uniformidad y luego por la prensa.

Esa pieza ya terminada va a sufrir la primera hornada a 900 grados, que le llaman bizcocho. Si sale algún plato roto, vuelve al molino. Las piezas que siguen adelante se esmaltan y se vuelven a hornear a 1180 grados. A esa temperatura el esmalte se convierte en vidrio muy duro y la arcilla se vitrifica. El esmalte sirve para darle color, una textura lisa y para facilitar la limpieza.

Todo lo que sale de cualquiera de las etapas puede volver al proceso. Siempre hay una instancia en la que se puede introducir de nuevo el material y volver a utilizarlo. "Lo único que nos está quedando por aprovechar y que estamos viendo diferentes alternativas, son los platos que salen rotos del último horno porque ya es un material muy duro, muy filoso, vitrificado. Pero son muy poquitas piezas, de un horno de 120 generalmente se rompen una o dos", explicó Endrizzi.

Martín Endrizzi , dueños de Colbo, vajilla de arcilla natural mendocina.jpeg

"Nosotros mostramos un material que te habla de la montaña mendocina, es una arcilla roja", dijo Martín Endrizzi.

El diseñador sostuvo que la diferencia de Colbo con las marcas industriales está especialmente en la calidad y la identidad local. "Normalmente la vajilla es de porcelana blanca, nosotros mostramos un material que te habla de la montaña mendocina, es una arcilla roja. Por eso no la ocultamos y sigue estando siempre presente. Se asocia muy bien a todo este desarrollo de cocina gourmet argentina con insumos locales, con sabores, con texturas", cerró.

Hacen ventas por mayor y menor desde su página web y en la fábrica. Pueden hacer pedidos específicos o tienen sets para dos, cuatro o seis personas ya armados, otros de picada, sushi y despachan a todo el país.

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"Se asocia muy bien a todo este desarrollo de cocina gourmet argentina con insumos locales, con sabores, con texturas", dijo Endrizzi.