El grupo que secuestró a Dagmar iba a bordo de tres Ford Falcon y un Chevy y estaba comandado por el Capitán de Fragata Alfredo Astiz, el “Angel de la muerte”, uno de los criminales represores más tenebrosos y simbólicos de la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983. La captura fue accidentada. La chica se asustó, quiso escapar y Astiz le acertó un balazo. La metieron viva dentro del baúl de un taxi que pasaba por allí y se la llevaron. Algunos testimonios la ubicaron con vida hasta la primera semana de febrero de 1977 dentro de la ESMA.
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Archivo. Una de las imágenes menos difundidas de Dagmar Hagelin, cuando era casi adolescente.
Museo ESMA
El grupo de tareas de Astiz había cometido un error. Se equivocaron de objetivo. Confundieron a Dagmar Hagelin con María Antonia Berger, una socióloga montonera sobreviviente de la Masacre de Trelew, a la que lograron capturar en un enfrentamiento dos años después del secuestro de la chica Hagelin. Según un libro que Guillermo Saccomanno publicó en 2011, Berger tiró la pistola al suelo, gritó “¡Soy María Antonia Berger… Me entrego!” y dio unos pasos al frente. Tenía el cuerpo cargado de granadas activadas y se llevó consigo a algunos de los policías que se abalanzaron a detenerla.
El secuestro de Dagmar Hagelin le dio dimensión internacional y visibilidad a la masacre que estaba ocurriendo en la Argentina. Pidieron por su vida desde el papa Juan Pablo II hasta el presidente demócrata de los EEUU James Carter, según relata Ragnar Hagelin en su libro “Mi Hija”.
Fallo. Alfredo Astiz y Jorge Tigre Acosta (al centro) en primera fila.
Sentencia. Alfredo Astiz, al lado de Jorge "Tigre" Acosta cuando fueron condenados en 2011.
El caso Hagelin fue uno de los crímenes por los que un tribunal constitucional del país juzgó y condenó a los jefes militares de la dictadura en 1985. Además, Alfredo Astiz fue el principal condenado a reclusión perpetua por este y otros secuestros. Hoy, Astiz, Antonio Pernías, Jorge “Tigre” Acosta, Ricardo Cavallo y varios represores de la ex ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada), cumplen sus condenas en los penales de Ezeiza, Marcos Paz, y otros.
Los represores y los diputados
“El Ángel rubio”, o “Ángel de la muerte” Alfredo Astiz fue responsable de numerosos secuestros, desapariciones y muertes en la ESMA. Era Capitán de Fragata, rango militar que le quitó el gobierno de Carlos Menem en 1998 cuando dijo en una entrevista que era “el hombre mejor preparado técnicamente en este país para matar a un político o un periodista”. Contrasentidos de la historia. Menem había indultado a los comandantes de la dictadura en 1990, y a algunos guerrilleros.
Astiz pudo haber superado en trascendencia nacional e internacional a muchos de sus jefes. Tuvo el dudoso honor de ser el primer militar argentino que otros países juzgaron. Fue condenado en Francia por el secuestro, tortura y muerte de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet, que estuvieron cautivas en la ESMA hasta que fueron arrojadas al mar en los “Vuelos de la muerte”. Lo requirieron tribunales de España e Italia, y finalmente está cumpliendo reclusión perpetua en el penal de Ezeiza. Hasta allí fue nuestra diputada nacional mendocina Lourdes Arrieta (La Libertad Avanza), junto a otros cinco diputados y diputadas de su bloque en una visita que causó primero sorpresa y luego numerosos repudios y proyectos de declaración, de resolución e incluso de ley de distintos bloques para excluir a estos diputados de la Cámara, mientras el gobierno nacional se despega de la excursión.
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Rendición. Alfredo Astiz firma la capitulación en las Islas Georgias, el incidente previo a Malvinas.
La visita a los represores se completó con los diputados nacionales Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, María Fernanda Araujo, Rocío Bonacci y Alida Ferreyra. Ninguno ha dado explicaciones públicas, de momento, lo que le brinda a los motivos reales de la visita -cuales hayan sido- el aura de inconfesables.
Qué dijo Milei y qué ordenó un juez
Desde que se supo de la visita ocurrida el 11 de julio, las repercusiones se sumaron una a otra. La última fue del propio Javier Milei. “Es voluntad de ellos, yo no lo hubiera hecho” dijo. Luego agregó que “los liberales no somos manada. No manejo a la gente a control remoto…” explicó en el canal de streaming Neura el viernes por la noche.
Antes del Presidente hubo una repercusión judicial importante. El juez de la Cámara de Casación Penal Alejandro Slokar hizo oficiar a la ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich para que explique cómo se gestó la reunión en la cárcel de Ezeiza. Slokar es el coordinador de la comisión de crímenes de lesa humanidad de la cámara, que es el tribunal penal más importante del país por debajo de la Corte Suprema.
Serán semanas de pedidos de explicaciones, de renuncias, y de discursos encendidos. Pero… ¿Qué pasó en verdad? ¿Cuál es el interés concreto de Lourdes Arrieta? ¿Cómo se gestó la visita? ¿Tiene relación con una promesa de campaña de Carlos Manfroni, como dice el diario Página 12, de trabajar en una solución para los represores presos de más de 70 años? Manfroni es el jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad.
¿Hay en el gobierno de Javier Milei una línea de impunidad al genocidio, de perdón, indultos, conmutaciones, o beneficios para los condenados por crímenes de lesa humanidad?
Veamos cómo fue.
La visita
Fuentes del gobierno nacional explicaron a este columnista que la visita de los diputados nacionales de LLA -entre ellos la mendocina Lourdes Arrieta- habría sido gestionada con muchas semanas de anticipación. “Probablemente más de un mes, tal vez dos… No es un trámite ordinario ni se hace de sorpresa… los legisladores debieron presentar un pedido, fundamentarlo, y enviar documentación, tal como copias de sus documentos…” dijeron. Confirmaron además que el gestor de la visita fue el entrerriano Beltrán Benedit, tal como muchos medios han venido publicando, en conversaciones con el jefe del Servicio Penitenciario Federal Fernando Martínez. Benedit ya había estado con los represores y les habría prometido volver con más legisladores. En tanto, integrantes del bloque de diputados nacionales de La Libertad Avanza confirmaron en estricta reserva tanto las gestiones previas, como el malestar por la visita de sus colegas a los represores de la dictadura. “Pusieron unos mensajes en el grupo de WhatsApp del bloque… Hubo una especie de invitación a ir… muchos no contestamos, o nos negamos… pero es impensable que lo hayan hecho sin hacer una consulta política al presidente del bloque, o de la Cámara… no fueron muy claros pero entendimos a qué iban...” dijo la fuente. Ello da por tierra la versión de que nadie sabía. “Tanto el que organizó, como el jefe de bloque Gabriel Bornoroni, y el presidente de la Cámara que les puso la Trafic para ir, sabían” sostuvo. Habla de Martín Menem, otro de los que dijo no saber de la visita.
Otro legislador consultado pronosticó un inminente quiebre del bloque de LLA por éste y otros asuntos. Respecto de la excursión a Ezeiza, dijo “esperamos que a la vuelta del receso, alguna de las autoridades del bloque o de la cámara diga o haga algo”. Uno más confirmó: “A mí, me dijeron… pero no quise ir… no correspondía…”
La relación con Francia
En el Poder Ejecutivo Nacional estarían muy incómodos con la visita y sus repercusiones inmediatas. Alfredo Astiz fue el primer militar argentino condenado en ausencia por un tribunal francés, por el caso de las monjas asesinadas. Karina Milei, referencia máxima de Lourdes Arrieta en el escalafón libertario, fue a visitar al embajador de Francia por el sainete de la selección argentina bicampeona de América y los cánticos racistas contra Kylian Mbappé. Fue a pedir disculpas a causa de las críticas de la vicepresidenta Victoria Villarruel al gobierno francés. ¿Habrá preguntado el embajador galo Romain Nadal por el paseíto de los diputados libertarios a Ezeiza?
El gobierno libertario salió a despegarse de la polémica visita a los genocidas. Lo hizo el vocero presidencial Manuel Adorni el viernes, y el mismo día por la noche lo ratificó el propio presidente Milei. Pero no hubo una sola explicación oficial de los seis legisladores involucrados. Las confirmaciones en el chat libertario que habría dado el diputado Beltrán Benedit son probablemente peores que la visita. En esa comunicación interna, le adjudican frases como “fuimos a ver ex combatientes que libraron batallas contra la subversión marxista” -una visión sepultada por los juicios, las sentencias, y el peso de los hechos- y asegura que aunque no hay terroristas presos, sí hay “héroes de Malvinas” en esta condición. No sería el caso de Alfredo Astiz, quien se rindió en las Georgias sin disparar una sola bala.
Estas son las explicaciones que dio el diputado Benedit en el chat libertario:
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Chat caliente. Parte de los mensajes atribuidos a Beltrán Benedit, el diputado libertario de Entre Ríos.
El interés de Lourdes Arrieta
Penosamente, no se puede conocer de primera mano por qué la diputada nacional mendocina Lourdes Arrieta fue a la gira en beneficio de los criminales de lesa humanidad. Se supone que el objetivo central sería conseguirles la prisión domiciliaria o la libertad condicional, beneficio que a Astiz ya se le negó dos veces, justamente por las dos perpetuas que carga sobre sus hombros. Pero la legisladora no lo ha explicado. Tampoco quiere hacerlo. Por eso hay en Mendoza tensión máxima entre el periodismo profesional y la comunicación de la legisladora, que a través de su hermano Martín Arrieta se ha negado sistemáticamente a otorgar entrevistas o a responder preguntas, motivadas en casos de interés como las designaciones en organismos nacionales de decenas de militantes de LLA que le responden, o el escándalo de los avales falsificados por miembros de su partido.
La semana pasada, Juan Ignacio Boutet -presidente de la Juventud Libertaria de CABA, de 23 años- se presentó en el grupo de difusión de WhatsApp “Prensa de la Libertad Avanza” como jefe de comunicación y prensa de la diputada Arrieta. Propuso organizar un formulario de Google antes de concertar entrevistas con la legisladora, lo que fue rechazado por numerosos colegas de los medios mendocinos. El mismo día, la diputada habló en un streaming militante llamado “El Bunker de Milei” sobre periodismo y periodistas. Sostuvo que no tiene que dar notas a medios privados “a los que alguien les da un sobre”. Allí pronunció algunas otras ideas sobre la libertad de prensa, más propias de un estado fascista que de una república democrática. Este es el link del “reportaje”.
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Comunicador. Juan Ignacio Boutet, presidente de la juventud libertaria de CABA, y jefe de prensa de Lourdes Arrieta, junto a Javier y Karina Milei.
Instagram/@jbouttet
Como sea, si Arrieta no habla, sólo quedan las especulaciones -legítimas- basadas en los datos disponibles. Lo primero que conviene señalar es que no habría en el gobierno nacional idea alguna de favorecer a los genocidas. Ni a los que fueron a ver los diputados del bloque oficialista, ni a ningún otro. Los funcionarios más importantes del gobierno incluyendo a Milei y sus ministros no estaban informados previamente de la visita, y se enteraron “por los diarios” igual que el resto de los mortales, de acuerdo a fuentes de la Casa Rosada consultadas por esta columna. Sí hay discretas averiguaciones internas, además del oficio que deberá contestar la ministra Patricia Bullrich a la Justicia.
Los proyectos y las comisiones
La diputada Lourdes Micaela Arrieta compartió (es cofirmante) 12 proyectos desde que asumió en diciembre de 2023. Dos de ley, y diez de declaraciones o resoluciones. Por cuestiones militares, presentó un proyecto de declaración de beneplácito por el aniversario de la Fuerza Aérea, y dos más de resolución (los únicos de su autoría plena de acuerdo a los datos de la Cámara) para declarar de interés seminarios y charlas sobre Malvinas, una cuestión que nos sensibiliza a todos. Su padre Tomás Arrieta fue combatiente, y además la legisladora acaba de conseguir la designación como funcionario del PAMI de otro veterano relacionado a su padre, Hernán Rivas.
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Libertarios. Martín Menem y Lourdes Arrieta en una foto del 2 de julio.
Las cuestiones castrenses le interesan a Lourdes Arrieta, por lo que se ve, y también las de seguridad. Integra ocho comisiones, entre ellas las de Seguridad Interior y la de Defensa Nacional. Sus intervenciones no serían frecuentes de acuerdo a sus compañeros de bancada. “Además, a las reuniones de bloque no va nunca” agregaron. Tal vez falta seguido a esa cita, por su dependencia directa de Martín Menem y de Karina Milei. De todos modos, hasta aquí no se le conocía a la diputada Arrieta una posición pro-genocidas. Tampoco es muy comunicativa con los otros diputados mendocinos de LLA, Mercedes Llano, Facundo Correa Llano, ni Álvaro Martínez. A ninguno de los tres les habría avisado, comunicado o consultado de esta reunión en la cárcel de Ezeiza.
La cuestión política
La indagación sobre círculos concéntricos a la diputada no da muchos resultados. Los referentes de partidos aliados o personas con las que suele trabajar tampoco fueron informados de la visita. Un dirigente del PRO mendocino que apoya al presidente Milei y se había comprometido con Karina Milei para ayudarle a Arrieta a organizarse en la provincia, tomó distancia después del problema de los avales truchos. Un aval es sólo eso, es distinto de una afiliación a La Libertad Avanza, tarea en la que el nuevo titular del PAMI en Mendoza David Litvinchuk está muy comprometido. Necesitan 4.000 afiliaciones reales en pocos meses y los escándalos las habrían retardado.
El mes pasado, conoció la luz el grupo “Liberales por el Futuro”. Sus rostros visibles son el ex subsecretario de Salud de Mendoza Oscar Sagás -hoy presidente de la obra social militar y de seguridad IOSFA- Richard Battagion, Jorge Magnaghi, y Diego Arenas, que pertenecen a la fundación “Mendocinos por el Futuro”, cuya referencia principal es Luis Petri, el mendocino ministro de Defensa de la Nación. Además del trabajo de sostén de las ideas liberales e ir arrimando masa crítica a LLA, los “Liberales por el Futuro” debían ser una suerte de sostén técnico de la diputada Lourdes Arrieta. Pero esa relación se habría enfriado, salvo la de Sagás justamente por el interés de la diputada en las cuestiones sociales de las Fuerzas Armadas, lo que está muy bien y es distinto de darle aire a los genocidas. Alguien debería explicárselo a la legisladora, que hizo una carrera meteórica desde la postulación de concejal en cuarto término en la lista de La Unión Mendocina de Las Heras junto a los imputados Daniel Orozco y Janina Ortiz, hasta ir tercera en la boleta que la depositó en el Congreso de la Nación arrastrada por el huracán electoral Milei, en apenas semanas.
Es por acá
Por la ESMA habrían pasado unos 5.000 detenidos-desaparecidos y según los organismos de Derechos Humanos se calcula que sólo sobrevivieron un centenar. Los represores que se reunieron con Arrieta y el resto de los diputados son un muestrario de los jefes del horror de ese centro clandestino de detención: Alfredo Astiz, Raúl Guglielminetti, Adolfo Pernías, Adolfo Miguel Donda Tigel, Ricardo Cavallo, Carlos Guillermo Suarez Mason (h) y Manuel Cordero Piacentini, entre otros.
Astiz se hacía llamar “Gustavo Niño” y en las puertas de una iglesia marcaba con un beso a las personas que luego serían secuestradas y desaparecidas. Igual que otros represores, el ex capitán Astiz y el resto de la mesa de charla con los diputados de LLA nunca se arrepintieron, nunca reconocieron sus crímenes como tales, nunca dijeron dónde descartaron miles de cuerpos de las personas secuestradas, torturadas y desaparecidas. Por ello, sentimientos como la sorpresa, el estupor, el repudio, el dolor o aun la repugnancia son comprensibles.
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Lourdes Arrieta, y un corazoncito típico que hace en sus fotos.
La visita de Lourdes Arrieta y el resto de los legisladores a represores condenados por crímenes atroces contra la civilidad quebró un consenso extendido -aunque no unánime, de ningún modo- sobre la naturaleza criminal de la dictadura argentina. De eso estamos hablando. De discusiones que creíamos superadas tras más de 40 años de democracia.
Ahora, lo que quedó a la vista es el hilo negro que une indefectiblemente a una diputada nacional mendocina, con el Ángel de la Muerte, uno de los peores asesinos de personas civiles que la dictadura nos dejó. Ojalá Lourdes Arrieta haya ido a esa reunión de empatía con los genocidas por inexperiencia, poca información, ignorancia respecto de la historia reciente, o aún ineptitud. Todo ello sería perfectible. Cualquier otra motivación resultaría francamente tenebrosa.