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Chato Álvarez, uno de los abogados detenidos en la causa contra Walter Bento.
Trascendió que el empresario Vaia también declaró esta semana y negó haber pedido una coima al padre de Sebastián Palumbo. Admitió que tuvo una amistad con ese hombre, que lo fue a visitar a la cárcel y que escuchó hablar de sobornos, pero no aportó nombres al respecto de esa situación
Coimas en Mendoza
A mediados de 2020 el supuesto empresario Diego Aliaga estuvo desaparecido y luego fue encontrado asesinado. Más allá de la conmoción por su crimen, comenzó a levantarse el rumor de que el hombre tenía contactos para sacar a presos de contrabando y narcotráfico en la Justicia Federal. A fines de ese año, un sospechoso de financiar una narcobanda fue detenido y en su teléfono celular se encontraron conversaciones que alimentaron esa hipótesis.
El fiscal federal Dante Vega estuvo siguiendo la pista hasta que decidió ordenar allanamientos, detenciones e imputaciones que se concretaron el 5 de mayo pasado. Dentro de los sospechosos se encontraba el juez federal Walter Bento, su esposa Marta Boiza y un puñado de abogados.
Un mes después la causa tuvo una segunda ola de imputaciones que incluyó a miembros de la Policía de Mendoza. En tanto que a mediados de diciembre el juez fue imputado por tres casos más de coimas en Mendoza, que incluyeron la detención del abogado Chato Álvarez y la formalización de otros sospechosos.
En líneas generales, la pesquisa sostiene que Walter Bento lideraba una organización ilícita dedicaba a gestionar coimas para darles beneficios a presos, tales como arrestos domiciliarias o la libertad. Aliaga era mano derecha del magistrado y junto a un grupo de abogados coordinaban las tareas en la presunta banda. La investigación también tiene imputado al juez y a su esposa por lavado de activos y enriquecimiento ilícito.