Militancia cuerpo a cuerpo, relación cara a cara, disputa voto a voto. Esa es la característica de la política en la Universidad.
Análisis y opinión
Las elecciones en la UNCuyo generaron muchas controversias.
En el enfoque sobre los temas, la bibliografía que se escoge, o en el debate que se da en las aulas, se vislumbran los encuadres epistemológicos, la diversidad de puntos de vista, y las perpectivas ideológicas; también en la infinidad de actividades complementarias y paralelas a los desarrollos curriculares.
Las corrientes partidarias pueden o no encarnar en actores particulares, en grupos específicos, y en agrupaciones estudiantiles, pero los armados electorales universitarios acompañan invariablemente las lógicas de afinidades políticas.
El principio de autonomía universitaria y el cogobierno con representación de todos los claustros y, en forma proporcional, de todas las corrientes sirve de paraguas respecto de los avatares e intereses de los gobiernos y las políticas partidarias.
Aun así, se reconocen las identidades políticas, con particularides, en el actual proceso electoral para elegir rectora y demás autoridades de la Casa de Estudios y de las doce facultades.
La mayoría conformada por radicales y aliados, que representa el binomio de Esther Sánchez y Gabriel Fidel, ha logrado tres puntos de ventaja sobre la fórmula integrada por Adriana García y Arturo Tascheret, quienes expresan predominantemente al peronismo con sus variantes, y a otras corrientes de pensamiento.
De todos modos, la paridad de fuerzas en esta contienda ha animado a Compromiso Universitario a no reconocer el triunfo de Interclaustro y salió a reclamar una segunda vuelta: "Esta es una lucha de David contra Goliat", arenga a sus huestes Adriana García para que no se den por vencidas.
Como la Junta Electoral General ya se expidió antes de los comicios en el sentido de que los votos en blanco no pueden considerarse válidos, y considerando además que los experimentados juristas Alfredo Puebla y Alejandro Pérez Hualde han expresado que el Código Nacional Electoral indica lo mismo, es poco probable que prospere el planteo de la lista opositora.
Sin embargo, si bien no fue un comicio con sólo dos fórmulas como ocurrió esta vez, la agrupación Compromiso Universitario argumenta que en 2018 se consideraron válidos los votos en blanco, al igual que en 2014, lo que haría cambiar los cálculos en términos de porcentajes y, en consecuencia, Interclaustro no alcanzaría más del 50 por ciento de los sufragios para consagrarse en primera vuelta.
"Intentan deslegitimar un triunfo inobjetable que se obtuvo con el apoyo de los claustros docente, graduado y estudiantil. Interclaustro se impuso en ocho de las doce facultades", argumentan al unísono en el oficialismo, confiados de que serán proclamados sin más en la próxima sesión de Consejo Superior, y mientras ya piensan en los desafíos de gestión que deberán asumir desde agosto.
Otra elección compleja por la paridad se dio en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, donde siguen palo a palo contando los votos. El jueves a última hora, con 0,5 por ciento de ventaja, la lista que encabezan Eva Rodríguez y Mariana Quiroga celebró el resultado pero, con el recuento del viernes, los números cambiaron por milésimas a favor de la fórmula que lleva para el decanato y vice a Eugenia Martín y Mariana Castiglia.
Todavía quedan por contabilizar unos 15 votos de estudiantes del programa en Contexto de Encierro, aunque allí hay planteos de la lista de la actual directora de la carrera de Comunicación Social, Eva Rodríguez, ya que aducen que se cometieron irregularidades en la votación. Además, resta contabilizar unos votos emitidos a distancia del claustro de egresados y egresadas, que llegaron después de las 19 cuando el comicio ya había cerrado, lo que también es objetado por la lista opositora a la actual conducción.
En consecuencia, tras un cuarto intermedio hasta el lunes, el resultado sigue abierto en la unidad académica donde se formaron y militaron Alfredo Cornejo, Tadeo García Zalazar y la Presidenta Provisional del Senado, Natacha Eisenchlas, entre tanta dirigencia política de diferentes extracciones formada en esa Casa de Estudios.
Pese a las dificultades que se han presentado en esta elección, el mecanismo electoral en la UNCuyo ha experimentado avances con el voto directo y ponderado por claustros. El problema no estaría en el sistema de elección, que ya se ha aplicado en otras elecciones, sino en las mañas de quienes deben aplicarlo.
La sociedad que la sostiene estará observando cómo la comunidad universitaria es capaz de desarrollar el proceso eleccionario para elegir sus propias autoridades, en un ámbito académico que se supone debe bregar por la excelencia y no caer en el descrédito de la politiquería.
Democracia electoral
En tanto, en el ámbito nacional esta semana la Cámara de Diputados logró aprobar por el impulso de la oposición la boleta única que busca aumentar la transparencia electoral. Aunque todo sistema es perfectible, la boleta única coadyuva a poner en un pie de igualdad a las agrupaciones menores, que no cuentan con un gran despliegue territorial frente a los grandes aparatos.
El proyecto apunta, además, a terminar con los artimañas que se realizan frecuentemente con el robo de boletas y adulteraciones, contribuye a bajar los costos de impresión y resulta más amigable con el ambiente, entre otros beneficios.
Tras el mandato de Cristina Fernández de rechazar el proyecto, se escucharon en la Cámara los más variados argumentos del oficialismo que auguran una negativa en el Senado, por lo cual seguiremos asistiendo en la próxima votación a los viejos métodos supuestamente aborrecidos por todos.
Como contrapartida, el gobierno nacional se apoyó en el acuerdo con los gobernadores del palo para su intento de "federalizar" la Corte con jueces nombrados por la provincias. El proyecto que prevé llevar al máximo tribunal nada menos que a 25 jueces ya cuenta con el rechazo anticipado de Juntos por el Cambio.
Conservar la Constitución Provincial
En Mendoza encarar la reforma constitucional se ha convertido en una quimera. Cada vez que los sucesivos gobiernos han intentado modernizar la Carta Magna ha chocado con la cerrazón opositora, como también pasó cuando gobernaba el peronismo.
Es materia de debate si el proyecto que encarna el gobierno de Suarez es el más adecuado, pero el rechazo ya es algo de manual.
La iniciativa busca, entre variadas reformas, congraciarse con la población en lo relativo a los gastos de la política. Según la encuesta publicada por la consultora Reale Dalla Torre, el 80% de la población aprueba la unicameralidad de la Legislatura, y el 70% la eliminación de las elecciones de medio término. Mientras, el 82% de los consultados apoya la prohibición de gastar más de lo que ingresa a las arcas del Estado.
Consciente de estos datos, el gobernador ya ha fijado un cronograma para empujar en distintos ámbitos la aprobación de su ansiada reforma, que cuenta con el rechazo en la Legislatura del Frente de Todos.
Si no es éste, en algún momento Mendoza necesita lograr acuerdos entre unos y otros, sin mezquindades, para actualizar diversos aspectos institucionales que han quedado obsoletos.
Y como ha pasado siempre, si bien habría consenso mayoritario de la población para encarar una reforma ambiciosa, las preocupaciones generales se enfocan a las urgencias cotidianas.
Como también lo grafica la encuesta de Reale Dalla Torre, para un 88 % de los habitantes de nuestra provincia la inflación y la economía siguen siendo los problemas principales. Máxime, cuando a la crisis nacional se suman las particularidades de Mendoza, que no logra incrementar el ritmo de creación de empleos privados y, según el relevamiento del Sistema Integrado Previsional Argentina (SIPA), se ubica en el último puesto de la recuperación pospandemia.
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