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Después de "El Reino", llega la actriz Victoria Almeida para filmar en Mendoza

Victoria Almeida está rodando un policial del director Juan Martín Hsu, con producción mendocina. Cómo fue ser parte de la exitosa serie de Netflix y los desafíos de este rodaje en el que habla en chino

Los pasillos del Poder Judicial de Mendoza se vieron un tanto alterados esta semana. Y no fue por algún escándalo policial sino porque sus instalaciones sirvieron de escenarios para el rodaje de una nueva película que se filma en nuestra provincia.

La coproducción argentino-peruana es “Los caminantes de la calle”, un filme de género dirigido por Juan Martín Hsu, a cargo de una productora mendocina y con el protagónico de una reconocida actriz que saltó a la fama con “El Reino”.

Si bien a sus 40 años lleva más de 20 de carrera, la exitosa serie en streaming de Netflix en sus dos temporadas provocó que hoy (casi) todos sepamos quién es Victoria Almeida. Para los desprevenidos, “Viki” fue Magdalena Vázquez Pena en “El Reino”, una de las hijas del pastor Emilio (Diego Peretti) en este thriller dramático argentino que este año entregó su segunda y última temporada.

Pero la platense ha venido construyendo una sostenida y ascendente carrera, en cine, televisión y sobre todo en teatro. Artista completa, Victoria Almeida revela en esta entrevista los desafíos que le impone protagonizar la nueva cinta de Hsu (“La Salada”) en un rodaje que la mantiene mucho más concentrada –según ella- gracias a que se filma lejos de casa.

“Filmar fuera de Buenos Aires hace que esté más concentrada, salgo del set y llego al hotel a seguir trabajando, pensando en el rodaje, estudiando el guion, es como que no salís nunca de la peli y eso está muy bueno para el resultado final”, considera Almeida, y de la experiencia destaca que “hace que se dé mucho más el trabajo grupal, hay más relación mancomunada con todo el equipo”.

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La actriz dedicó largas horas al guión de

La actriz dedicó largas horas al guión de "Los caminantes de la calle", ya que tiene que aplicar un lenguaje técnico-judicial y hablar en chino.

Y sobre Mendoza en particular, provincia que no conocía, la actriz dice: “Tampoco alcanzaré a conocer mucho porque estamos a full trabajando, pero el hecho de salir de Buenos Aires hace que aparezca otra calidez en la gente; salí del hotel para comprar algo en un mercadito, le pregunté a una señora adónde había uno y me contestó como si fuese su sobrina, eso me parece hermoso, en Buenos Aires la gente ni te mira a los ojos”.

Además, su impresión de los mendocinos se enriquece en el rodaje porque “trabajar con una productora de Mendoza, en un equipo que son casi todos mendocinos, hace que conozca también esta provincia, la frescura mendocina me encanta”. Victoria se refiere a Protón Cine, de las mendocinas Mariana Luconi y Bárbara Herrera, productora que obtuvo Cash Rebate del programa Mendoza Activa, iniciativa del Gobierno local para instalar la provincia como polo audiovisual que en su primera edición logró que se filmaran aquí 12 películas y que lanzará esta primera semana de octubre una segunda edición.

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Los desafíos de hablar en chino y compartir set con no actores

“Los caminantes de la calle” es un policial rodado en Lima, Perú, y en Mendoza. Y trata sobre una fiscal que investiga una mafia china en la Ciudad de Mendoza, implicada en extorsiones a comerciantes de la colectividad. El avance de la investigación depende de escuchas telefónicas que están en dialecto cantonés. Y allí se ubica uno de los desafíos que asumió Victoria Almeida al interpretar a esa fiscal protagónica en el filme de Juan Martín Hsu.

Tuve que aprender un lenguaje muy técnico, muy judicial, tengo que hablar en parte en chino, trabajo con no actores, todo un gran desafío”, asume la actriz que logró estar en un filme de Hsu, a quien admira y con quien deseaba hacerlo. Anticipa que esta producción “será diferente a lo que venía haciendo el director, es un rodaje particular”.

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Mientras la maquillan, Almeida repasa el libreto para la escena que está por rodar.

Mientras la maquillan, Almeida repasa el libreto para la escena que está por rodar.

Entre los puntos distintivos está el hecho de actuar en un elenco de no actores, algo característico en la cinematografía de Hsu y con lo que Almeida está familiarizada ya que ha trabajado en filmes de Carlos Sorín como “Días de pesca” y “Joel”, director que también suele contratar no actores.

Es más, a la actriz le gusta compartir set con no actores ya que “actúan de sí mismos, en una escena salen unos policías hablando entre ellos cosas que hablan los policías, entonces el tono de la película empieza a entrelazarse entre la ficción y el documental, y a los actores nos imprime algo de un nivel de verdad muy interesante; cuando sucede ese cruce entre el no actor y el actor me encanta”.

“El Reino” y la clave del éxito: darles a los actores el lugar de creativos

Victoria Almeida tuvo un papel secundario en “El Reino”, serie argentina de Netflix protagonizada por Diego Peretti, Mercedes Morán, Chino Darín, Joaquín Furriel, Peter Lanzani y Nancy Duplaá. Sin embargo, de la primera a la última temporada su rol de hija del pastor y presidente de la Nación fue creciendo, así como el de otros actores.

Esto se debe, según la actriz, a la forma de trabajar del director de la serie, Marcelo Piñeyro.

“El Reino fue una experiencia maravillosa, una productora gigante y hermosa con libretos divinos escritos por Claudia Piñeiro y Marcelo Piñeyro”, sostiene de su primera experiencia en streaming. Y resalta: “Marcelo (Piñeyro) es un director que se apoya mucho en los actores y nos da mucha libertad para enriquecer las escenas. Mi personaje de Magdalena era bastante secundario y sin embargo no había personajes pequeños, era toda una historia donde nos juntábamos con el director para debatir sobre cada personaje”.

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"Viki" en una escena de "El Reino", serie de Netflix en la que encarnó a una de las hijas del pastor Emilio Vazquez Pena.

De acuerdo a su visión, “eso me parece de una enorme inteligencia de parte del director, darle a los actores el lugar de creativos, de escucharlos, no tomarlos como una pincelada en un cuadro, sino valorarnos en habilitar nuestra creatividad; eso hizo también al éxito de la serie”. Y no quiso adelantar mucho, pero parece que Almeida seguirá incursionando en este formato por internet.

Una artista en constante evolución

Victoria Almeida es platense pero no trabajó nunca como actriz en La Plata. A los 18 se fue a estudiar artes dramáticas a Buenos Aires, luego estudió en Francia y nunca para de estudiar. Ahora, por ejemplo, “Viki” –como la llama su gente- está estudiando Dramaturgia. “Siempre estoy estudiando algo nuevo”, confirma.

De ahí que también haya aprendido sobre canto, teatro físico y –su gran pilar en la carrera actoral- el clown. “Es una manera de enriquecerme como actriz, el clown por ejemplo es una herramienta espectacular, todos los actores deberían pasar por ahí, el clown te aporta vulnerabilidad, un sentido de estar presente; y cuando tomé clases de canto fue para trabajar mi voz como actriz, no porque quería ser cantante; el teatro físico te da un sentido del timing que no te lo da otro entrenamiento actoral”, explica la actriz como forma de estimular la formación de múltiples aristas de su carrera.

Ahora bien, su mundo más habitual, su “terreno” define ella, es el teatro, sea comercial o independiente. De hecho, la obra “Mi madre, mi novia y yo” de Diego Reinhold lleva dos años en cartel en el Paseo La Plaza con –en promedio- unas siete funciones por semana “y nos seguimos divirtiendo como el día del estreno, es algo un poco atípico lo que nos pasa”, confiesa sobre el trabajo que despliega junto a Sebastián Presta y Graciela Tenenbaum. Con esta comedia teatral seguirán hasta febrero en Buenos Aires, y en el medio la llevarán de gira a Uruguay y Perú.

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Graciela Tenenbaum y Sebastián Presta hacen junto a Almeida el éxito teatral

Graciela Tenenbaum y Sebastián Presta hacen junto a Almeida el éxito teatral "Mi madre, mi novia y yo".

Almeida toma al arte escénico, el cine, el streming y la TV como “deportes diferentes”. “El teatro es como tirarte de un tobogán cuando empieza la obra y después, dejarte llevar; en el cine el trabajo es tan fragmentado que requiere de un aporte más racional, al no filmarse cronológicamente una película, tenés que tener muy en claro el rompecabezas; el streaming es casi lo mismo, las series de hoy trabajan de una manera cinematográfica; no así las tiras de televisión diarias que se hacían a una velocidad rapidísima, rodando mil escenas por día”, distingue quien sobre todo en pandemia descubrió también su amor por la poesía.

El encierro le abrió las puertas al mundo de la poesía en décimas

Inquieta por naturaleza, Victoria enfrentó el aislamiento en pandemia usando su imaginación y sus ganas de seguir alimentándose de experiencias y conocimientos artísticos a como dé lugar. Así fue que ensayó por zoom una obra teatral que se estrenó apenas levantadas las restricciones, tomó sus pocas herramientas audiovisuales para crear videos con relatos de poesías que la movilizaban en sus redes y hasta integró un grupo de Whatsapp con gente desconocida para escribir décimas.

El encantamiento por la poesía en décima llegó hasta el punto que meterse a estudiar Dramaturgia y ahora quiere escribir una obra de teatro en décimas. Las décimas son composiciones poéticas escritas en una estrofa de 10 versos, en general octosílabos.

“La pandemia para los actores fue muy triste, encerrados sin actuar, buscábamos la forma de no quedarnos quietos y canalizar la creatividad, la expresión. Yo estuve ensayando una obra por zoom que luego estrenamos, y lo hice porque me actuaba encima”, revela con una risa quien también dedicó el “encierro” a leer mucho. Así llegó la poesía a su vida.

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Victoria Almeida quiere también escribir una obra de teatro en décimas. La fascina esa composición poética para llevarla a la escena.

Victoria Almeida quiere también escribir una obra de teatro en décimas. La fascina esa composición poética para llevarla a la escena.

“Me puse a hacer videos con las pocas herramientas audiovisuales que tenía a mano, a grabar cositas que leía, intentaba seguir en contacto con lo creativo porque si no me entristezco”, reconoce. Y de este modo se inició en el mundo de las décimas, gracias a su maestra de canto y composición. En pleno aislamiento formó parte de un grupo de Whatsapp con gente que no conocía personalmente –varios aun hasta hoy no conoce y el grupo se mantiene activo-. “La décima es un lenguaje que me encanta, me parece maravilloso, y estuve escribiendo décimas en un grupo de Whatsapp con amigas que todavía no nos vemos todas juntas personalmente pero seguimos escribiendo décimas por Whatsapp; una tira un verso, la otra otro verso y así entre 10 armamos una décima, es un ejercicio que me mantuvo divertida y que mantengo hasta hoy”.

De hecho, una vez avanzada en los estudios de dramaturgia y escritura teatral, Almeida quiere crear una obra escénica en décimas.

Cómo el budismo le cambió la vida

Después de 11 años de practicarlo, en pandemia dejó a un lado el budismo, filosofía de vida con la que “aprendí un montón, estudié mucho su práctica y a la que seguramente voy a volver, como cuando dejás el gym aunque sabés que ya vas a volver porque te hace bien”.

Le agradece a la filosofía budista porque –se sincera- “hoy estaría parada en otro lugar si no hubiera practicado esa filosofía, ya voy a volver a practicarlo”.

La actriz tiene una hija de 9 años que nació y se crió en el ambiente artístico, “su padre también se dedica a esto, ya sabe de nuestras inconstancias laborales, de los viajes, de los trabajos nocturnos, así que en ella es natural que nos acomodemos a los horarios cambiantes y esas cosas”, expresa “Viki” sobre su vida privada y cómo la va intercalando con las exigencias de su vida laboral.

Cada vez que puede, asiste al teatro junto a su pequeña. “Una vez a la semana viene conmigo, mira toda la función y después me corrige”, admite Victoria sobre su hija, quien se convierte en su primera crítica y con quien disfruta mucho el compartir su carrera actoral.

“Me encanta que nos acompañe y compartamos con ella esta pasión, porque también se aprende una profesión mirando así como se aprende y contagia el ver a las personas fascinadas con su trabajo”.

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