Entrevista

Isabel Aimé González Solá, la actriz mendocina que regresó de Francia para desarmar su pasado

La actriz mendocina Isabel Aimé González Solá construye una carrera sólida en Francia y vuelve para su debut protagónico en el cine con “Las corrientes”

Isabel Aimé González Solá tiene una voz suave que lleva el eco de las palabras estudiadas en el teatro francés y la calidez de su Mendoza natal. Su historia es la de una "outsider" que, armada con una mochila y una profunda curiosidad, dejó Chacras de Coria a los 20 años para explorar Francia y descubrir su vocación. Hoy la actriz regresa a la Argentina en la cartelera del cine, asumiendo su primer rol protagónico en la película “Las corrientes”.

Su adolescencia mendocina se la pasó escapando de los límites de la escuela secundaria para devorar el cine de calle Lavalle en la entonces sala Universidad. Niñera en Francia, estudiante de arte dramático en Estrasburgo, y luego forjadora de una carrera discreta pero rigurosa, en el teatro y la ópera de Europa.

Esa misma joven, nieta de la poeta Graciela Maturo y la tercera de seis hermanos de una familia ensamblada y numerosa, es hoy la protagonista de "Las corrientes", la tercera película de la aclamada Milagros Mumenthaler que en nuestro país se estrena el 13 de noviembre.

Isabel Aimé González Solá, actriz mendocina radicada en Francia
Isabel es de Chacras, a los 20 años voló a Francia para trabajar como niñera y así aprender el idioma, sin saber que allí descubriría su vocación: ser actriz.

Isabel es de Chacras, a los 20 años voló a Francia para trabajar como niñera y así aprender el idioma, sin saber que allí descubriría su vocación: ser actriz.

El filme, que ya cosechó el Premio RTVE Otra Mirada en el 73° Festival de San Sebastián y fue el único título iberoamericano en competencia en el 50° TIFF de Toronto, es la excusa perfecta para el regreso de Isabel Aimé González Solá a su lugar de origen.

Y con esa misma excusa, a la distancia, radicada en París, Francia, la actriz concedió una entrevista con Diario UNO.

Actriz "outsider" debuta como protagonista en cine

En "Las corrientes", Isabel encarna a Lina, una exitosa profesional de la moda de 34 años cuya vida, aparentemente perfecta, se deshilvana tras un arrebato impulsivo en Suiza. La actriz mendocina confiesa que la conexión con el personaje fue inmediata y abrumadora.

La necesidad de Lina de confrontar un pasado que creía olvidado resonó con la propia experiencia de la actriz de vivir lejos, de construirse a sí misma en la distancia.

"Las corrientes" es una película de silencios y transformaciones internas. Isabel tuvo que vaciarse de sí misma para encarnar la contención de Lina, una mujer que vive una crisis existencial sin poder nombrarla.

Escena de Isabel Aimé González Solá, actriz mendocina radicada en Francia, en la película "Las corrientes"
En

En "Las corrientes", película de la argentina Milagros Mumenthaler, la actriz mendocina asume su primer protagónico en cine.

El desafío fue doble: no solo el actoral sino el personal. Volver a Buenos Aires para un rodaje íntimo, guiado por la mirada precisa y exigente de Mumenthaler -quien también creció lejos de su Córdoba natal, en Suiza-, implicó un buceo en el "desconocimiento" de sí misma, en esos "enigmas" que, según la actriz, son la esencia de su trabajo.

Ella se define, con humor y humildad, como una "outsider" en las alfombras rojas de los grandes festivales, un lugar al que llega con gratitud y la conciencia de la suerte que implica.

La actriz en una historia tan misteriosa como familiar

Sin embargo, su elección para este papel íntimo no fue azarosa. Milagros Mumenthaler percibió en ella esa cualidad de estar “cortada a la mitad”, de cargar con una extrañeza sutil que es común en quienes eligen o necesitan irse.

Este elemento, sumado a la construcción meticulosa del personaje que incluyó desde aprender a manejar hasta la fabricación de maquetas en diseño textil, promete una actuación magnética y ciertamente veraz.

El estreno de “Las corrientes” en Argentina es, para Isabel Aimé González Solá, el encuentro con su público: su gente. Es la culminación de un proceso que fue “misterioso” y “familiar” a la vez.

Isabel Aimé González Solá, actriz mendocina radicada en Francia
Para la actriz, meterse en el personaje de Lina en

Para la actriz, meterse en el personaje de Lina en "Las corrientes" le fue tan misterioso como familiar.

Su arte, esa forma inmersiva de explorar el alma humana que descubrió lejos de casa, se materializa ahora en su propio país. La película no da respuestas sencillas sobre los mandatos sociales, más bien celebra la valentía de la mujer que se atreve a poner en riesgo su vida armada para “volver a vivir”.

Isabel Aimé González Solá, la mendocina que volvió con el cuerpo de otra para encontrarse a sí misma, nos invita a sumergirnos en la corriente de esta historia cinematográfica.

De Chacras de Coria a descubrir la actuación en Francia

-Contame un poco sobre tu historia de vida en Mendoza...

-Nací en Chacras de Coria, cuando era mucho más rural de lo que es hoy, no había tantas 4x4. Era un lugar, digamos, más rural y campesino. Vengo de una familia numerosa, somos muchas hermanas y un hermano.

Recuerdo que me escapaba de la escuela secundaria para ir a ver cualquier filme que se proyectara en el cine Universidad. El cine fue un refugio durante mi adolescencia. Recuerdo que me escapaba de la escuela secundaria para ir a ver cualquier filme que se proyectara en el cine Universidad. El cine fue un refugio durante mi adolescencia.

Ya de niña con mis amigas alquilábamos pelis en un videoclub frente a la plaza de Chacras.

-¿Cómo llegás a Francia, por qué elegiste ese país?

-Estudié en la Escuela del Teatro Nacional de Estrasburgo, al este de Francia. A los 20 años tomé una mochila y partí de mi casa en Mendoza. Estuve trabajando de niñera, aprendiendo el idioma, en la ciudad de Nantes.

Hice todos mis estudios de teatro aquí en Francia -que fueron varios años, muy hermosos pero también difíciles-, y luego llegó el cine y la televisión.

Foto de infancia de Isabel Aimé González Solá, actriz mendocina radicada en Francia
Una foto de infancia de la actriz mendocina radicada en Francia.

Una foto de infancia de la actriz mendocina radicada en Francia.

-¿Tu vínculo con el cine argentino se dio a la distancia, desde Francia?

-Me gusta mucho el cine y el teatro argentino, es algo que descubrí más cuando ya me había ido de Argentina. Sobre todo el teatro, fueron cosas que las pude descubrir cuando volví a los viajes a la Argentina.

Tengo una profunda admiración por los actores argentinos, por el humor que tienen, la manera de crear. Es mi cultura, entonces claro, tengo una familiaridad muy fuerte.

El cine argentino siempre me gustó, como vivo afuera cuando veo que se proyecta una peli argentina soy la primera en correr para ir a verla. Mi formación artística empezó cuando era niñera aquí en Francia, después pasé por muchas audiciones para entrar a dos diferentes escuelas donde estudié.

El misterio de la actuación, entre el riesgo y la libertad

-¿Por qué ser actriz? ¿Qué te da a tu vida esta carrera?

-El trabajo de actriz es una manera de explorar el alma humana; lo que me gusta es que es una manera totalmente inmersiva, con el cuerpo, con la imaginación y a través del juego.

Lo más apasionante es poner el cuerpo en juego, poner el cuerpo en acción y hacerlo atravesar intensidades, eso es lo que más me gusta de ser actriz... hay un riesgo ahí, ¿no? Un riesgo de qué es lo que uno tiene para darle vida al personaje. Lo más apasionante es poner el cuerpo en juego, poner el cuerpo en acción y hacerlo atravesar intensidades, eso es lo que más me gusta de ser actriz... hay un riesgo ahí, ¿no? Un riesgo de qué es lo que uno tiene para darle vida al personaje.

Los personajes viven crisis. Por ejemplo, el personaje de Lina en “Las corrientes” se abandona toda entera a una crisis existencial muy fuerte, y tal vez una en su vida no está siempre en ese punto de intensidad. Entonces la actriz necesita vaciarse una misma, saber desaparecer para dejar entrar otra cosa que tal vez en su pequeña vida personal no ha vivido. Pero hay que lanzarse a eso.

Escena de Isabel Aimé González Solá, actriz mendocina radicada en Francia, en la película "Las corrientes"
En la película

En la película "Las corrientes", que se estrena el 13 de noviembre en Argentina, la actriz encarna a una diseñadora de modas.

-¿Ese proceso se construye en soledad o con la dirección?

-Se construye con la mirada de una directora o un director, en este caso con la mirada de Milagros (Mumenthaler) que es una mirada muy precisa; es una directora con una gran exigencia que tiene un universo artístico muy fuerte.

Nada está hecho al azar en esta película, y eso ayuda porque una se lanza a lo desconocido guiada por la mirada de alguien. Eso es lo más lindo de ser actriz: es como poder trabajar en el misterio y estar abriendo siempre enigmas.

Escena de Isabel Aimé González Solá, actriz mendocina radicada en Francia, en la película "Las corrientes"
Una mujer

Una mujer "cortada a la mitad", así describe Isabel a su personaje en la película.

-¿Te considerás una “outsider” caminando alfombras rojas de festivales como San Sebastián o Toronto?

-Sí, me considero totalmente una “outsider” caminando por las alfombras rojas de Toronto, de San Sebastián. Y ahora estos días voy a ir a otras ciudades también. La película va a estar en Turquía y en Lisboa (Portugal).

Pero eso de venir de “afuera” creo que también me da cierta libertad y lo tomo con humor. Agradezco un montón que la peli esté invitada a esos lugares y tener la suerte de poder ir a los festivales y ver películas apasionantes y conocer el universo artístico de un montón de directoras… es una gran suerte y estoy muy agradecida.

El enigma de la mujer partida a la mitad

-¿Qué vio en vos la directora Milagros Mumenthaler para ofrecerte el rol protagónico de una historia tan movilizadora?

-Me quedé muy impresionada con la lectura del guion que había escrito Milagros. Me llaman la atención los personajes que se no entienden desde la primera página del guion, que tienen una complejidad, una riqueza que están hechos de esa complejidad; como la vida misma, como los seres humanos que no son binarios, que no están cercados en el cliché de una cierta personalidad sino que se contradicen.

Hice ese primer paso hacia Lina, que era un personaje que me intrigaba mucho y que al mismo tiempo me era muy familiar... La sensación de que ese personaje atraviesa estados que una puede reconocer pero que sin embargo es totalmente otra persona.

Isabel Aimé González Solá, actriz mendocina radicada en Francia
En su adolescencia en Mendoza, la actriz se escapaba del colegio para ir a ver películas al cine Universidad. A los 20 decidió partir a Francia.

En su adolescencia en Mendoza, la actriz se escapaba del colegio para ir a ver películas al cine Universidad. A los 20 decidió partir a Francia.

No sé por qué Milagros me eligió para la película y nunca se lo pregunté, supongo que vio algo que le interesó en mí para ese personaje, algo que yo tenía y después juntas empezamos a trabajar, a pulir, agregar, a fantasmear esa persona y a encarnarla para que se vuelva algo totalmente real.

-¿Influyó tu nacionalidad argentina y el hecho de estar radicada en Europa?

-Posiblemente influyó el hecho de que no viviera en Argentina. Una cuando se va siempre hay algo que se corta adentro de una. Y el personaje de Lina es alguien que está cortado a la mitad, cortado de algo; entonces tal vez influía el hecho de que no viviera en mi país, que no estuviera familiarizada con lo que me rodea, y de hecho es un poco lo que ve el personaje, una cierta extrañeza con lo que la rodea.

Escena de Isabel Aimé González Solá, actriz mendocina radicada en Francia, en la película "Las corrientes"
La actriz tuvo que aprender a manejar y a hacer maquetas de diseño para interpretar a Lina, el personaje central de

La actriz tuvo que aprender a manejar y a hacer maquetas de diseño para interpretar a Lina, el personaje central de "Las corrientes".

-¿Cómo fue el proceso de construcción del personaje? ¿Cuánto de Lina hay en vos?

-Viajé muchísimos meses antes a la Argentina para prepararlo. Había algo en esa mujer que es jefa, que maneja, yo no sabía manejar antes de hacer la película. Se mueve en un mundo muy diferente al mío. Había una construcción que había que hacer ahí. Sin embargo había una cosa en ella muchísimo más contenida, es un personaje que oculta mucho de lo que le sucede.

Hice un trabajo especial con la voz, bajar los graves, parece que los mendocinos hablamos con una voz más aguda. Hoy mi acento es una mezcla de mendocino con porteño y francés, cada vez me voy mezclando más.

La idea era acercarnos a esa crisis que el personaje atraviesa, que empieza a desordenar el mundo de alguna manera. Después de esta crisis ya no puede mirar las cosas de la misma manera.

Cuando veo la película no me reconozco en Lina, creo que es alguien muy alejado de mí; sin embargo hay un secreto en el personaje que seguramente nos une a las dos, pero es algo que no está revelado. Cuando veo la película no me reconozco en Lina, creo que es alguien muy alejado de mí; sin embargo hay un secreto en el personaje que seguramente nos une a las dos, pero es algo que no está revelado.

Lina sí era un gran desafío, Milagros me dio un gran regalo de poder protagonizar y hacer a esa mujer que había algo en ella que me movilizaba interiormente. Lo que siente Lina es algo que nos puede suceder en algún momento, esto de no entender cómo llegamos ahí, no entender las razones y necesitar terminar con algo para poder volver a vivir.

Desafiar los mandatos: la valentía de poner la vida en riesgo

-¿Qué reflexión podrías compartirme acerca de los mandatos sociales para una mujer que plantea la película?

-Me parece que no habla directamente de eso. Sí es claramente el cuerpo de una mujer de 34 años que está atravesado por exigencias sociales, pero hay algo que la atraviesa, que su cuerpo le está diciendo pero que ella no logra entender totalmente, y la película es un poco esa búsqueda, atravesar eso para encontrar las respuestas.

Ella va a tener la valentía de poner toda su vida en riesgo, la vida de madre, de esposa, de jefa, va a generar que todo se ponga a temblar y con el riesgo de que se caiga, de que se destruya, para ir a bucear en las profundidades de su propio ser y de su propio desconocimiento de lo que le está pasando.

Su cuerpo comete un acto que su cabeza no logra digerir. Y creo que sí, que son mandatos que nos cortan el cuerpo y es como si toda esa vida armada le impidiera vivir su vida, elegir la vida que quiere vivir de verdad.

Irse del país es como "armarse de nuevo"

-¿Se viene alguna otra producción nacional o tus trabajos hoy se enfocan en el cine europeo?

-Por ahora los proyectos que tengo están más de este lado, en Francia, es normal porque es acá donde tengo una compañía de teatro con la que trabajo y donde están más mis audiciones de cine. Pero me gustaría enormemente tener proyectos con la Argentina y nada mejor que con Mendoza, también me gustaría mucho.

-¿Qué le dirías a una persona que decide probar suerte en el exterior?

-No me parece que sea un valor en sí irse del país, que tenga que ser el deseo de todo el mundo o un símbolo de éxito. Sí me parece que si uno tiene esa necesidad, hay que seguir esa intuición y darse todos los medios para lograrlo. Es una suerte tener la posibilidad de poder hacerlo en sí. Yo agradezco mucho poder haberlo hecho.

Isabel Aimé González Solá, actriz mendocina radicada en Francia
De voz suave y mirada angelical, Isabel Aimé González Solá encarna a una intrigante mujer en la película que estrena el 13 de noviembre en cines argentinos.

De voz suave y mirada angelical, Isabel Aimé González Solá encarna a una intrigante mujer en la película que estrena el 13 de noviembre en cines argentinos.

-¿Qué fue lo que más te costó al iniciar una etapa de tu vida lejos de tus afectos?

-Lo que más me costó de construir todo lejos de mis afectos fue esa sensación de que uno tiene que armarse un nuevo mundo y construir un nuevo sostén. Cuando uno está rodeado de sus seres queridos o lo que uno conoce, está más sostenido. Entonces está todo ese camino de inventarse nuevos lugares de contención y de inventarse sustentos.

Cuando es más fuerte la razón por la que uno está en un lugar, el deseo, la curiosidad de conocer, eso es lo que da la vitalidad y el impulso y uno sale del lugar de extrañar, es más fuerte las ganas de conocer, de armarse una nueva vida. Cuando es más fuerte la razón por la que uno está en un lugar, el deseo, la curiosidad de conocer, eso es lo que da la vitalidad y el impulso y uno sale del lugar de extrañar, es más fuerte las ganas de conocer, de armarse una nueva vida.

En ese sentido tiene relación con la actuación. Actuar también es como vaciarse de lo que uno es para encontrar otro, primero para dejarse mirar por otro... y por otro lado tener la apertura necesaria para entrar en esa nueva vida y hacerse protagonista. Y en ese sentido se parece mucho a llegar a un lugar desconocido.

El regreso que se transforma en hogar

El diálogo con Isabel Aimé González Solá es una confirmación de que el arte es un ejercicio de valentía. Su Lina, contenida y enigmática, es el resultado de una vida de desarraigo que se transformó en disciplina y sensibilidad.

“Las corrientes” es una invitación a la introspección, un relato que, a través de la crisis de una mujer, nos recuerda que el verdadero hogar es ese lugar interno donde nos permitimos ser vulnerables.

Escena de Isabel Aimé González Solá, actriz mendocina radicada en Francia, en la película "Las corrientes"
La película de Milagros Mumenthaler que tiene a la mendocina de protagonista compitió en festivales como el de Toronto y San Sebastián.

La película de Milagros Mumenthaler que tiene a la mendocina de protagonista compitió en festivales como el de Toronto y San Sebastián.

El 13 de noviembre, la pantalla local se encenderá para mostrar no solo el talento de una actriz forjada en Europa, sino la honestidad brutal de una mendocina que eligió volver a encarnar una verdad esencial: la de que a veces, para encontrarse hay que permitirse que la vida se desarme.

El arte de Isabel, la actriz “outsider” que volvió a su interior, ya es parte de la corriente del cine nacional.

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