La historia de la siesta como costumbre sagrada
El mate, el fútbol, el asado, el dulce de leche, las empanadas, el truco y la siesta son tradiciones argentinas intocables y que respetamos a rajatabla desde Misiones hasta Tierra del Fuego.
Probablemente recuerdas tu infancia cuando tus padres te obligaban a dormir siesta y no hacer ruido cuando lo único que deseabas era ir a jugar al barrio. Pero la vida da tantas vueltas, que tu eres hoy el adulto deseoso de una hora de siesta.
En Argentina, existen localidades o provincias que incluso modifican el horario de comercio para no abrir los negocios en este horario sagrado. Existen estudios que demuestran que la siesta se duerme de distintas formas en todo el país, por más o menos horas. Sin embargo, el 98% de la población argentina duerme siesta, de aproximadamente 1 hora y media.
La siesta tiene su origen en el siglo VI. San Benito, estableció una hora determinada del día para que los monjes pudieran descansar y cumplir sus tareas mejor. En el cronograma diario, la hora sexta correspondía al descanso, es de ahí que viene la palabra siesta.
Otras fuentes relacionan el origen de la siesta con la Antigua Roma, cuando la mitad del día, osea la hora 6, se utilizaba como hora de descanso por ser el momento en que más pegaba el sol.
Cuáles son los beneficios de dormir siesta para nuestra salud
No es una pérdida de tiempo o un hábito improductivo. La siesta es una tradición que no tiene que ver con géneros ni edades. De hecho, personas de entre 11 y 26 años duermen más horas de siesta que los adultos mayores.
Un estudio realizado por la Universidad de Berkeley enumeró las ventajas de dormir siesta para la salud. En primer lugar, es una forma de prevenir enfermedades del corazón, reducir el estrés y bajar los niveles de cortisol.
Además quienes duermen siesta tienen más energía y un mejor rendimiento por la tarde, así como mayor capacidad de concentración y aprendizaje.
Dormir siesta, además, estimula la creatividad, la memoria y facilita la resolución de problemas. El profesor Robert Stickgold del área de psiquiatría de Harvard, descubrió que las personas que duermen siesta y alcanzan la fase de sueño REM durante el día, tardan menos tiempo en hacer conexiones de ideas.
Entonces, ¿Qué estás esperando para dormir siesta?