En primavera-verano la mayoría de las casas tiene una planta de jazmín. Pues son las más elegidas cuando se trata de buscar un aroma inconfundible, flores únicas y ser la envidia de las vecinas. Sin embargo, lograr una floración intensa no es una tarea sencilla sin un buen fertilizante.
El fertilizante casero con cáscaras de banana para que tu jazmín rebose de flores
Si buscas la floración rápida y efectiva de tu jazmín sin necesidad de usar fertilizante industrial, proba el truco con cáscara de banana
Todos quieren que sus jazmines rebosen de flores, pero esto no depende solo del riego o la exposición solar. Así que si tienes una planta de jazmín en casa y quieres verla llena de flores, hay un truco sencillo, económico y ecológico que está revolucionando la jardinería casera: usar cáscaras de banana como fertilizante natural.
Cuando comemos banana, lo que todos hacemos es tirar las cáscaras a la basura y muchas veces esa basura es, en realidad, una fuente poderosa de nutrientes que estimula la floración y fortalece las raíces.
Por qué las cáscaras de banana son tan efectivas en el jazmín
Las cáscaras de banana son una fuente importante de potasio, fósforo, calcio y magnesio, minerales esenciales para la formación de brotes y flores.
Las cáscaras de banana son ricas en potasio, fósforo, calcio y magnesio, cuatro minerales esenciales para el crecimiento y la floración de las plantas. Estos nutrientes ayudan a estimular la formación de flores y brotes nuevos, a fortalecer las raíces y mejorar la absorción de agua. Además, evita hojas amarillas o marchitas, manteniendo un follaje más verde y brillante.
A diferencia de los fertilizantes químicos, este fertilizante o abono natural no quema las raíces ni altera el pH del suelo, lo que lo convierte en una opción ideal para plantas sensibles que requieren un cuidado único como el jazmín.
Cómo preparar el fertilizante casero con cáscaras de banana
Hay varias opciones para preparar este fertilizante. Uno de ellos es en forma líquida. Para ello deberás cortar 2 o 3 cáscaras de banana en trozos pequeños agregándolas en una olla con 1 litro de agua. Herví por un rato y usa el agua (ya fría) resultante para regar el jazmín una vez por semana.
No tires las cáscaras de banana. Con ellas, tu jazmín puede convertirse en la planta más florecida y perfumada de toda la casa.
Esta forma libera los minerales directamente al suelo, ayudando a que las raíces los absorban fácilmente.
Otro método es usarlo como compost directo. En esta ocasión seca las cáscaras de banana al sol o en el horno a baja temperatura. Tritúralas hasta obtener un polvo fino y espolvorea una pequeña cantidad alrededor del tallo del jazmín.
Lo cierto es que no se debe aplicar en cualquier ocasión. El momento ideal para aplicar este fertilizante es durante la primavera y el verano, cuando el jazmín está en pleno crecimiento y floración. Úsalo cada 10 o 15 días, alternando con el riego habitual.

 
		

 
		

 
		
 
   
  