¿Te imaginas un bodegón que te de brinde una buena porción de asado y encima por un buen precio? El Tata lo logra: perfecto para cenas que fluyen lentas o noches que se encienden con charlas. Los valores dentro de su extensa carta, tan suaves como la carne, dejan que cualquiera viva la parrilla entera sin mirar atrás.
En avenida Marcelo Torcuato de Alvear 1175, en el norte de Buenos Aires, este rincón se viste de comedor de barrio antiguo. Mesas que crujen, paredes que susurran historias, aroma que despierta domingos perdidos: todo conspira para que el tiempo se detenga. Por eso es una opción ideal para los amantes de la gastronomía, en especial del clásico asado argentino. Ya sean turistas o locales, vale la pena.
El bodegón El Tata, un clásico de Buenos Aires.
El bodegón con cortes de asado barato
La ciudad de Buenos Aires suele castigar con cuentas altas, pero en El Tata se responde con tradición al fuego y precios que invitan a los comensales a elegir en su carta sin ningún tipo de temor. Cada corte es un abrazo argentino, cada bocado, un viaje al pasado sin boleto caro.
¿Una oferta que convence? Varios cortes de asado que no superan el precio de los $9.000. Entre ellos se encuentran chinchulines, riñón, chorizo, morcilla, matambre -tiernizado o de cerdo-, pollo o bondiola de cerdo.
El asado viene acompañado con papas fritas en este bodegón.
También hay otros cortes de asado por un precio más alto, como bife de chorizo, mollejas, entraña o vacío. Desde brasas que cantan hasta milanesas con guarnición generosa, hay para todos. Los grupos llegan, comparten, se van llenos y con monedas sobrantes.
El bodegón El Tata ya no es opción: es destino. Autenticidad, parrilla pura, bolsillo tranquilo. Si buscas Argentina en su esencia, sin lujos ni sustos, este bodegón te abre la puerta.






