Lo prevé una ley provincial

La jueza Ana María Salas acudió a la Justicia internacional contra la obligación de aportar a OSEP

La camarista laboral tramita en la Corte Interamericana de Derechos Humanos su negativa a aportar a la OSEP. Alegó que "se violenta" el principio de intangibilidad de los salarios de los magistrados

La jueza laboralista Ana María Salas acudió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para protestar contra la obligación de aportar a la OSEP que rige para los magistrados mendocinos desde 2011 en favor de las personas con discapacidades.

El caso está en los tribunales internacionales en la primera etapa denominada de admisión y tiene como antecedente dos fallos adversos en la Suprema Corte de Justicia de Mendoza y en la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Salas integra la Séptima Cámara del Trabajo, que oportunamente deberá resolver casos tan sensibles como la indemnización varias veces millonaria que reclama el destituido juez Antonio Vicente Sánchez Rey.

Ana María Salas, de la Séptima Cámara.
Ana María Salas, jueza laboralista.

Ana María Salas, jueza laboralista.

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El caso de la jueza Salas

A poco de fijarse la obligatoriedad de aportar a la OSEP, un grupo de magistrados mendocinos acudieron a los tribunales y presentaron una demanda colectiva que perdieron.

Salas quedó fuera de esa resolución porque lo hizo fuera de los plazos legales permitidos, según el máximo tribunal local. Entonces acudió a la Corte nacional, que en 2013 rechazó su planteo.

Para continuar el litigio en los tribunales internacionales, la magistrada contrató a partir de 2014 los servicios de la abogada Fabiana Quaini, de vasta y exitosa experiencia en Derecho Internacional.

Según Quaini, quien habló de "extracción compulsiva", la normativa provincial "violenta derechos" de Salas y los demás magistrados. También el principio de intangibilidad.

Un pleito de largo aliento

De aquellos jueces que accionaron en la Corte y perdieron, la gran mayoría terminó acordando con el Poder Ejecutivo durante los últimos años y comenzó a aportar a la OSEP.

Muy pocos quedaron en litigio. Y Salas es una de esas personas.

La jueza laboralista es una de las magistradas que renunció al cargo a comienzos del 2020 cuando el Gobierno promovió la reforma previsional que recorta los futuros haberes jubilatorios.

Hoy está a la espera de ese beneficio y sigue en funciones, ya que las jubilaciones están algo frenadas en ANSES hasta que los interesados renuncien de manera efectiva y esperen por lo menos 2 o 3 meses para empezar a cobrar.

En 2014 había sido denunciada en el Jury de Enjuiciamiento por “mal desempeño de sus funciones”, “realizar actos de manifiesta arbitrariedad” y “dejar de cumplir sus obligaciones”; actuaciones que fueron archivadas por ese organismo que revisa la conducta de los jueces.

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