Un caso de abuso sexual aberrante, un hombre que cometió el femicidio de una mujer y se quedó mirándola en la vereda mientras moría, otro sujeto que fue torturado y descuartizado, un trágico accidente que se cobró 4 vidas, una niña de 14 años atrincherada y disparando adentro de una escuela. Parecen casos de ficción, pero no lo son. Fueron hechos policiales reales que ocurrieron a lo largo de este año que termina y que marcaron la agenda del 2025.
Los 5 casos policiales que marcaron el 2025
El año que ya se termina tuvo varios episodios policiales en Mendoza que marcaron la agenda. Aquí, una breve síntesis
Los cuatro muertos en un accidente frente a Palmares
Ocurrió a las 3 de la madrugada del miércoles 15 de enero de este año cuando los cuatro chicos iban en un VW Golf en el que circulaban por la Avenida San Martín hacia el norte. Thiago Magallanes había cumplido 18 años, y el día anterior al accidente se sacó la licencia de conducir. Su familia le había regalado un auto por llegar a la mayoría de edad y haber terminado el secundario en el Colegio ISEP.
Esa noche, Thiago Magallanes estaba en su casa del barrio Palmares y les pidió permiso a sus padres para salir con el auto. Y así lo hizo junto a su hermano Bautista, de 14 años, y sus dos amigos Luciano Hernández y Santiago Gómez, los dos de 17 años.
Antes de llegar al cruce con calle Humahuaca, Thiago mordió el cordón de la vereda justo frente al mall de Palmares, perdió el control del auto, cruzó la ciclovía ubicada en el margen oeste, y se estrelló contra un árbol. Los vecinos salieron al escuchar el estruendo del accidente, y alertaron que dos chicos estaban atrapados y sin reacción. Bomberos trabajó para sacar los cuerpos y encontraron a los otros dos.
Abuso sexual en El Borbollón
Víctor Aníbal Rodríguez, de 50 años, quedó preso e imputado por el secuestro y abuso sexual de una joven de 20 años ocurrido el lunes 7 de abril al mediodía, cuando la víctima regresaba de la UNCuyo, donde estudiaba Profesorado de Historia. El hombre la engañó al pedirle ayuda para levantar una caja, pero la metió a la fuerza a una casa ubicada en calle San Ramón, casi Ruta 40, de Las Heras, donde la tuvo retenida durante 7 horas.
Durante ese tiempo abusó de ella, le pegó los ojos con pegamento para que no pudiera ver, le puso una novela en la televisión y le dio algo de comer. La joven intentó todo el tiempo "hacerse la amiga" de él para sobrevivir; le decía que no lo denunciaría, pero que la dejara irse, ya que su familia la buscaba.
En la noche de ese mismo día fue cuando Víctor Rodríguez decidió sacarla de la casa, la acompañó por un descampado desde donde ella corrió hasta una calle y le pidió auxilio al chofer de un colectivo, que la llevó hasta donde estaba su familia, ya que sabía que la buscaban.
Luego de la detención del sospechoso, se supo que tenía denuncias previas por abuso sexual por tres sobrinas a quienes había violado cuando tenían 6, 7 y 12 años, y arriesga una pena de hasta 50 años.
Descuartizadora de Guaymallén
Entre la medianoche y las 5 de la madrugada del 18 de junio pasado, César Darío Rodas (41) fue atacado en un domicilio ubicado sobre calle Adolfo Calle, en Dorrego. El motivo del ataque sería que sospechaban que el hombre había abusado sexualmente a una de las hijas de la Adriana Valeria Suárez (40) -pese a que las pericias posteriores descartaron lesiones compatibles con un vejamen-. Durante todas esas horas, César Rodas fue golpeado, torturado y finalmente descuartizado.
La reconstrucción fiscal sostiene que mientras le decían "ahora vas a sentir lo que sintió mi hija", la mujer y sus cómplices -Marcelo Rubén Altamirano (35) y Ángel Jonatan Quiros (32)- le martillaron los dedos de los pies y las manos, le introdujeron una botella de vidrio y lo golpearon con una manopla y un palo de madera. También lo obligaron a arrodillarse, leer la Biblia y pedir perdón.
Ángel Quiros se retiró del lugar cerca de las 4, mientras que los otros dos sospechosos continuaron con la agresión hasta que consumaron el crimen. Luego, descuartizaron el cadáver. Parte de los restos se lo dieron de comer a los perros de la casa, mientras que otra fue quemada en una chimenea.
Femicidio en Guaymallén
Enzo Valdovino y Sandra Sánchez, ambos de 57 años, estaban en pareja desde hacía casi dos décadas, pero habían terminado la relación. En la tarde del martes 2 de septiembre, el jubilado -antes era vigilante de seguridad privada- se dirigió con un flete hasta la propiedad de Guaymallén porque se iba a llevar sus muebles del lugar. Se trasladó en la camioneta de un fletero y también lo acompañó su hermano y un sobrino para realizar la mudanza, debido a que el presunto femicida tiene serias dificultades motrices.
La primera reconstrucción del hecho apunta a que Enzo Valdovino y Sandra Sánchez se encontraban solos en el interior de la casa cuando comenzó una discusión. Segundos después, la mujer salió tambaleando hasta la vereda y se desvaneció. Había recibido una puñalada a la altura de la axila izquierda con un cuchillo. Murió a los pocos segundos sin que los médicos del Servicio de Emergencia Coordinado (SEC) pudieran hacer algo.
Enzo Valdovino se quedó en el lugar, mirando cómo moría la víctima. Testigos que declararon en la causa aseguraron que el hombre dijo: "Ya no hay más nada por hacer". A los pocos minutos, con la intervención de las autoridades policiales, fue detenido por el femicidio.
Atrincherada en una escuela de La Paz
El 10 de septiembre pasado, una alumna de 14 años acudió a la escuela Marcelino Blanco, una de las dos secundarias ubicadas en el departamento de La Paz. Lo hizo con una pistola 9 milímetros escondida entre sus prendas, que previamente le había sustraído de su casa a su padre, un efectivo policial que se desempeña en San Luis.
La alumna les exhibió el arma a algunos compañeros, lo que escaló hasta las autoridades del colegio y se decidió evacuarlo inmediatamente, por lo que quedó atrincherada en soledad.
Durante 5 horas, la chica estuvo deambulando sola en la escuela mientras las autoridades negociaban para que se entregara. En ese lapso efectuó disparos en el interior del colegio, aunque sin causar heridas a nadie. Cerca de las 15, la adolescente desistió de su conducta y se entregó. Inmediatamente fue subida a una ambulancia y trasladada a un hospital para ser asistida.
Surgió la sospecha de que la alumna había sido víctima de grooming. Fuentes vinculadas al expediente detallaron que aparentemente la menor había estado cruzando conversaciones con un contacto de WhatsApp a quien le enviaba imágenes subidas de tono a cambio de dinero que se transfería a una cuenta. La sospecha es que este número es de una persona extranjera en cuya foto de perfil salía portando un arma de fuego, lo que podría haber motivado el episodio que protagonizó la alumna en la escuela Marcelino Blanco.








