La esperanza de vida de una persona está estrechamente ligada a las distintas conductas y costumbres que mantiene una persona. En este sentido, hay un hábito que muchos hacen y, por el contrario de lo que se cree, no hace más que acelerar el envejecimiento.
Un mal hábito presente en adultos mayores acelera el envejecimiento
Este mismo es muy replicado en los adultos mayores, sector etario mayormente interesado en lo que respecta a la edad de una persona, y es nada menos que el sedentarismo.
El sedentarismo acelera el envejecimiento en adultos mayores
Estudios han demostrado que el sedentarismo puede hacer que las células envejezcan más rápido de lo que deberían, lo que significa que la edad biológica (el envejecimiento celular) no coincide con la edad cronológica, sobre todo en adultos mayores.
La gerontología, la ciencia que estudia el envejecimiento, y la epigenética, que analiza cómo nuestros hábitos influyen en la expresión de nuestros genes, nos han desvelado que somos los principales artífices de nuestro propio proceso de envejecimiento.
Regresando al mal hábito de ser sedentario, hay que decir que este afecta a los sistemas principales, y en una especie de efecto dominó, esto se ve reflejado en el físico.
El sedentarismo afecta negativamente al sistema cardiovascular (aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares), al sistema musculoesquelético (causando pérdida de masa muscular y fuerza, y problemas de movilidad) y a la densidad ósea, por nombrar algunos ejemplos.
La inactividad física en adultos mayores se asocia con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, obesidad, algunos tipos de cáncer y deterioro cognitivo.
El sedentarismo también puede afectar negativamente la calidad de vida de los adultos mayores, generando problemas emocionales, dificultades para realizar actividades cotidianas y una disminución en la sensación de bienestar. Si tienes este mal hábito, es importante que lo elimines de inmediato más allá del envejecimiento.
Deportes recomendados para adultos mayores
Para adultos mayores, se recomiendan deportes y actividades físicas que sean de bajo impacto y que promuevan la flexibilidad, el equilibrio y la resistencia cardiovascular. Algunos de los principales son los siguientes:
- Natación: ideal para ejercitar todos los músculos sin impacto en las articulaciones.
- Ciclismo: beneficioso para la salud cardiovascular y el equilibrio, ya sea en bicicleta estática o al aire libre.
- Yoga y Tai Chi: ayudan a mejorar la flexibilidad, el equilibrio y la concentración, además de reducir el estrés.
- Caminata: una actividad sencilla y accesible que se puede adaptar a diferentes niveles de condición física.
- Ejercicios de fuerza: levantar pesas ligeras o usar bandas elásticas para mantener la masa muscular y la densidad ósea.
- Baile: actividad divertida y social que mejora la coordinación y el equilibrio.