persona comiendo una manzana
Las frutas como la manzana son muy susceptibles a la oxidación, una respuesta natural de la pulpa de los vegetales hacia el oxígeno del aire que respiramos.
Lo que vemos como “oxidación” es pardeamiento enzimático: al cortar o golpear la fruta se rompen las células y se libera una enzima (polifenol oxidasa, PPO). Cuando esa enzima entra en contacto con oxígeno, transforma compuestos fenólicos en quinonas, que luego forman pigmentos marrones. No es peligroso, pero sí afecta color, aroma y textura.
En otras palabras, según el blog Freshis, "sucede por efecto de los fenoles, encargados de proteger las manzanas contra hongos y baterías. Al cortarse y quedar expuestas al aire, las enzimas desencadenan una reacción química que junto con el oxígeno hacen que la pulpa se vuelva marrón oscura".
De esta forma, se nos presentan dos factores, uno que acelera este proceso y otro que lo corta. En el primer caso, el oxígeno (superficies expuestas, recipientes abiertos) acelera la pigmentación marrón, al igual que el pH neutro o alcalino, la temperatura templada/alta o la presencia de metales reactivos como cuchillos viejos de hierro/cobre. Sin embargo, el ácido, los antioxidantes, el frío, el agua o el papel film retrasan o detienen este proceso.
El truco sencillo y efectivo para que la manzana no se oxide
manzana normal y manzana oxidada
Si bien la oxidación que sufren las manzanas al ser cortadas es un proceso natural que no supone ningún problema al consumirlas, puede ser una experiencia desagradable para la vista y sobre todo para el paladar. Pero con el truco que te revelamos no ocurrirá.
Este truco es barato, rápido y no deja gusto extraño si lo hacés bien. La sal reduce la actividad de la enzima y limita el oxígeno disuelto.
Proporciones exactas que debes usar:
- ½ cucharadita de sal (2–3 g) por 1 taza de agua (250 ml).
- Si hacés más cantidad: 2 cucharaditas por 1 litro.
El paso a paso lleva entre 2 y 5 minutos. Primero prepara el bowl con agua fría y sal. Mezcla hasta disolver. Después corta la manzana(gajos, cubos o láminas) y sumergí los trozos 3–5 minutos moviéndolos un poco.
Ahora escurrí y enjuaga apenas 5–10 segundos bajo agua fría para quitar el exceso de sal. Seca con papel de cocina, guarda en recipiente hermético con un trocito de papel absorbente y guárdala en la heladera hasta cuando desees comerla.