En concreto, los expertos en jardinería señalan que la mayoría de los manzanos comerciales son injertados, lo que significa que la semilla puede tener la herencia genética del injerto o del patrón. Por lo tanto, un manzano de semilla podría no dar fruto nunca, dar frutos de mala calidad o deformes, tardar muchos años en producir, o dar frutos perfectamente. Lo que sí está garantizado es el crecimiento de la planta. En cambio, la cosecha de la fruta será una cuestión de fortuna.
manzano árbol frutal
La germinación de semillas de manzana nos permitirá contar con un imponente árbol frutal.
Hecha esta aclaración, pasemos a conocer el método de jardinería infalible para tener un árbol frutal de este tipo en el huerto:
- Preparación de la semilla: para que la semilla germine, necesita un período de frío, conocido como estratificación. Si la manzana es de supermercado, es posible que ya haya pasado por este proceso. Otra opción es colocar las semillas en papel húmedo dentro de un recipiente con tapa en la heladera durante 15 días a un mes.
- Germinación: después del período de frío, la semilla debería empezar a brotar.
- Trasplante a maceta: una vez que la semilla tiene un brote verde con raíz, se trasplanta a una maceta. Aquí se recomienda plantar varias semillas para aumentar las posibilidades de éxito.
- Plantación en el huerto: si se desea plantar el árbol frutal en el huerto, se debe hacer un agujero grande y profundo, de al menos 80 centímetros, dos días antes para oxigenar la tierra. Se sugiere usar humus de lombriz como abono y mezclarlo con la tierra, asegurándose de que el suelo tenga pequeñas piedras para un buen drenaje. Después regar abundantemente.
- Iluminación: asegurarse, durante los primeros meses de cultivo, que el árbol frutal reciba una buena dosis de iluminación. Al menos necesita de 6 horas de sol por día. Así verás como poco a poco comienza a desarrollarse el manzano en tu huerto.