Se desactivó la operación

Martín Hinojosa buscó tranquilizar a productores y aseguró que no habrá importación de vino

El mendocino titular del INV viajó a San Juan para reunirse con empresarios. Al menos una firma está queriendo importar 3 millones de litros, pero por ahora la operación estaría desactivada. Siguen las complicaciones por la crisis de las botellas

Los mensajes de productores se intensificaron en el celular de Hinojosa. Desde mediados de febrero vienen consultándole si al menos dos firmas estaban buscando concretar la importación. Por eso el mendocino organizó el encuentro con las partes, que se terminó haciendo este miércoles. "La empresa estuvo bien. Nos planteó su intención y les dijimos que no es lo que queremos. Además, el primero de junio ya se libera la cosecha", dijo el titular del Instituto a Diario UNO.

El miedo comenzó a surgir en San Juan, luego de algunos encuentros que mantuvieron empresarios del sector con el ministro de Producción de aquella provincia Ariel Lucero. Dijeron que era solo para interiorizarse sobre el estado de la industria agrícola (semanas atrás el Gobierno nacional les destinó 8.800 millones de pesos para “fortalecer el desarrollo”), pero esa versión no logró acallar los rumores.

Es que no es la primera vez que los productores vitivinícolas viven un nerviosismo semejante. En 2017 terminó concretándose una importación de, al menos, 100 millones de litros, lo que redundó en sobreestock del producto y una consiguiente baja de los precios en el mercado local. La preocupación es que el escenario se repita en un contexto que, hoy, es mucho más complejo para la producción.

La producción de vino orgánico requiere que desde el cultivo de la uva hasta su elaboración no se utilicen productos químicos.
Los productores vienen consultando desde hace por lo menos dos meses sobre la posibilidad de que algunos privados busquen reflotar las importaciones de vino chileno. Por ahora, esas operaciones estarían desactivadas afirmó Martín Hinojosa.

Los productores vienen consultando desde hace por lo menos dos meses sobre la posibilidad de que algunos privados busquen reflotar las importaciones de vino chileno. Por ahora, esas operaciones estarían desactivadas afirmó Martín Hinojosa.

“Respecto a las versiones de que empresas multinacionales comenzarían a importar vino, esta semana, junto al Gobierno Nacional y el Gobierno de San Juan hemos mantenido reuniones con bodegas”, comenzó diciendo Hinojosa en su red social. “Nos aseveraron que no importarán vino y buscarán otras alternativas, priorizando la producción local”, apuntó.

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Por qué surgió el rumor

El titular de la Federación de Viñateros de San Juan acusó al Grupo Peñaflor de querer importar vino desde Chile –al menos 3 millones de litros, según reconstruyeron más tarde- bajo pretexto de que no habría materia prima. Buscó rebatir esa versión argumentando que hay 1.600 millones de litros entre la cosecha 2021 y el remanente de temporadas anteriores.

Tras los encuentros de la semana pasada entre uno de los directivos de esa empresa y funcionarios del gobierno sanjuanino, empresarios y trabajadores del sector entendieron que esa era la señal clara de que la llegada de vino chileno comenzaba a materializarse. A partir de eso, empezaron a exigir que se esclareciera el panorama. Incluso, mencionaron que el INV, que conduce el tunuyanino Hinojosa, tiene datos para garantizar que no se justifica ningún tipo de compra en el exterior.

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"Les planteamos que no sería conveniente la importación, pero los empresarios estuvieron bien y nos dijeron cuáles eran sus preocupaciones", apuntó Hinojosa a UNO.

Lo que aducen, en definitiva, es que se trataría de competencia desleal y de un golpe duro a toda la cadena de producción vitivinícola si es que se concretara. Tanto productores como empresarios aseguran que tampoco sería conveniente por el desfase de precios (sería más caro importar) y porque podría haber diferencias en torno a las normas que se siguen en la elaboración. No son los mismos parámetros en ambos países.

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El INV entiende que la importación de vinos complicaría más el contexto

El escenario de por sí no es bueno. Aunque en Mendoza recibieron bien los números de consumo interno y los del nivel de exportación del año pasado (el vino representa el 50% de todo lo que la provincia le vende al mundo), las condiciones de producción se encarecieron en 2021 y tienen una tendencia a continuar elevándose en 2022.

A la crisis por la falta de botellas, el aumento de demanda que comenzó con la pandemia y las dificultades para importar, ahora se suman los primeros coletazos de la guerra en Ucrania: según referentes de la empresa Cattorini, que tiene dos hornos de vidrio en Mendoza, ya experimentan problemas con el combustible que les impiden trabajar normalmente.

En la provincia hay que sumarle las dificultades que trajo el incendio en Veralia, el 19 de septiembre del año pasado. Según estimaciones que se comparten en el sector, la fábrica de Rodeo de la Cruz es la encargada de producir el 35% de cristal para botellas de toda la Argentina. Con todo ese combo de dificultades locales, nacionales y foráneas; las noticias sobre posible importación preocuparon en ambas provincias y motivaron las explicaciones de Hinojosa.

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