Javier Olivera Ravasi es hijo de Jorge Olivera, un condenado a perpetua por crímenes de la última dictadura militar. El sacerdote afirma ser abogado, doctor en Filosofía, doctor en Historia y profesor universitario de Derecho.
El religioso viene reproduciendo sus controversiales mensajes hace rato. En algún momento publicó en las redes la foto de un rosario hecho con balas, a lo que se suman comentarios contra la homosexualidad y a favor de una "contrarrevolución cultural" en un canal de YouTube que ya cosechó más de 400.000 seguidores.
El capítulo más reciente de su larga cadena de escándalos parece ser la visita de los diputados de LLA a la cárcel de Ezeiza, donde los invitados conversaron con criminales de lesa humanidad y se tomaron fotos entre sonrisas.
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La mendocina Arrieta junto a otros legisladores de LLA y condenados por delitos de lesa humanidad, entre ellos Alfredo Astiz.
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La visita a represores y sus consecuencias
A raíz de ese hecho, la Conferencia Episcopal se distanció del cura; y el Obispado fue en sintonía y abundó: "Se le pidió un cambio de actitud y comportamiento en su proceder. Al no observarse hasta el presente el cambio requerido, y teniendo en cuenta que el mencionado sacerdote no pertenece a esta Diócesis de Zárate-Campana así como por el bien de la comunidad diocesana, hechas las consultas pertinentes, se le ha comunicado que en adelante no tiene autorización para residir en esta Diócesis”, reza -nunca mejor dicho- el comunicado.
Aquí, el texto completo:
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El vínculo entre Olivera Ravasi y los represores
El cura polémico es hijo de Jorge Olivera, condenado en 2013 a perpetua por una serie de delitos cometidos durante la última dictadura militar, entre los que está la desaparición de la modelo Mari Anne Erize, uno de los casos más emblemáticos de San Juan.
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Marie Anne Erize (24) fue secuestrada en San Juan en 1976 por fuerzas de la dictadura. Durante los juicios por delitos de lesa humanidad se supo que fue encarcelada, torturada y abusada sexualmente. Hoy está desaparecida.
El 25 de julio de año 13, Jorge Olivera se fugó cuando estaba en el hospital militar Argerich de Buenos Aires, y en aquella oportunidad su hijo difundió una carta donde decía: "De más está decirte que toda la Familia Religiosa del Verbo Encarnado está sufriendo con vos”.
Como informó Diario UNO en su oportunidad, aquella misiva se publicó en la página web de la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de Argentina (AFyAPPA), que tenía entre sus caras visibles a Cecilia Pando.
En una parte de su escrito, el hijo del represor le decía a su padre: “Él, Nuestro Señor, en circunstancias análogas a las tuyas debió padecer también un juicio injusto: siendo inocente, se hizo pecado al cargar sobre sí nuestras culpas”.
Jorge Olivera fue recapturado en 2017, tras cuatro años prófugo. Lo hallaron escondido en el baúl de un auto en Vicente López (Provincia de Buenos Aires) y lo enviaron a la cárcel.
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El represor Jorge Antonio Olivera en enero de 2017, cuando fue recapturado en Vicente López (Provincia de Buenos Aires). Foto: Policía Federal.