Ante esta situación, el hombre le dijo: "¿Vos sos policía o qué?", a lo que la mujer le habría contestado que no iba a dejar que la tratara mal, y antes que el hombre pudiera llegar a insultarla, decidió cortar la comunicación. Lo grave es que los gritos de socorro eran de Florencia Romano, que luego sería asesinada.
La llamada quedó desestimada, tal vez por pensar que era una broma o no era nada serio, tal como pasa en un centenar de llamados diarios que ingresan al 911.
Cuando los investigadores capturaron a Pablo Arancibia (33) y a su novia Micaela Méndez (27) en su casa de Maipú, por la desaparición de Florencia Romano (14), algunos vecinos señalaron que el sábado escucharon gritos de pelea y música fuerte. Allí se enteraron que por lo menos una persona había alertado a la Policía sobre esa situación.
Al buscar las grabaciones de las llamadas en el rango horario cercano a las 19, se encontraron con la comunicación fallida.
Debido a que se trató de un crimen, los fiscales de Homicidios Fernando Guzzo y Claudia Ríos sacaron una compulsa penal para que otra fiscalía investigue lo que pasó.
La mujer policía fue sancionada por la Inspección General de Seguridad, quienes la suspendieron y quedó en pasiva, lo que significa que no puede trabajar y cobrará la mitad del sueldo hasta que se termine la investigación.
Por otro lado, la Justicia penal puede imputarla por abandono de persona, o por incumplimiento de los deberes de funcionario público, y hasta puede ir presa.