"No hubo daños por heladas y el granizo se circunscribe a algunos lugares. Por eso podemos encaminarnos a una cosecha de alrededor de 20 millones de quintales, lo que sería algo normal", estimó Córdoba.
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Aunque falta para que tomen color, los racimos ya dan indicios de cuánta uva puede llegar a la cosecha 2025
Claro que resta esperar qué condiciones meteorológicas traerá el verano que está a la vuelta de la esquina. Pero de confirmarse esa estimación sería una cosecha levemente superior a la de este año, que dejó 19,2 millones.
Por lo pronto, aunque Mendoza se mantiene a salvo con pulverizaciones preventivas, en San Juan (segunda provincia con más volumen de uva) un ataque de peronospora ya produjo pérdidas estimadas del orden del 30%.
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Más uva, ¿más vino?
La cosecha de uva 2024 dejó 19,2 millones de quintales, un 31,9% más que 2023. Justamente, el año pasado marcó la vendimia más pobre en décadas, con alrededor de 14 millones de quintales.
Para Emiliano Palazzo, de la Federación de Cámaras Vitivinícolas, actualmente "superamos las heladas tardías y todo indica que puede haber más uva, y con eso más subproductos. Agua hay para un riego y manejo normal de los cultivos".
En la Zona Este, el mayor polo productivo de Mendoza y el país en volumen, se habla de una cosecha superior hasta ahora.
En la industria evitan dar números pero coinciden con ese panorama. Al punto de demostrar alguna preocupación incipiente por lo que puede significar a la hora de la elaboración, con un consumo que no repunta.
"Si esto se confirma, no sé que vamos a ser con tanto vino", soltó un bodeguero, como dando una señal anticipada a la negociación que se viene por los precios de la materia prima.
Ante ese panorama, Córdoba se apuró a señalar que el sector "espera que paguen lo que hay que pagar por la uva".
Efecto Lobesia y costos
En las fincas advierten que a la lista de factores que determinarán cuánta uva llegará a los lagares de las bodegas hay uno no menor: la temida polilla de la vid o Lobesia Botrana.
"Es un componente oculto hasta que el camión llega a la báscula, porque pueden verse racimos en los tachos y terminar pesando poco", describió Palazzo, antes de señalar "cierta relajación" en el programa que combate la plaga.
Mientras tanto, empieza a crecer lentamente la expectativa por el próximo pronóstico del INV, que suele tomar fincas testigo para cuantificar la uva por cosechar.
En tal sentido, el referente de la Federación de Cámaras Vitivinícolas abogó por "un censo de viñedos". "Poco sirve una selección de fincas testigo, dado que hay mucho abandono y la entrada y salida de productores que van a otro tipo de producción -como la ganadera- marca una dinámica propia", argumentó.
En el ítem costos, la tarifa de riego agrícola e insumos claves para el viñedo (combustible y agroquímicos sobre todo) movieron mucho la aguja para el bolsillo. Al punto que no son pocos los que quedaron afuera del sistema.
En línea con ese pensamiento, Córdoba recordó que "han excedido las posibilidades de muchos. Por algo es que en los últimos ocho años perdimos 3 mil productores".
Para el referente de los viñateros "hay que hacer una observación: si bien somos menos, en hectáreas no varió tanto. Eso puede indicar que vamos hacia grandes implantaciones, con lo cual estaríamos yendo al modelo chileno. O sea, pocos con grandes superficies".