El jazmín es una planta inconfundiblemente hermosa, pero cuando las hojas comienzan a mostrar manchas marrones, es una señal de alerta que indica que algo no anda bien. Te contamos qué está sucediendo y que hacer para recuperar su vitalidad y devolverle el verde intenso a su follaje.
Las hojas marrones en un jazmín pueden ser causadas por varios factores relacionados con el ambiente, el cuidado o las enfermedades, como con hongos, bacterias o virus.
Que causan las manchas marrones en el jazmín
Las manchas marrones en las hojas del jazmín pueden deberse a distintos factores. Las causas más comunes son:
El jazmín puede tener hojas marrones por fallas en el cuidado o por enfermedades.
- Exceso de riego o riego inadecuado: el suelo encharcado asfixia las raíces y provoca la aparición de hongos. El exceso de agua puede pudrir las raíces, mientras que la sequía provoca que la planta se deshidrate.
- Falta de nutrientes como el nitrógeno, fósforo o potasio, pueden hacer que las hojas se vuelvan marrones y se sequen perdiendo su verde caracteristico.
- Plagas: como los ácaros, la cochinilla o los trips, que succionan la savia y debilitan la planta.
- Demasiada exposición solar: el jazmín es sensible a temperaturas extremas. El sol quema las hojas, dejando manchas secas o negruzcas.
- Enfermedades como la mancha foliar o antracnosis pueden causar manchas marrones en las hojas, que comienzan como puntos y se extienden por las hojas, que eventualmente se secan y caen.
- El aire muy seco también puede hacer que las hojas se sequen y se tornen marrones.
- Si el jazmín ha crecido demasiado para su maceta y las raíces están enredadas, esto puede causar estrés en la planta, lo que afecta las hojas y se vuelven marrones
Cómo recuperar un jazmín
Seguí estos trucos de jardinero y recupera tu jazmín en cuestión de días.
-Primero tenés que revisar las raíces. Saca la planta de la maceta y comprobá que no estén blandas ni ennegrecidas. Si lo están, corta las partes dañadas y cambia el sustrato.
-Poda las hojas afectadas. Elimina todas las partes con manchas para evitar que se propaguen los hongos.
-Aplica un fungicida natural. Mezclá una cucharada de bicarbonato de sodio, unas gotas de jabón neutro y un litro de agua. Pulverizá sobre las hojas cada tres días durante una semana.
-Regá con moderación. Solo cuando la capa superior de la tierra esté seca. El jazmín prefiere la humedad controlada, no el exceso de agua.
-Dale un abono rico en hierro y magnesio. Podés usar cáscaras de banana secas o un fertilizante líquido orgánico para plantas con flor.
-Colocá el jazmín en un lugar con luz indirecta y buena ventilación. Si está en exterior, procurá que reciba sol suave durante la mañana y sombra parcial por la tarde.
Con estos cuidados, en pocas semanas notarás brotes nuevos y hojas sanas, señal de que la planta se está recuperando.






