Después del temblor que sacudió Mendoza, se sintieron uno fuerte en Chile y un terremoto en Antártida que provocó temores por un posible tsunami. En San Juan tembló toda la noche.
Después del temblor que sacudió Mendoza, se sintieron uno fuerte en Chile y un terremoto en Antártida que provocó temores por un posible tsunami. En San Juan tembló toda la noche.
Desde el terremoto de 6.4 en San Juan, la tierra no para de acomodarse. Aquel 18 de enero se sintió un fuerte temblor en Mendoza, con epicentro en Pocito, y aún hoy se sufren las consecuencias. Varias personas se quedaron sin hogar en el Sur sanjuanino y en Las Heras una mujer perdió una de las paredes de su vivienda.
A cinco días de aquel fuerte movimiento sísmico, Mendoza fue epicentro de un temblor corto y de 3.9 que se sintió fundamentalmente en la zona de Potrerillos y Uspallata.
Después de ese sismo que sorprendió a muchos mendocinos (y turistas), a las 20.36 se reportó un terremoto de 7,1 grados en la escala Richter según el informe del Instituto Nacional de Prevención Sísmica en proximidades de la chilena Base O'Higgins de la Antártida, lo cual generó temores de tsunami.
Una alerta que debía ser exclusiva para las bases antárticas, se disparó por una falla en celulares del resto de la población por lo que aquellos que se encuentran veraneando en las playas de la zona central de Chile se asustaron y mucho.
Más aún, cuando seis minutos después se produjo un fuerte teblor entre las regiones de Coquimbo, por el norte; y del Maule, por el sur; un tramo de unos 710 kilómetros.
Ese segundo temblor alcanzó una magnitud de 5,5 Richter y se localizó a 11 kilómetros al este de Farellones, en la cordillera.
Después de estos (el último fue percibido en San Juan y en Mendoza), se produjeron unos ocho temblores en San Juan, de baja intensidad. También se movieron Jujuy, La Rioja y Salta.