Te puede interesar Así mató el jubilado al ladrón: video que analiza la fiscalía
También explicó la filosofía de una iniciativa que empezó a aplicarse hace más de un mes: “Sabemos que la presencia de otro familiar acompañando lo doloroso de este proceso contribuye a disminuir los síntomas físicos y emocionales. En este sentido, creemos y consideramos que es de suma importancia permitir la presencia de otro familiar junto al paciente. Sostenemos que morir acompañado puede ser en sí mismo un acto paliativo”.
“Lo que empezamos a ver con los pacientes de Covid positivo que tienen que estar aislados en el hospital fue la dificultad de llevar ese final de vida. Desde la perspectiva de los cuidados paliativos, la despedida forma parte del proceso que empezamos a trabajar no bien tenemos contacto con el paciente y la familia", contó Primerano. “Lo que empezamos a ver con los pacientes de Covid positivo que tienen que estar aislados en el hospital fue la dificultad de llevar ese final de vida. Desde la perspectiva de los cuidados paliativos, la despedida forma parte del proceso que empezamos a trabajar no bien tenemos contacto con el paciente y la familia", contó Primerano.
Para el psiquiatra, la aplicación de esta práctica favorece a que los procesos de duelo para los familiares no sean tan traumáticos y pretende que se siga actuando de manera humanizante.
Te puede interesar: Cuáles son los departamentos de Mendoza en los que hay transmisión comunitaria
“Tuvimos la primera experiencia hace poco más de un mes. Fue dificultoso poder hacerle entender a los otros colegas y profesionales del hospital lo que queríamos hacer. Pudieron ingresar los hijos del paciente: primero ingresó uno, días después entró otro. Más allá de lo complejo de la situación, una de las hijas nos manifestó haber sentido alivio porque al menos pudo estar los últimos días de vida de su padre, acompañándolo”, relató el profesional. “Tuvimos la primera experiencia hace poco más de un mes. Fue dificultoso poder hacerle entender a los otros colegas y profesionales del hospital lo que queríamos hacer. Pudieron ingresar los hijos del paciente: primero ingresó uno, días después entró otro. Más allá de lo complejo de la situación, una de las hijas nos manifestó haber sentido alivio porque al menos pudo estar los últimos días de vida de su padre, acompañándolo”, relató el profesional.
Según el protocolo, se permite que un único familiar permanezca internado en la misma habitación que el paciente en tratamiento paliativo. Aunque no se permite la rotación, puede suceder que el acompañante decida no hacerlo más y que su lugar lo ocupe otro familiar cercano. Ninguno podrá tocar ni abrazar al paciente moribundo, sí puede hablarle y la palabra "viene a llenar de afecto al paciente en su final de vida", dijo la directora.
El acompañante deberá dormir en la misma habitación y respetar posteriormente las condiciones de aislamiento por catorce días. Y a su vez, cumplir con ciertos requisitos: ser mayores de edad, encontrarse asintomáticos durante el período de acompañamiento, no presentar factores de riesgo por Covid-19 (mayores de 60 años, enfermedad cardiovascular, enfermedad renal, enfermedad pulmonar crónica, diabetes, embarazo).
“Se deben maximizar las medidas de higiene personal e higiene respiratoria, no debe compartir utensilios ni alimentos o bebidas con el pacientes, tiene que haber sido capacitado en la correcta utilización de EPP (equipo de protección individual) y no podrá deambular por el establecimiento hasta tener el diagnóstico definitivo en caso de que sea paciente sospechoso”, informó Mori.