El jazmín de Madagascar o Stephanotis puede crecer como arbusto trepador o liana decorativa ya que emite fragantes flores blancas. En su hábitat natural puede alcanzar entre tres y cinco metros de altura, aunque en otros entornos tiene un tamaño más pequeño.
Se trata de una planta voluble, capaz de enroscarse en torno a un soporte. Si se cultiva directo en el sustrato del jardín florece sin interrupción desde la primavera al otoño. Tiene flores tubulares, de textura cerosa que se abren en cinco pétalos y desprenden un aroma dulce.
Esta planta tiene hermosas flores blancas. Imagen: Pexels.
Por qué es la planta ideal para interiores
Es ideal para decorar cualquier jardín, terraza, un patio interior o incluso cualquier ambiente del hogar. Se adapta a la vida de interior, puede sobrevivir sin la exposición directa a la luz natural y necesita poco riego.
Sus flores, pequeñas y elegantes, crecen en racimos y duran varios días. Además, la planta crece rápido y se acomoda tanto en macetas grandes como en simples frascos de vidrio, lo que la convierte en una opción accesible y versátil.
Cuidados del jazmín de Madagascar
Según los expertos de Picture This, esta planta necesita crecer en un ambiente de humedad y si lo vas a cuidar en un frasco, enfócate en el cambio regular de agua y luego de un tiempo, cuando crezcan las raíces, trasplanta a una maceta con tierra, o al sustrato directo.
Una vez en el jardín, el jazmín de Madagascar prospera a pleno sol, pues fortalece el crecimiento, además de que mejora su capacidad de producir flores vibrantes. Por otro lado, la planta requiere un riego moderado, una vez por semana y sin encharcar el suelo.
Es jazmín de Madagascar es una planta con flores de la familia Apocynaceae. Imagen: Freepik.
Esta encantadora enredadera prospera en un suelo bien drenado y aireado. Una mezcla de maceta adecuada se puede crear con partes iguales de turba, corteza de pino y perlita. En ausencia de perlita, se puede utilizar arena para el drenaje. Se planta en primavera u otoño.






