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La isla más joven del mundo emergió del océano y muestra cómo se forman los ecosistemas

En los años 60 una isla emergió del océano debido a erupciones volcánicas marinas submarinas, siendo la más joven del mundo. Todos los detalles.

Una isla es una porción de tierra que se halla rodeada por un océano y que es más pequeña que un continente. En el mundo existe cientos de ellas, de diferentes tamaños y origen, que aportan una biodiversidad única al planeta.

En el caso de la isla más joven del mundo, cuenta con un origen geológico particular. Este pequeño territorio considerado como una de las partes menos antiguas de la corteza terrestre, surgió del fondo del océano. Te contamos de qué isla se trata y como es que emergió desde el fondo mar a partir de 1963.

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La isla más joven del mundo emergió del océano

Según la UNESCO se trata de la isla de Surtsey una de las últimas de Islandia. Ese nuevo territorio del mundo fue creada por erupciones volcánicas submarinas que se produjeron entre 1963 y 1967. Desde que emergió desde las profundidades del océano fue protegida, por lo que está libre de toda injerencia humana, siendo un laboratorio natural intacto.

Ante la importancia de esta isla para el mundo entero, las autoridades internaciones no dudaron en declararla como Patrimonio de la Humanidad en 2008. Este pequeño territorio de apenas 1.8 kilómetros de largo por 1,3 de ancho es esencial, ya que es una fuente excepcional de información a largo plazo sobre el proceso de colonización de una porción reciente de tierra por las formas de vida vegetales y animales.

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La isla que es mayor laboratorio natural del mundo

Desde 1964, los científicos han observado la llegada de semillas transportadas por las corrientes marinas a la isla. Los organismos colonizaban una tierra nueva, exenta de vida. Es así que el laboratorio natural más grande del mundo se llenó de diversos mohos, hongos y bacterias, seguidas de la primera planta bascular.

Los primeros seres vivos en llegar a la isla fueron las gaviotas, avistadas dos semanas más tarde de la erupción. Diversas aves migratorias también utilizaban la isla como zona de paso, pero no fue hasta 1970 cuando se dieron los primeros nidos.

Las mediciones de los investigadores afirman que, en tan solo los 20 años siguientes a la erupción, la isla perdió un metro de altura. A este ritmo de erosión, que alcanzó incluso los 20 centímetros en un año, la isla podría desaparecer por completo en los próximos. Se estipula que será en 2100.

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