Embed - "Si te doy una segunda oportunidad me arriesgo a que vuelva a pasar a mí y yo no quiero que me pase eso otra vez", dijo Gabriel Rolón en Perros de la Calle. "Hay situaciones que NO ameritan una segunda oportunidad". Reviví las columnas de @Gabriel Rolón en Urbana Play #gabrielrolon #gabrielrolón #rolon #pareja #oportunidades #segundaoportunidad #psicologo #terapia #perrosdelacalle #urbanaplay
En este video, Gabriel Rolón nos brinda un gran consejo.
Además, agrega “Si te doy una segunda oportunidad, me arriesgo a que vuelva a pasarme a mí y yo no quiero que me pase eso otra vez.” ¿Qué quiere decirnos? Pues, en su estilo característico, mezclando el lenguaje coloquial con el psicoanálisis, Rolón advierte que el acto de volver a abrir las puertas a alguien que ya lastimó genera el riesgo de que la misma herida se repita.
Una “segunda oportunidad” no debe entenderse como obligación moral. Por eso Gabriel Rolón aclara lo importante que es diferenciar entre la compasión y la compasión que socava el propio bienestar, permitir que vuelvan comportamientos tóxicos o destructivos es hacerse daño por voluntad ajena.
El psicólogo señala que, además la persona que fue dañina repita patrones de conducta, haciéndose nuevamente daño emocional. En este sentido, no todos los errores son recuperables, y no todas las personas cambian lo suficiente como para evitar el dolor recurrente.
pareja
El consejo de Gabriel Rolón nos dice "Hay situaciones que no ameritan una segunda oportunidad".
Rolón ha dedicado buena parte de su carrera a explorar cómo amar sin perderse en el otro. A veces decir “no” es una forma profunda de amor hacia uno mismo. Así, la frase del experto no es un dogma, sino que ayuda a que las personas sean más conscientes: ¿qué riesgo corro al reabrir esa puerta? ¿Cuál es la evidencia de que el otro puede cambiar?
Cómo saber si debo dar una “segunda oportunidad”
Sea un novio/a, un padre, madre o amigos/as para quienes dudan si conceder o no otra oportunidad, estos puntos pueden servir como guía:
Para ello hay que analizar ¿Ha habido responsabilidad auténtica? ¿Se han dado cambios tangibles? No solo promesas: conductas nuevas y sostenidas. ¿Me siento seguro/a emocionalmente? ¿Cuánto me queda si me equivoco? ¿Puedo perdonar sin reiterar la relación plena?