Cada día, el psicólogo y escritor argentino Gabriel Rolón ofrece consejos en "Perros de la calle" que conectan profundamente con las emociones humanas. Su mirada realista nos hace pensar más allá de los mandatos sociales y a conectar con lo esencial. En su consejo para hoy, dejó una frase que invita a redefinir lo que entendemos por felicidad.
En su libro "La Felicidad", Rolón desanda lugares comunes y preconceptos respecto a este estado de la vida que busca poner en evidencia lo que se esconde detrás de esa ilusión, que la modernidad vende como panacea y no es más que una trampa.
Huyendo de fórmulas de prontos frutos y consejos conductistas, Gabriel Rolón pone en entredicho los distintos discursos contemporáneos que abordan la felicidad. Así, propone no idealizarla, saber que es siempre incompleta, que puede surgir en mitad del dolor más lacerante y que hay que trabajarla. Es decir, la felicidad nunca pero jamas, es gratis.
¿Por qué la felicidad nunca es gratis?
El consejo de hoy, sin duda, es profundo y dice “La felicidad nunca es gratis” lo que sin duda apunta a una verdad incómoda pero poderosa. Alcanzar la felicidad requiere un precio. No se trata de dinero ni de posesiones materiales, sino de un compromiso emocional, renuncias necesarias, autoconocimiento profundo y la valentía de tomar decisiones que muchas veces duelen.
Según Gabriel Rolón, la búsqueda de la felicidad implica atravesar procesos difíciles, es decir, dejar relaciones tóxicas, dejar atrás a personas que queremos pero que no necesitamos, superar duelos, enfrentar miedos, revisar heridas del pasado o animarse a vivir según el deseo propio, aunque eso signifique decepcionar a otros. Todo eso tiene un costo emocional. Y esa es la esencia de su mensaje.
Lejos de los mensajes positivos superficiales, el psicoanalista invita a reflexionar con crudeza. Su enfoque rompe con la idea de que la felicidad es un estado permanente, accesible sin esfuerzo. Por el contrario, trata de decirnos que ser feliz es una conquista y que, como toda conquista, exige decisiones, pérdidas y coraje.
La autenticidad de Gabriel Rolón y su manera clara de poner palabras a lo que muchos sienten, hace que todos y cada uno de nosotros nos sintamos identificados. Y en un mundo donde se promueve la gratificación instantánea, esta frase pone el foco en el valor de la lucha interna, la paciencia y la autoaceptación.
Para llegar a la felicidad, a veces, es necesario tocar fondo, creer que la vida no tiene solución, que atraemos infelicidad. Pero cuando sentimos eso, es justo donde empieza la retroversión a la felicidad. Si estamos dispuestos a pagar su precio, todos podemos tenerla.






