El protagonista de esta nota es el árbol lluvia de oro o Cassia fistula, una especie originaria del sur de Asia que se ha ganado un lugar especial en jardines y avenidas por su belleza y su bajo mantenimiento. Se trata de un árbol caducifolio que puede alcanzar entre ocho y doce metros de altura, con una copa redondeada y ramas colgantes que le dan un aspecto elegante y ligero.
Su copa se cubre de flores que caen como cascadas doradas, brillando con la luz del sol y atrayendo mariposas y abejas. Su aroma, dulce y suave, anuncia la llegada de la primavera incluso antes de verlo.
Si quieres cultivar un árbol que se llena de flores, la Cassia fistula es una opción ideal. Imagen: Freepik.
Sus flores amarillas, reunidas en largos racimos colgantes, son el sello distintivo del árbol. Aparecen a fines de la primavera y pueden durar hasta mediados del verano. En esa época, el follaje verde contrasta con el oro intenso de las flores, creando una imagen imposible de pasar por alto. Además, desprenden un perfume delicado que llena el aire, especialmente en los días cálidos.
Cuidados del árbol lluvia de oro
Según los expertos de Picture This, cuidar un árbol lluvia de oro no requiere grandes esfuerzos. Prefiere zonas soleadas donde pueda recibir luz directa durante la mayor parte del día, ya que los rayos solares mejoran considerablemente su crecimiento y aportan a un florecimiento abundante.
Requiere suelos bien drenados y que tengan una buena aireación. Para eso, puedes utilizar una mezcla de tierra de jardín con arena y materia orgánica (como compost) para mejorar el drenaje y la fertilidad. Si no tienes arena, la perlita funciona bien.
Este árbol requiere poco mantenimiento. Imagen: Freepik.
El árbol es resistente a la sequía una vez establecido, aunque conviene regarlo regularmente durante su primer año. En invierno pierde sus hojas, pero vuelve a brotar con fuerza cuando suben las temperaturas, así que no te asustes.
Por último, un detalle para tener en cuenta es que no tolera bien las heladas intensas, por lo que conviene protegerlo si el clima es muy frío. Con un poco de atención, este árbol puede convertirse en el centro de cualquier jardín, iluminando con su color y perfume cada temporada.






