Su valor ornamental radica especialmente en el color rosado de sus flores, aunque de igual forma pueden ser blancas, rosas o moradas. Su tronco desnudo en invierno también tiene un toque decorativo. Su corteza es ligeramente sonrosada, un color que incluso sin hojas, hará que disfrutemos muchísimo de su presencia en el jardín.
Se trata de una especie perteneciente a la familia Lythraceae, que generalmente crece con un multitallo, es decir, su tronco crece a partir de dos o más ramificaciones que parten casi desde el mismo suelo. Si quieres conocer los cuidados del árbol de Júpiter sigue leyendo.
El crespón puede tener flores fucsia, rosa, blancas o moradas. Imagen: Pexels.
Cómo cultivar y cuidar un árbol de Júpiter en maceta
Si vas a cultivar un crespón en maceta es importante elegir un recipiente de tamaño mediano con buen drenaje, además de que tenga al menos 50 cm de profundidad y 50 cm de ancho, especialmente si no quiere trasplantar en el futuro cercano. Para variedades más pequeñas, puede ser suficiente una maceta más chica. En el fondo de la maceta coloca piedras pequeñas o grava para mejorar el drenaje.
Es importante que el árbol reciba al menos seis horas de sol directo al día, si quieres que crezca sano y se llene de flores. Riega cuando la tierra se seque sin encharcar. Recién plantado, requiere riego cada dos a tres días, mientras que una vez establecido debes regar de una a dos veces por semana durante el verano. Disminuye la frecuencia en invierno.
Este árbol se puede cultivar en jardines pequeños. Imagen: Freepik.
Fertiliza una vez por mes durante la primavera y el verano con un fertilizante equilibrado. Los puntos clave para el cuidado de este árbol incluyen la poda para mantener la forma y promover la floración, a finales de invierno o principios de primavera. También, se recomienda quitar las flores marchitas en otoño para mantener la planta con buen aspecto.






