Tener una planta de jazmín dentro de casa es posible y, además, puede convertirse en una de las mejores elecciones para sumar belleza, perfume natural y frescura a cualquier ambiente.
Sin embargo, muchas personas fracasan en el intento porque el jazmín es una planta que, si bien es resistente, suele secarse rápidamente cuando le faltan las condiciones adecuadas. La buena noticia es que existe una serie de cuidados simples que garantizan que se mantenga verde, sano y sin resecarse.
Cómo tener una planta de jazmín dentro de casa sin que se seque
El jazmín es una de las plantas más bonitas y especiales con las que decorar cualquier rincón de la casa. Si bien se la suele ver en los jardines, también se la puede convertir en una planta de interior. Te contamos cómo:
La planta de jazmín es muy hermosa en todos los sentidos, por eso, tenerla dentro de tu hogar sin duda embellecerá y perfumara cualquier espacio.
Primero, tenés que elegir la especie de jazmín adecuada para interior, ya que no todos se adaptan igual al interior. Las especies más recomendadas son el jazmín del Cabo (Gardenia), el jazmín sambac y el jazmín estrella. Estas variedades toleran mejor los espacios cerrados y requieren menos sol directo.
El jazmín de interior necesita luz, pero no sol directo. Busca un lugar cercano a una ventana luminosa, preferentemente con luz natural filtrada. Si la planta recibe sol fuerte por varias horas, sus hojas pueden quemarse y secarse. Por el contrario, si tiene poca luz, dejará de crecer y puede perder sus hojas.
También debes controlar mucho el tema del riego. El exceso de agua es la causa más común de muerte en el jazmín de interior, por eso debe haber un riego moderado, teniendo en cuenta si es verano o invierno. Usa macetas con buen drenaje y pone un plato con piedras para fomentar la humedad sin encharcar.
Otro consejo, además del cuidado de la planta, es mantenerla lejos del aire acondicionado, calefactores o corrientes fuertes de aire.
Otro tip para convertir tu jazmín en planta de interior es ponerle buena tierra, que sea fértil, turba y agregarle un poco de perlita o arena para mejorar el drenaje. Cada seis meses aplicá un fertilizante líquido específico para plantas con flor.
Por último, pódala al final de invierno para mantener la planta compacta y revisa sus hojas regularmente porque los pulgones y la cochinilla pueden debilitar el jazmín haciendo que sus hojas se sequen.






