La mayoría de las veces vamos a la tienda y compramos los primeros huevos que vemos en la exhibidora, sin mirar la fecha de producción, vencimiento o la fabrica de origen.
Lo mismo sucede cuando compramos huevos de granja: no sabemos si han sido pasteurizados o controlados adecuadamente.
Argentina es uno de los países que más produce y consume este alimento. En la actualidad el huevo se ha vuelto muy popular dentro del mundo deportivo o las personas que buscan adquirir masa muscular de manera sana y natural.
Hoy te cuento cómo puedes identificar un huevo de excelente calidad con tan solo observarlo por unos minutos y por que siempre hay que comer huevos testeados y controlados bromatológicamente.
Un huevo perfecto y de buena calidad no debe tener manchas o grietas por las que pueden ingresar organismos e incluso la materia fecal de la gallina.
Cuando los huevos son buenos presentan una cáscara de color uniforme marrón o blanca sin ningún tipo de decoloración. Además, los huevos sanos tienen una yema firme, amarilla y voluminosa, otro indicador de que son nuevos.
La clara del huevo debe ser espesa y transparente. Si presenta algún hilo blanco o pequeña mancha roja es totalmente normal, no olvidemos que es un producto natural.
Las gallinas que ponen huevos sanos normalmente están bien alimentadas, criadas y no viven bajo estrés.
Finalmente, cuando los huevos se hunden al sumergirlos en agua y se mantienen en el fondo, también es un indicador de frescura y calidad del alimento.
Este alimento delicioso, nutritivo, abundante y proteico posee diversos beneficios para el organismo. Consumir un huevo al día es una forma de explorar esas propiedades y aprovecharlas al máximo. A continuación te comparto sus beneficios principales.