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Cómo aumentar la intensidad del gas en las estufas: el truco perfecto para calentar tu casa al máximo

En el invierno la densidad del gas disminuye por el uso, ya sea en estufas o en hornallas. Pero con este truco podrás aumentar su fuerza

Cuando hace frío, el gas de casa baja la densidad por los usos y la limpieza que se le da a las estufas. Sin embargo, hay un truco perfecto para aumentar la intensidad y garantizar que tu hogar alcance una temperatura agradable rápidamente. ¿Cómo hacerlo de manera segura y efectiva, y qué precauciones tomar para no correr riesgos?

Por qué la intensidad del gas disminuye en invierno

Con el paso del tiempo, es normal que la estufa no funcione al máximo de su capacidad por la suciedad acumulada en quemadores e inyectores, por reguladores de gas desajustados, también por filtros o cañerías parcialmente obstruidos y sin duda por la baja presión en la línea de gas.

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Suele ser normal que con el frío el gas no sea tan fuerte, pero se puede solucionar desde casa, siempre con precaución

Suele ser normal que con el frío el gas no sea tan fuerte, pero se puede solucionar desde casa, siempre con precaución

Es más probable que en las primeras temperaturas bajo cero el gas venga "flojo" en los hogares donde el servicio llega por redes y ahí es donde notamos que la llama es más pequeña, que la habitación no se calienta o que el gas viene con aire.

Sin embargo, para las distribuidoras del servicio esto no es así y que todo se debe al frío, que hace bajar la temperatura del agua que sale de la canilla o hace bajar la temperatura del aire que se filtra por las ventanas.

Cómo esos aspectos están fuera de nuestro alcance, podemos acudir a ciertos trucos que mejorarán estos aspectos desde casa.

El truco perfecto para aumentar la intensidad del gas

Si tu estufa no brinda el calor esperado, primero limpiala a fondo y seguí estos simples pasos:

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  1. Apaga la estufa y cierra la llave de gas.
  2. Retira la parrilla o tapa para acceder a los quemadores.
  3. Limpia bien los quemadores e inyectores para eliminar hollín y suciedad que se va acumulando.
  4. Si es posible, usa una aguja para destapar los orificios de los inyectores.
  5. Después verifica que la válvula de gas y el regulador no tengan acumulación de polvo. Si es necesario, realiza un ajuste leve al tornillo de regulación para aumentar la presión.
  6. Prende la estufa y comprueba que la llama sea ahora más alta, de color azul brillante y constante.

Este truco es efectivo siempre y cuando se haga con mucha precaución, ya que una pequeña perdida de gas puede causar hasta muertes. Por esa razón, nunca fuerces el regulador para aumentar la presión en exceso y realizá un mantenimiento anual para garantizar que tu estufa funcione de manera segura y eficaz.

Si no tienes experiencia, es preferible llamar a un técnico especializado para evitar fugas de gas o accidentes.

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