La cáscara de calabaza es la piel exterior dura y fibrosa de la calabaza. Aunque generalmente se considera no comestible y a menudo es desechada por muchas personas, lo cierto es que puede tener un beneficio en particular que no todos conocen.
La cáscara de calabaza es la piel exterior dura y fibrosa de la calabaza. Aunque generalmente se considera no comestible y a menudo es desechada por muchas personas, lo cierto es que puede tener un beneficio en particular que no todos conocen.
La cáscara de calabaza es beneficiosa por su alto contenido de nutrientes, incluyendo fibra, vitaminas (como la C y E) y antioxidantes, que pueden, por ejemplo, mejorar la salud de las personas y proteger a las plantas en el jardín, tal y como lo reflejará esta nota.
La cáscara de calabaza puede ser utilizada como un excelente abono natural para las plantas. Al descomponerse, libera nutrientes esenciales que benefician el suelo y promueven un crecimiento saludable para los distintos ejemplares.
Si bien puede utilizarse de muchas maneras, la forma más recomendable es la de disuadir los beneficios de la cáscara en un poco de agua.
Para lograr lo que se mencionó anteriormente, es recomendable dejar reposar la cáscara de calabaza por un período no inferior a las 24 horas. Luego, puedes utilizar este líquido de color para regar tus plantas del jardín.
Además de los nutrientes esenciales que mejorarán el suelo y promueven el crecimiento saludable de las plantas, la cáscara de calabaza te permitirá ahorrar, ya que evitarás el uso de los caros fertilizantes comerciales.
Como se dijo anteriormente, la cáscara de calabaza puede ser utilizada de diversas maneras en las plantas. Además de dejarlas reposar en agua, puedes optar por las siguientes alternativas: