“Señores: Les agradezco a todos el servicio prestado. Por razones que todos conocen, he presentado mi renuncia al cargo como director de la Policía”.
“Señores: Les agradezco a todos el servicio prestado. Por razones que todos conocen, he presentado mi renuncia al cargo como director de la Policía”.
Con ese breve mensaje, Roberto Munives se despidió el miércoles por la mañana de los grupos de Whatsapp que compartía con oficiales, según contaron distintas fuentes a Diario UNO. Algunos alcanzaron a contestarle “bueno señor director, le deseamos éxitos en esta próxima etapa” y también “ojalá que la verdad salga a la luz muy pronto, saludos”, antes de que se saliera completamente y ya no pudiera leerlos.
La noticia era conocida por todo Mendoza desde la tarde anterior y aún ardían los teléfonos de fiscales, políticos, periodistas y miembros de la Fuerza con gente ávida de saber un poco más sobre lo que había pasado y de qué manera fue que ocurrieron los hechos que terminaron con Munives echado por mentir sobre la vacunación de su pareja, Mónica Delsouc, para que ella subiera al Aconcagua
¿Cuánto de política hubo en el medio? ¿Alguien lo entregó? ¿Quiénes se sorprendieron y quiénes ya tenían bien claro cómo venía el asunto? ¿Cómo se enteraron los protagonistas de la expedición al Aconcagua de que estaban en problemas? ¿Qué decía el mensaje anónimo que encendió todo esto ?
Es lo que trata de contar esta nota.
A principios de diciembre, Munives fue comunicando a algunos círculos de su confianza que planeaba la travesía al Aconcagua. Según contaron varias fuentes de la policía, les aseguró que se trataba de una expedición oficial, no de algo privado, y que sería en homenaje a todos los caídos de la Fuerza. No sólo a los fallecidos por Covid, como en algún momento trascendió, sino “a todas las pérdidas vitales que se han sufrido en el último tiempo”.
En ese contexto, la sola mención a honrar el nombre de Camilo Uvilla, quien murió por afecciones ligadas al coronavirus en abril, hizo que muchos miembros de la Patrulla de Rescate estuvieran de acuerdo y quisieran apoyar el recorrido. Uvilla era muy querido en las unidades de montaña porque él mismo había sido parte de la UPRAM (Unidad Patrulla de Rescate y Auxilio) antes de ser custodio de los gobernadores Iglesias, Cobos y Jaque; y de, finalmente, ser ascendido a comisario general. Su figura estaba entre aquellas a las que más buscaban rendir homenaje.
Pero ahí vino la segunda parte de esta historia. "Con el correr de los días y mientras sabíamos que se iba a hacer el viaje, nos avisaron que, paralelamente, habría una situación (SIC) de lucha contra el cáncer que iba a subir también, con la misma comitiva”. Así lo contaron a Diario UNO algunos de los que estaban al tanto del ascenso desde el primer minuto.
Según afirman, el ex director de la policía les reaseguró que era una misión oficial y que tenía todo el aval del Ministerio de Seguridad de la provincia, algo que en la cartera que conduce Raúl Levrino desmienten por completo. “Ya me encargo yo, vamos a llevar los certificados que hagan falta”, aseguran que les dijo.
“Sí, sabíamos que la mujer no estaba vacunada, pero yo nunca le di bola a eso porque me dijeron ‘quedate tranquilo, que ella lleva permiso médico y todo’ y, bueno, yo me quedé tranquilo. Aparte, seamos sinceros, la vacuna no te garantiza nada y estamos hablando de un lugar al aire libre”, confesaron desde el grupo que acompañó a la pareja en los primeros cuatro días de los trece que duró su periplo por la montaña.
“Acá hay obediencia debida. Lo quieren embocar a Astudillo (comanda la Patrulla de Rescate), cuando Munives era el jefe de Astudillo. Si a vos tu jefe te dice que hay una expedición oficial, listo. No tenés mucho por hacer más que lo que te piden. Ni tampoco preguntás nada. Preparás las cosas y chau. ¿Sabés la cantidad de gente que entra con resoluciones acá arriba?”, cerró el empleado.
Munives y Delsouc llegaron al Parque Provincial Aconcagua el miércoles 5 de enero, tres semanas antes de que él tuviese que renunciar a su cargo. Al otro día, alguien escribió el primer correo anónimo para denunciarlos.
El correo electrónico llegó a los jefes de bloques en el Senado provincial (menos al FIT, según reconstruimos) y casi simultáneamente fue enviado a dos redacciones de diarios, aunque también pueden haber sido más. Señalaba que el comisario estaba visitando el área protegida con amigos, familiares y parejas de amigos, y que había utilizado herramientas y personal del Estado, pero no decía nada de Mónica Delsouc, ni de que no estuviese vacunada, ni tampoco del uso de helicóptero que contrata la Secretaría de Ambiente.
Era demasiado temprano. La carta, firmada por las misteriosas iniciales “J.G.” está fechada en el jueves 6 de enero (comete un error y pone que el año es 2021), con lo cual la comitiva recién se estaba aclimatando a la montaña para cuando se escribió. Después se mandó una versión actualizada de la denuncia, en la que se agregaban dos capturas de los posteos que la abogada subió a su cuenta de Facebook (aquellos donde contaba que tenía bronquitis, pero igual seguiría adelante), según confió un legislador.
Es que la mujer fue agregando material a través de sus redes. Entre todo lo que ofreció, sobresalen las imágenes junto al helicóptero de la empresa privada Helicopter (como se dijo más arriba, contratado por Ambiente) y desplegando la bandera de su lucha contra el cáncer de mama. El lunes 17 de enero, confirman todos los consultados, ella y su pareja bajaron en el aparato hasta Plaza de Mulas, cuando parte de la comitiva ya había tocado la cima del continente.
“Al piloto lo llamaron la noche anterior y le dijeron que tenía que llevar agua, carne y verduras hasta Horcones, y eso hizo. Después le avisaron que, ya que estaba, tenía que bajar a estas dos personas, pero el viaje lo iba a hacer igual. O sea, el movimiento se hace lo mismo. Sube con carga y baja vacío o baja con gente. Todo el tiempo. Yo sé que a ustedes el color de la historia se los da el helicóptero, pero no fue la gran cosa”, replicaron trabajadores del parque.
Sea como sea, subirse al modelo Eurocopter Ecureuil AS-350 que hoy está a disposición de la provincia, cuesta por lo menos mil doscientos dólares según varias consultas realizadas. Habrá que confirmar si esos billetes verdes se abonaron o si está en los planes abonarlos. En ese viaje particular, sólo habrían descendido Munives y Delsouc (y el piloto, claro).
La investigación la siguió Diario El Sol, y el domingo 23 de enero, buena parte de los implicados se desayunaron con esa noticia, lo que lógicamente no les cayó bien. “Yo me enteré porque me llamó mi compañero con un ataque de nervios”, contó un trabajador del Aconcagua, como muestra de lo que fueron esas reacciones inmediatas.
Al otro día, Roberto Munives brindó las únicas declaraciones que se conocen sobre el tema. Lo hizo en privado a la producción de Canal 7.
“Muy buenos días. Esto es muy feo, seguiremos luchando. Por el momento, no (no quería responder al aire sobre el tema). Una causa tan humana y ensuciada... Hace muchos años que (Delsouc) lucha para prevenir el cáncer de mama y ahora toma más fuerza. Si esta lucha evita que una mujer sufra esta enfermedad, bien habrá valido el esfuerzo. Sólo le pegan por ser mi pareja y eso duele”, contestó a la producción de Canal 7, haciendo referencia a su mujer y a la cruzada que lleva hace varios años para concientizar sobre la enfermedad (la cual este diario chequeó y es cierta).
El mail había logrado su cometido: que la denuncia avanzara. En la Legislatura, apenas lo recibieron (y aún más cuando observaron su repercusión mediática), los legisladores comenzaron a cruzar llamados. Peronistas, radicales e independientes se consultaron a ver si sabían de dónde había salido y si era verdadero o armado. Algunos también comenzaron a preparar su ofensiva.
Son tres. La Oficina de Ética Pública se encarga de averiguar si Munives incurrió, efectivamente, en un acto que lo obligue a saldar cuentas con la Justicia. Este martes 1 de febrero debe llegar al despacho de su titular, Gabriel Balsells Miró, la documentación que exigió la semana pasada para empezar a conocer datos sobre los culpables (esto se sabe porque el plazo legal es de cinco días hábiles y fue pedido el martes pasado).
A esa entidad le corresponde seguir al ex director de Policía porque el cargo que ostentaba hasta hace días es “fuera de rango”, lo que implica que queda excluido de la órbita de otros organismos que podrían investigarlo. Y surge una pregunta: ya que el PJ pide analizar la conducta de Marcelo Calipo, el nuevo jefe de la fuerza, ¿debería ser la misma Auditoría Ética la que lo haga, ya que ahora él también es “fuera de rango”?
No por ahora. No está en sus planes. Son varios los que refieren que Calipo ni siquiera estaba al tanto de lo ocurrido.
Según confiaron, la oficina sumará mucho del trabajo periodístico que se hizo sobre el caso para su tarea. Además, tiene la lupa encima de los empleados del ministerio que conduce Raúl Levrino y también sobre la Secretaría de Ambiente.
Esta última es la que más ha defendido su hermetismo. A pesar de ser el órgano que controla una gran cantidad de medidas e impone orden en el Aconcagua, ante cada consulta, siempre brindaron la misma respuesta: “No estamos hablando sobre este tema. Pregunten en el Ministerio de Seguridad”.
Allí está la segunda de las investigaciones: la Inspección General de Seguridad (IGS) fue el primer espacio en accionar y rápidamente sumarió a tres oficiales por, supuestamente, figurar en una declaración jurada falsa. Esa que decía que todos los miembros de la comitiva al Aconcagua tenían esquemas completos de vacunación cuando era mentira.
Pero hay dos aristas en este dato: la primera, que Delsouc dijo desconocer por completo ese papel y que no lo había visto en su vida; la segunda, que según la reconstrucción que hizo Diario UNO, todos los miembros aseguran haber recibido sus dos dosis y estar en condiciones de probarlo, aunque aparentemente el sistema Nomivac (que recaba información de los inmunizados) diga lo contrario. Si esto es así, los tres sumarios quedarán en la nada antes del próximo viernes, cuando acudan a brindar su declaración junto con parte de la cúpula policial.
Hay una alternativa, y fue mencionada por uno de los miembros de la Patrulla de Rescate: que los efectivos que están en el candelero sí tengan dos aplicaciones (como ellos mismos afirman), pero que, por haber pasado más de cuatro meses desde la última, se les considere como esquema incompleto (porque ese es el criterio vigente según la última actualización). Habrá que esperar, pero este es un posible spoiler del desenlace.
Por último, la Unidad de Delitos No Especializados también comenzó a trabajar de oficio sobre la causa y, en las próximas horas, el fiscal Juan Ticheli tendrá el expediente en sus manos. Como contó el periodista José Luis Verderico esta semana, si alguien faltó a la verdad estando bajo juramento, puede quedar imputado por el delito de falsedad ideológica.
Allí también buscan información. Aunque no son investigaciones de carácter judicial, motorizan muchas de las respuestas que van apareciendo sobre el tema y podrían generar que algunos de los implicados terminen yendo a brindar respuestas a la propia Casa de las Leyes.
Este lunes habrá un debate trascendental. La cúpula de la Bicameral de Seguridad debatirá el temario para el próximo encuentro de la comisión, y su presidente, el senador peronista Rafael Moyano, propondrá citar a Munives y a Calipo a responder preguntas sobre lo ocurrido en el Aconcagua. Pero eso depende de que se lo aprueben dos diputados que pertenecen a Cambia Mendoza: José Orts (UCR) y Eduardo Martínez (Partido Intransigente). Ninguno de los dos está de acuerdo. Si no lo avalan, el pedido no puede avanzar a los otros 14 miembros y se quedará en intenciones.
“Por favor, el PJ está haciendo oportunismo político. Este caso ya está cerrado, ya se tomó una decisión”, dijo Orts a Diario UNO. “Querer traer esto a la mesa cuando ya está todo definido, y mientras el Gobierno nacional no da respuestas sobre muchas cosas sobre las que debería brindarlas, la verdad, no me parece. ¿Ellos tenían dudas sobre el plan de Seguridad? Bien, ahí fue Levrino a hablar tres horas a la Legislatura (el pasado 1 de septiembre). Ya, si a ellos no les gusta el plan, bueno, eso es otra cosa”.
Martínez, que se sumó al oficialismo a mediados de año, tampoco está a favor. “No voy a acompañar. Creo en las políticas de Estado. Acá la política partidaria hace ruido y no ayuda al fortalecimiento institucional, y con ese ruido, gana la antipolítica que tanto daño está haciendo”, respondió ante nuestra consulta.
El intento corre riesgo de quedarse a mitad de camino, y para el bloque justicialista sería una derrota. También lo propondrán en la comisión de Derechos y Garantías (con mayoría de la oposición) y, mientras tanto, los pedidos de informe en la Legislatura al respecto ya son al menos seis: uno de Protectora, otro del PD y cuatro del justicialismo.
Se define en cuestión de horas.
“La interna Suarez-Cornejo puede haber tenido mucho que ver".
Mónica Delsouc sólo habló dos veces esta semana. Pero en la segunda lanzó ese dardo envenenado.
Munives era un funcionario del riñón cornejista y estuvo en su cargo desde aquel diciembre de 2015 en que se armó el primer gabinete radical. No son pocos los que dicen que su relación con el resto de la cúpula en Seguridad ya estaba desgastada (aunque en el ministerio lo negaron y Levrino le dedicó elogios la misma tarde en que le pidió su renuncia). Eso alimenta la teoría de que, desde arriba, “le soltaron la mano", como también había dicho su mujer días antes.
En el Gobierno dicen que no llegó a ser una crisis, pero que sí le terminó de arruinar la poca tranquilidad que había conseguido Rodolfo Suarez en sus dos semanas de vacaciones: “Sabíamos que el gobernador no iba a descansar, pero nunca imaginamos este quilombo”, dijeron cerca del mandatario. “Lo que sí, nos cambia un poco la imagen que teníamos de Roberto. Si en serio faltó a la verdad, entonces no es lo que yo tenía en mente”, dijo un alto funcionario.
¿Y Calipo? ¿Fue seleccionado en relación a esa supuesta interna? Lo que respondieron sobre él es que tiene buena afinidad con Cambia Mendoza, pero con un perfil completamente distinto al de su antecesor. No hubo sorpresas, porque era el que seguía en la cadena de mando y se decidió respetar eso. Con Munives tuvo altibajos, cuentan sus ahora subordinados. “Pero eran diplomáticos y este es un lugar verticalista. Si se peleaban, acá nadie se enteró”, grafican.
También está la teoría de que todo se filtró desde el interior de la fuerza. De que fue más una interna policial que política. “Cuando uno está en ese cargo, te ganas el odio de muchísimas personas. Hablo tanto de adentro como de afuera. Yo sé de muchos acá que no lo quieren a Munives. Ojo, también hay otros que sí y que te hablan muy bien de él y su laburo”. Estas palabras las dijo alguien de mucha jerarquía entre los uniformados.
Para no demorarse en conjeturas, hay que esperar algunas horas a que empiece esta semana determinante. Puede traer certezas, porque preguntas, por supuesto, hay muchas: ¿Qué pasó en verdad? ¿Hubo algo más? ¿O tuvo tanta importancia el esquema de vacunación incompleto?
Quizás sea cierto y la respuesta esté encerrada ahí, simplemente en el asunto de las vacunas.
En una cuestión de inmunidad.