El congreso partidario ya había tomado una decisión fundamental: será ese órgano doctrinario radical, y no ninguna mesa política, el que defina las candidaturas para las elecciones de octubre y -a cada minuto más probable- también las postulaciones provinciales, porque tendría que ocurrir un tropiezo mayúsculo para el oficialismo de Cambia Mendoza y que no amanezca un acuerdo con La Libertad Avanza, y como consecuencia se vote todo junto el 26 de octubre.
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Alfredo Cornejo habla en el último congreso partidario, con los intendentes en primera fila.
La interlocutora de Lombardi, que además de presidente del partido es el titular de la Cámara de Diputados y tercero en la sucesión del gobierno provincial, no era otra que Griselda Petri, vicepresidenta de la UCR, hermana de Luis Petri y negociadora en nombre del petrismo. Hoy ese chat está más difundido que "Despacito".
Griselda y “Peti” intentaban un acuerdo entre dos sectores que aparecen diferenciados: cornejistas y petristas. Los primeros son muy fuertes dentro de la UCR y dominan las estructuras partidarias. Pero hacia afuera, están refugiados en el núcleo duro de Alfredo Cornejo, ese 36 % de votos que le permitieron ganar las elecciones de gobernador por segunda vez. En el mismo campo, el petrismo es una incógnita electoral, más allá de que en las PASO provinciales a gobernador del 11 de junio de 2023 obtuvieron 4 de cada 10 votos de CM, contra 6 de Cornejo. Pero la política no es aritmética.
Hoy, la unidad radical pende de un hilo.
Cornejo versus Petri
Luego del congreso hubo amargas quejas de un lado a otro de la interna radical. Y ningún negociador. Hoy la relación tiene temperatura glacial. Bajo cero total.
Luis Petri -ministro de Defensa de la Nación, por si alguien no lo recuerda- estaba furioso con el desenlace del congreso radical. La semana pasada alguien le escuchó decir que no querría atender absolutamente a nadie. Tampoco lo hizo su hermana Griselda, cuando a las 9 del lunes y con el diario impreso la llamaron para seguir conversando.
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Luis Petri se hizo un festival a costa de la política de Defensa del kirchnerismo, la semana pasada.
Después del cónclave radical, en el cornejismo repitieron uno de los trucos que mejor les sale: tiempismo. Dejaron que la situación quedase en maceración prolongada, mientras en otro carril mantienen un intercambio de señales y comunicaciones con Eduardo “Lule” Menem, sobrino del fallecido ex presidente Carlos Menem y primo de Martín, presidente de la Cámara de Diputados, para armar juntos en las elecciones de octubre. “Lule” es un asesor cercanísimo a Karina Milei y trabaja en el armado de LLA. Pero no han trascendido noticias que iluminen la marcha de ese acuerdo mendocino.
En este escenario, la pelea del cornejismo con Petri es un efecto colateral no deseado. Un error en la matrix que a Cambia Mendoza le podría costar carísimo si no encarrilan las conversaciones.
Después del Congreso radical del sábado 31 de mayo se abrió el Campeonato Mundial de Quejas Internas. El petrismo sostuvo durante horas que no había enviado ninguna propuesta formal al Congreso, y desde el otro lado responden que Petri y su hermana Griselda querían elegir -ellos mismos- los candidatos de Cambia Mendoza “a dedo”. Ninguna de las dos afirmaciones es totalmente certera. Sí es cierto es que dejar a Petri del lado de afuera (porque se corra solo o porque lo corran) podría ser un error político grueso.
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Griselda Petri en 7D, en la apertura del ciclo este año.
El documento que circuló de un lado a otro del chat más compartido del momento era un “paper” interno que estuvieron intercambiando Peti Lombardi y Griselda Petri. El petrismo quería una comisión igualitaria incorporada de modo transitorio a la Carta Orgánica, con la misma cantidad de personas entre un sector y otro para negociar las listas en nombre de los grupos que compitieron en las PASO provinciales de 2023. Al cornejismo le pareció mal poner nombres propios, y que además ese agregado no iba en línea con la ya famosa Acordada 37 de la Cámara Nacional Electoral, que semanas atrás advirtió a los partidos que no hay tiempo de internas controversiales ni ñoñerías, y que más vale a los partidos usar métodos democráticos para elegir a sus candidatos. El congreso radical es el órgano más democrático del partido. Punto fuerte del cornejismo. Puede que no refleje la realidad electoral de la provincia. Punto a favor del petrismo.
Los puntos de desacuerdo
La discusión fue respecto de cómo elegir a los candidatos. En el documento de trabajo que fue y vino a través de la frontera interna y que llegó por última vez a la mesa del cornejismo el viernes, el petrismo había hecho correcciones a una propuesta original del oficialismo partidario, pidiendo formar un “colegio electoral” de cuatro personas. Dos por Cornejo, más Luis y Griselda Petri, con amplias facultades para elegir a los candidatos en “consenso”.
Además, los petristas se oponían a un cambio en el artículo 10, en el que se disponía que del mismo modo que el congreso del partido elegiría a los candidatos nacionales, lo haría con los provinciales si se unifican las elecciones. “INACEPTABLE” escribió (así, todo en mayúsculas) Griselda Petri en el famoso chat con Lombardi.
En la noche del viernes y con los puentes dinamitados, la gente de Petri -como se sabe- decidió no asistir al congreso del día siguiente. Y el partido avanzó igual, en un encuentro absolutamente legal y ajustado a la carta orgánica. Es bueno aclararlo.
No es la primera vez que el oficialismo partidario y “Mendocinos por el futuro” discuten por alguna comisión derivada de los congresos. En diciembre del año pasado, el congreso radical presidido ya por Natalio Mema designó una “comisión política” para avanzar en alianzas electorales. Pero la gente de Petri se oponía a que la integrase una legisladora en representación de Ulpiano “Yayo” Suarez, potencial competidor de Petri en 2027 cuando haya que decidir la gobernación de Mendoza. No hubo acuerdo, y sin ruido, los petristas se tuvieron que fumar el asunto.
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Aquel desaire no fue muy difundido. Esa comisión está vigente y estaba integrada por Alfredo Cornejo, Peti Lombardi y Griselda Petri (presidente y vice del partido), Natalio Mema (presidente del Congreso) y la senadora provincial Natacha Eisenchlas por el radicalismo de la Capital. No habría sido sencillo convencer a Griselda para que aceptase figurar en esa comisión de la que no quería tomar parte.
Las sospechas y desconfianzas cruzadas
Para usar un término juvenil, en el petrismo sospechan que los cornejistas quieren “descansarlos” con la conformación de las listas y dejarlos fuera, mientras que en el oficialismo partidario creen que es el ministro de Defensa quien querría condicionar las nóminas y el armado con La Libertad Avanza. Más allá de estas diferencias, hay historias recientes que condimentan esta relación ya complicada.
La discusión por las listas, la ausencia en el congreso donde el petrismo tiene cerca del 20 % de los congresales, son para Cornejo asuntos menos relevantes. Lo que al gobernador y a los suyos les enerva es el discurso de tono opositor que asume el petrismo cuando las cosas se tensan. “No somos parte de la gestión de Cornejo” dijo Griselda hace poco en 7D, por Canal 7. “Nos hace mucho daño” dicen en el oficialismo partidario, porque creen que Petri en su campaña terminó induciendo a los votantes a optar por opciones opositoras.
Por supuesto, en la otra vereda juran sobre los cuadros sagrados de Yrigoyen, Alem, Illia y Alfonsín que Luis hace todo lo que tiene a mano para bancar la gestión provincial, y que sus cinco legisladores provinciales (más otros aliados afines que se van acercando), le votan el 100 % de las leyes al oficialismo. “Hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance para no perder votos de Cambia Mendoza… y no es que costó poco convencer a nuestros electores para que luego votasen por Alfredo” dicen. Y este es el punto en que hay que hacer un anclaje. La campaña de 2023.
Campaña caliente
La carrera a gobernador fue muy virulenta hace dos años. Antes, las PASO en las que compitieron Cornejo y Petri por Cambia Mendoza, no fueron un paseo. Petri era particularmente duro con la gestión de Rodolfo Suarez. Y La Unión Mendocina se nutrió de ello.
¿Quién tiene razón? ¿Petri le dio votos a Cornejo para las generales de septiembre de 2023? ¿cuánto? Veamos los números, sobre la base de los escrutinios definitivos.
En las PASO de 2023, la fórmula Cornejo-Hebe Casado cosechó 258.352 votos y la de Petri-Patricia Giménez, 166.758. El total de Cambia Mendoza fue de 425.110 sufragios, el de La Unión Mendocina que postulaba a Omar De Marchi y al ahora procesado por corrupción Daniel Orozco, 202.121 votos, y el total del peronismo fue de 155.796 votos. El Partido Verde colectó 44.456 y el universo de votantes fue de 995.402.
Veamos cómo se repartieron todos estos votos en las generales del 24 de septiembre de ese año. La fórmula Cornejo-Casado sumó 109.161 sufragios entre las PASO y las generales, pero Cambia Mendoza apenas llegó a 368.313 votos, que alcanzaron para ganar la gobernación. En el camino perdieron -56.797 votos.
La cuenta es casi directa: puede que unos cien mil votantes de Petri hayan optado por Cornejo, y que todos los que se perdieron se repartieron entre La Unión Mendocina (ganó 74.763 votos entre las PASO y las generales), y el Partido Verde (+65.856 votos). También se sumaron 75.850 votantes que no habían votado en las PASO. Suponiendo que los que se agregaron se portaron igual que el resto, 27.306 de esos votos pueden haber ido a Cornejo-Casado.
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Cornejo y Rodolfo Suarez, en el último traspaso de mando que protagonizaron.
FUENTE/ CRISTIAN LOZANO
De esta compleja ecuación surge un dato: sólo 81.200 de los 166.758 que votaron a Petri en las PASO, habrían apoyado a Cornejo. Pero, si los nuevos votantes se sumaron a votarle en contra a Cambia Mendoza -lo que explicaría el crecimiento de LUM y del Partido Verde- entonces el aporte de Petri a Cornejo fue de dos tercios de sus votos, un poco más de 100.000 sufragios.
El resto se repartió en la oposición, menos el peronismo, que también perdió -18.462 votos entre las PASO y la general.
Este razonamiento, algo tedioso pero necesario, demuestra que el discurso de tono opositor que asumió Petri en 2023 pudo haberle hecho daño al oficialismo.
¿Y entonces? El temor radical es que ahora se repita la historia.
Cómo sigue
Es posible que se llegue a un acuerdo interno, que resultaría en extremo trabajoso. “Esto se va a arreglar sólo con Luis y el Alfredo reunidos a solas en una habitación”, dice una fuente partidaria. Es probable, pero rebobinar las cosas que se han dicho podría resultar complejo.
En el cornejismo no terminan de entender la dinámica de su adversario. Dicen que si Luis quiere ser candidato, podría encabezar la lista de Cambia Mendoza. Le abrirían las puertas. El condicional es un margen de duda razonable, porque no les han dicho ni en reserva cuándo se votarán las elecciones provinciales. Lo que no quiere Cornejo es entregar un gobierno que no ha perdido en las urnas ¿Por qué lo haría, si está prometiendo progreso con la minería del cobre?
En toda interna partidaria se produce el fenómeno de ósmosis, y aparecen los vasos comunicantes. Por debajo de Cornejo y Petri hay conversaciones cruzadas. Al punto que tres intendentes poderosos del Gran Mendoza, que estuvieron en el Congreso de la UCR el 31 de mayo, habrían tenido después comunicaciones con Petri. Incluso hay quienes dicen que uno de ellos se habría tomado un avión a Buenos Aires donde se habría reunido con el ministro. En su municipio dicen que fue por "temas de gestión". Hay buena sintonía.
Las fechas importantes son el 18 de julio, límite para que Cornejo convoque a elecciones provinciales junto con las nacionales, el 7 de agosto (presentación de frentes) y el 17 de agosto, las listas.
Hasta entonces, el escenario será muy confuso, pero hay apuntes que tomar.
¿Y si Petri salta el cerco?
Aunque todos trabajan en un acuerdo entre Cambia Mendoza y La Libertad Avanza, único formato en que Cornejo unificaría las elecciones, la política no es una ciencia exacta y algo puede salir mal.
Se dice que los negociadores libertarios “de Buenos Aires” (esto es Karina Milei y Lule Menem), ya están bien enterados de lo que pasó en el congreso radical con uno de los ministros que Milei suele valorar en público. Los petristas murmuran que si hay un acuerdo entre LLA y Cambia Mendoza “ya no será como quiera Cornejo…. pasaron cosas…” afirman. Pero subestimar a Cornejo sería un error. El gobernador prefiere perder una elección antes que capitular dócilmente ante la ola violeta.
¿Puede Cambia Mendoza perder las elecciones de octubre? Desde 2013 la UCR viene ganando como cabeza de un frente. Ese año eran oposición y nunca volvieron a perder. Doce años de invictos. Pero los escenarios cambian. Hay una adhesión muy fuerte del votante mendocino a Milei, cuyas políticas centrales en economía Cornejo comparte. Pero si no hay acuerdo y se vota por separado… ¿qué pasaría? Más aún… ¿qué ocurriría si Petri y Cornejo tampoco acuerdan, y el ministro juega de extrapartidario en LLA?
Petri no ha dicho si quiere ser candidato a diputado nacional, aunque se sabe que no le interesa. Sólo será postulante si el presidente Milei se lo pide, y eso aún no ha sucedido. Uno de los consultores más importantes de Mendoza afirmó en reserva que una lista de LLA encabezada por Petri podría llegar al 45 % de los votos en Mendoza relegando a Cambia Mendoza al segundo lugar. Eso provocaría un fuerte cimbronazo político.
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Petri y el intendente de Luján de Cuyo, Esteban Allasino.
En un escenario sin acuerdos, es probable que Cambia Mendoza sufra las elecciones. Está claro que el gobernador tiene un núcleo duro que lo vota, ese 36 % de 2023. Y que el oficialismo representa un conjunto de valores positivos tales como orden, eficiencia, austeridad, equilibrio fiscal, mano firme con la delincuencia, gestión prolija, buenas intendencias, reformismo, asistencia a las escuelas. Condiciones naturales que serían habituales en un país normal. Pero aquel ideario de Cambia Mendoza -sustentado en el poder del gobernador y su capacidad de gestionar- no habría sido actualizado más que con la promesa minera y el uso criterioso y razonable del resarcimiento por Portezuelo del Viento.
“Lo que pasa es que la gente ya se acostumbró a estos valores… Va de suyo que un gobierno de Cambia Mendoza debe ser así… Y Petri representa los valores de un gobierno nacional que ha venido a cambiarlo todo, contra la casta, los mandriles, y el kirchnerismo”, dice otro de los analistas frecuentes de la política local.
Hay un condicionante más. Una carta más alta que "mata todo" como en el truco, o el póker. Una conversación Milei-Cornejo, que va por encima del resto de actores y de partidos. Ese encuentro definitivo aún no habría ocurrido.
La última duda es si hay lugar para que, en un escenario de fractura interna y sin acuerdo con LLA, el peronismo pueda “colarse” en el medio y ganar como en 2007, cuando Celso Jaque consiguió ser gobernador. Sería difícil. Vienen de una elección muy mala del 13,5 % , y hoy estarían orillando el 20 % de los votos. La política genera sorpresas, pero no obra milagros.