Crisis hídrica

La falta de agua se metió en la agenda política y la puja es por cuál plan se impone para 2023

El Gobierno apostó a hacer el dique El Baqueano y proyecta un plan del agua para el Gran Mendoza, al que pusieron reparos el PRO y el PJ. Las cooperativas vitivinícolas quieren crear un fideicomiso para obras y hacer el trasvase del río Atuel. Una parte de la pelea electoral pasará por quién pone la piedra fundamental contra la sequía

En el 2023 los ríos de Mendoza tendrán una sequía severa o extrema. Eso vaticinaron ya los estudios del Departamento General de Irrigación, que describieron una foto de esos caudales con menos de la mitad del agua que supieron tener. A esa dura crisis hídrica también deberá ofrecer alguna solución la clase política, y ahora la puja de cara al electoral año 2023 es definir quién pone la piedra fundamental contra la sequía.

Para hacerle frente a esa ruina hídrica "hay que acopiar agua y mejorar el alto consumo humano y agrícola", simplifican desde el Gobierno para explicar la apuesta de Rodoldo Suarez a hacer el dique El Baqueano, en San Rafael, y en paralelo avanzar con el plan del agua que busca mejorar la provisión del Gran Mendoza para los próximos 45 años.

Para eso, asegura Suarez en el proyecto del Presupuesto 2023, habrá que endeudarse en unos 200 millones de dólares. Pero esa cifra podría crecer unos 100 millones de dólares más, si el Gobierno decidiera incluir completas las contraofertas que presentaron por su lado el intendente de Luján, Sebastián Bragagnolo (PRO) y su par de Maipú, Matías Stevanato (PJ).

Esa sería una forma de acordar con uno de los intendentes de la oposición y en paralelo allanaría el camino para que el PJ acompañe en la Legislatura dando el aval al endeudamiento para el plan del agua el próximo martes.

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Rodolfo Suarez convocó a los 7 intendentes del Gran Mendoza para contarles de qué se trata el plan del agua con el que pretende mejorar la provisión en la zona metropolitana.

Rodolfo Suarez convocó a los 7 intendentes del Gran Mendoza para contarles de qué se trata el plan del agua con el que pretende mejorar la provisión en la zona metropolitana.

Esos jefes comunales les proveen agua potable a unos 90.000 usuarios en total, y cuando Suarez los convocó para contarles del plan para mejorar el servicio que hoy presta Aysam, se apuraron a marcar la cancha y llevaron sus propios planes hídricos, para mejorar sus plantas potabilizadoras y llegar con el servicio a lugares que hoy no los tienen. Es más: Bragagnolo también les marcó la prioridad: dotar de agua potable al piedemonte.

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Aunque no lo digan públicamente, en las últimas horas se han dado intensas charlas y negociaciones con los intendentes de la oposición, y en teoría si el Gobierno accede a sumar esos pedidos, y otros que hizo en su momento el jefe comunal de Lavalle, Roberto Righi, es probable que los legisladores peronistas puedan aprobar el Presupuesto 2023 con ese endeudamiento.

Entre los argumentos del oficialismo se destaca que la sequía histórica que atraviesa Mendoza tiene dos causas que se combinan peligrosamente: por un lado cae de manera estrepitosa la producción del caudal de los ríos y por otra aumenta de manera descontrolada el uso humano, que en estas tierras es de 725 litros por persona por día, casi el triple de los 250 litros que recomienda la Organización Mundial de la Salud.

También crece sin frenos esa cantidad de agua que se pierde en la deficiente red que la transporta de las plantas potabilizadoras hasta las viviendas. En teoría es esperable que en ese traslado del agua se pierda el 20% de lo que se transporta. En Mendoza se pierde el 40%.

De dónde sacar agua y para qué

Si bien la crisis hídrica es una, a la hora de intentar solucionarla surgen distintas propuestas y las grandes diferencias aparecen al responder dos interrogantes clave: de dónde sacar agua en Mendoza y qué destino darle.

Para Suarez, y el titular de Aysam, Alejandro Gallego, la urgencia es resolver el desesperante estado del río Mendoza, que provee de agua a todo el Gran Mendoza. Hasta hace años el consumo humano representaba el 10% de ese caudal, ahora es del 30% y no deja de crecer.

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De ese río obtiene el agua Aysam para proveerla a unos 270.000 usuarios, y también lo hace Maipú para llevarla a 55.000 vecinos y Luján para hacer lo propio con 35.000 viviendas lujaninas.

Para frenar esa creciente demanda el Gobierno pretende instalar una planta potabilizadora en Álvarez Condarco y hacer 120 kilómetros de red troncal del servicio de agua. El objetivo, pensando en la escasez del caudal del río Mendoza, es mantener el consumo en 7,3 litros por segundo, que es lo que actualmente se extrae del río Mendoza.

En paralelo, para "concientizar sobre la alta demanda" planean invertir cerca de 60 millones de dólares para compra unos 150.000 medidores, que cuestan cerca de 450 dólares cada uno y funcionarán con telemedición, lo que permitiría a futuro no sólo saber cuánto consume cada mendocino, sino también fijar otras tarifas por el nivel de consumo.

La teoría de los que gestaron este plan del agua sostiene que si se lograse reducir a un tercio el consumo de agua de los mendocinos, habrían 500 litros por persona por día que estarían disponibles por ejemplo para el uso agrícola.

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En paralelo al proyecto de Suarez, se conoció esta semana la iniciativa de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi), que propone otra solución a la crisis hídrica: para ese sector el gran problema es la falta de inversión y por lo tanto plantea usar el dinero de Portezuelo del Viento en hacer el trasvase del río Atuel para eficientizar el uso del agua.

Esos productores vitivinícolas proponen un cambio cultural: hay que modificar la entrega de agua por oferta, que es lo que se hace hoy, por la entrega de agua por demanda.

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El presidente de Acovi, Eduardo Sancho, presentó una alternativa para resolver la crisis hídrica: generar un fideicomiso con los fondos de Portezuelo del Viento y hacer el trasvase del río Atuel.

El presidente de Acovi, Eduardo Sancho, presentó una alternativa para resolver la crisis hídrica: generar un fideicomiso con los fondos de Portezuelo del Viento y hacer el trasvase del río Atuel.

La intención de Eduardo Sancho (titular de Acovi) y los cooperativistas es que se conforme por ley un fideicomiso con los fondos de Portezuelo del Viento, las regalías petroleras y energéticas que recibe la provincia, y si fuese necesario sumar fondos nacionales. Para ellos la prioridad de Suarez no debería ser el dique El Baqueano, sino destinar entre 300 y 400 millones de dólares al trasvase del Atuel "que es una obra con la que sí aportamos agua al sistema", sostienen.

Desde Casa de Gobierno se encargaron de recordarles a los cooperativistas que el acuerdo que firmaron en el 2019 el ex presidente Mauricio Macri y Alfredo Cornejo y que se refrendó con una ley que sigue vigente, establece que los fondos de Portezuelo sólo se podrían utilizar en obras hidroeléctricas o hídricas de generación eléctrica, por lo que la obra del trasvase del Atuel no entra en esa categoría.

El rol de Irrigación y su papel en la negociación del plan del agua

El objetivo del Departamento General de Irrigación que lidera Sergio Marinelli para hacer su aporte a la crisis hídrica está puesto en conseguir una mayor eficiencia de riego en las fincas y que se pueda llegar con el recurso a áreas que aún siguen postergadas.

Para eso, desde ese organismo se dedican a definir con precisión cuánta agua necesitará cada hectárea y en qué momento del año, y de hecho ya aplicaron ese estudio en los ríos Tunuyán inferior, en el Diamante, y en el Atuel y avanzan con su aplicación en el río Mendoza.

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Sergio Marinelli, titular de Irrigación, se reunió con productores lavallinos y el intendente Roberto Righi, para buscar en conjunto cómo mejorar la provisión de agua para riego para unas 10.000 hectáreas afectadas por la sequía.

Sergio Marinelli, titular de Irrigación, se reunió con productores lavallinos y el intendente Roberto Righi, para buscar en conjunto cómo mejorar la provisión de agua para riego para unas 10.000 hectáreas afectadas por la sequía.

Precisamente esa cuenca es la que debería proveer de esa agua de riego a lugares más alejados como es el caso de Lavalle. De hecho el intendente Roberto Righi fue el primero que le reclamó a Suarez conocer cómo se involucraría Irrigación en el plan hídrico para asegurarle agua a los productores de su departamento, muchos de los cuales ven cómo la sequía se lleva la producción de sus fincas.

Para responder a ese planteo, este miércoles el mismo Marinelli se reunió con varios productores lavallinos y con el mismo intendente para escuchar los pedidos puntuales. Ellos le marcaron que serían necesarios unos 44 millones de dólares para mejorar el traslado de agua de las redes terciarias, de canales e hijuelas, y así poder regar cerca de 10.000 hectáreas.

Marinelli se llevó el pedido y les adelantó que trabaja en un proyecto de ley para garantizar el financiamiento de las obras de riego. Al parecer de esa reunión habrían salido acuerdos de continuar trabajando en conjunto, y ese principio de acuerdo podría ser la puerta para que los legisladores lavallinos avalen el avance del plan hídrico de Suarez.

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