el-video-la-rosadita.jpg
El hijo de Lázaro Báez, Martín Báez, contando millones de dólares en la financiera ilegal La Rosadita. Este video se conoció en el 2016.
La Justicia venía malparida. Durante tres de los cuatro gobiernos kirchneristas, si algo lograron Cristina y antes Néstor Kirchner, fue instalar la idea de que hay un “Partido Judicial” que respondía a poderosos algo difusos, que podían ser un día los medios, otro día el gobierno de Estados Unidos, al siguiente el campo, o “la derecha”, o el “liberalismo salvaje”, o los que querían comprar dólares para ahorrar, o importar insumos. Una exageración del relato que durante algún tiempo sirvió para mantener engañada a una parte importante de la población, que votó cuatro gobiernos kirchneristas en los últimos 22 años. Gobiernos que dejaron la economía destrozada, además de la estela de corrupción.
Cristina Kirchner, algo habrás hecho...
Cristina no puede ser inocente de todo. Vimos los bolsos, los fajos de billetes termosellados en “La Rosadita”, la Ruta del Dinero K, los casos de Amado Boudou, Ricardo Jaime, Julio De Vido, Lázaro Báez, la bolsa de Felisa Miceli escondida en el baño, Milagro Sala, Ricardo Etchegaray, los ex gobernadores José Alperovich y Sergio Uribarri. Y para no dejarlos afuera en esta “selección” y en el plano doméstico, los ex intendentes mendocinos peronistas Luis Lobos y Sergio Salgado, ambos cumpliendo penas de prisión. La corrupción kirchnerista fue sistémica.
Sin embargo, es cierto que hubo fallos vergonzantes en la justicia argentina de los últimos años. Existieron papelones muy mediáticos como el primer juicio por el crimen de María Soledad Morales en Catamarca, el caso María Marta Belsunce, y más acá en el tiempo: la desaparición del pequeño Loan en Corrientes, o el escándalo de la jueza Julieta Makintach en el juicio por la muerte de Maradona. Sólo por mencionar cuatro casos, de decenas en todos los fueros del país.
Hay que anotar además criterios divergentes respecto de dos políticos conocidos que recibieron condenas desde 1983. Lo recordó Carlos Pagni esta semana. Raúl “Tato” Romero Feris no pudo ser candidato a gobernador en Corrientes porque estaba preso (condena confirmada en segunda instancia, sin fallo de la Corte), pero sí pudo serlo Carlos Menem, en la misma circunstancia.
Anillo de Menem que fue denunciado como robado.jpg
Carlos Menem pudo ser candidato a pesar de tener una condena en firme en segunda instancia, pero sin fallo de la Corte.
No será candidata
El fallo sobre Cristina no admite dudas: triple conforme, la condena no deja lugar a objeción. No será candidata.
Ahora, y sin ningún ánimo de trazar paralelos entre los condenados, desde el Juicio a las Juntas en 1985 que la justicia argentina no producía un fallo histórico y ejemplar.
Lo primero es dato: nunca antes un presidente argentino estuvo preso con una condena firme por corrupción. Sí hubo algunos jefes de Estado detenidos por golpes militares -la más reciente fue María Estela Martínez de Perón- o estuvieron en prisión domiciliaria, como Carlos Menem en 2001 por el tráfico de armas a Ecuador y Croacia, por unos meses.
Lo de “ejemplar” es opinión. Significa que la justicia existe y puede actuar en un caso de corrupción contra una persona muy poderosa de la política, por mucho peso específico que tenga. Ahora le tocó a Cristina, como antes a su vicepresidente Amado Boudou, por el famoso caso de la ex Ciccone calcográfica, la máquina de imprimir billetes. Rara coincidencia. La ex presidenta y su ex vice, atravesando ambos condenas por corrupción. No debe haber muchos casos en el mundo.
Ley pareja
Hay justicia. Buena, mala, venal, militante y partidaria (como en su momento los jueces K y la agrupación Justicia Legítima), influenciable, corrupta en algún caso, nepotista, pero de vez en cuando alguien recuerda que no se puede llegar al fondo del tarro de la vergüenza. Ello habría sucedido si la Corte decidía “pasar de largo” el fallo del tribunal de Casación y le permitía a Cristina ser candidata. ¿Qué sentido habrían tenido 17 años transcurridos desde la primera denuncia, la investigación y los juicios, si la señora que fue hallada responsable del fraude cometido por una banda criminal, podía presentarse a las urnas sin más?
La Corte Suprema, le guste o no a quien sea, ha demostrado que todos somos iguales ante la ley: Cristina Fernández de Kirchner, Luis Lobos, o Carlos Javier Estrada, el delincuente ahora preso que produjo el robo violento a un drugstore en Godoy Cruz.
Sin coronita. Para nadie.