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El edificio del Ministerio Público Fiscal donde ocurrieron los robos.
La acusación sostiene que con este modus operandi sustrajo al menos 22 teléfonos celulares y $196.000 que estaban guardados en distintos muebles en los despachos, ya que eran secuestros de causas judiciales de robos. Luego los vendió y los repartió entre conocidos y familiares suyos, por lo que hay 10 personas que también están imputadas por encubrimiento por receptación dolosa, aunque quedaron libres ya que arriesgan de 6 meses a 3 años de prisión.
Los múltiples robos de celulares en el Polo Judicial
Este viernes, la jueza Natacha Cabeza le dictó la prisión preventiva a Walter Morán, tal como había pedido la fiscal que lidera el caso, Andrea Lazo. El empleado de limpieza está imputado por 22 hechos de sustracción de objetos probatorios y un hurto simple, por lo que arriesga de 1 a 46 años de cárcel.
La causa se inició tras una denuncia de una secretaria de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos quien fue a buscar uno de los celulares secuestrados en una causa y se dio cuenta del faltante. Desde entonces, se acumularon varias pruebas en contra de Walter Morán.
Por un lado, las escuchas telefónicas y pericias tecnológicas detectaron que el IMEI de los teléfonos celulares robados se volvieron a activar tiempo después de ser sustraídos pero con otros números telefónicos. Incluso en algunos de ellos abrieron perfiles de billeteras virtuales y correos electrónicos a nombre de Walter Morán.
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Los robos ocurrieron en el Polo Judicial Penal.
También se recuperaron varios de los artefactos sustraídos cuando se ordenó una batería de allanamientos el día en que el empleado fue detenido. Muchos de los celulares estaban en su poder en una casa ubicada en el barrio Alas Argentinas, en Las Heras.
En tanto que una cámara de seguridad del Polo Judicial filmó al sospechoso entrando a uno de los despachos de los fiscales y luego saliendo con una bolsa de residuos en sus manos, donde se cree que había ocultado el dinero en efectivo que se robó.
Finalmente, varios de las personas que recibieron los celulares declararon que se lo compraron a un hombre que coincide con la descripción física de Walter Morán.
En la audiencia de prisión preventiva, la defensa del hombre no discutió las pruebas de los robos pero pidió que recupere su libertad ya que se trata de un delito excarcelable en sus pena mínima, no tiene antecedentes penales y tiene arraigo domiciliario y laboral. Todos estos argumentos fueron desechados por al jueza que ordenó que Walter Morán siga alojado en la cárcel