"Llevo mucho tiempo esperando esta historia. Dejaron a los culpables en libertad y mi familia vive en el mismo barrio que esa mujer. Siempre pienso en que les pueda pasar algo. Ella pudo pasar Navidades y cumpleaños con su familia y yo privado de mi libertad", señaló Prádenas.
Marta Reina y Ramón Duarte, acusados por la muerte de Micaela Reina (11)
Marta Reina y Ramón Duarte volverán a ser juzgados, pero siguen libres.
Luego apuntó contra la Justicia asegurando que "me hizo un gran daño psicológico y moral. Esperé 15 años para que me digan 'no tenés nada, te vas en libertad'. Justo para el Día de los Inocentes, como si fuera una broma de Videomatch. Hubiera preferido que me fusilen. Y pido Justicia por Micaela".
El hombre, que hace 15 años era empleado de seguridad privada, ahora está sin trabajo ni vivienda: "Tengo que buscarme donde irme a vivir y tener plata para mis gastos. Estoy en situación de calle". De hecho, acepta cualquier tipo de colaboración y para comunicarse con él hay que hacerlo al 2615385410.
Crimen en Guaymallén
El 17 de mayo de 2007 encontraron el cadáver de Micaela Reina en un piletón de una bodega abandonada en calle Sarmiento. Los forenses determinaron que la pequeña de 11 años murió asfixiada y, además, había sido abusada sexualmente.
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Micaela Reina tenía 11 años cuando fue violada y asesinada.
Su madre, Marta Reina, encabezó los pedidos de Justicia por el crimen en Guaymallén que se replicaron en distintos medios. Su discurso fue claro: apuntó contra su expareja y padre de la víctima, Alejandro Prádenas.
La investigación estuvo plagada de contradicciones, pero así y todo el hombre llegó a juicio en 2009, imputado por privación de la libertad agravada. Fue condenado a 6 años de prisión, pero como estaba libre siguió en las calles ya que el fallo no quedó firme: fue apelado por sus abogados. Un año después, la Suprema Corte de Justicia le dio un cachetazo. Agravó su pena a 15 años de cárcel por abandono de personas seguido de muerte. Prádenas debía caer detenido, pero escapó y quedó prófugo
Mientras las autoridades trataban de dar con su paradero, el entonces fiscal especial Santiago Garay comenzó una pesquisa con otra línea totalmente distinta. Apuntó contra Marta Reina y Osvaldo Ramón Duarte, con quien supo estar casada. Esta última línea investigativa tiene pruebas importantes: un ADN de Duarte que se halló en la ropa que tenía puesto el cadáver, la propia confesión del padrastro sobre los abusos contra la niña, el testimonio de una prima de Marta Reina quien aseguró que a la mujer "se le fue de las manos lo de prostituir a Micaela" y además varias contradicciones en sus distintas declaraciones que ha prestado la madre de la menor. Sin embargo, los jueces Gabriela Urciuolo, Agustín Chacón y María Alejandra Mauricio terminaron absolviendo a ambos en 2014.
En abril de 2017, el padre biológico de Micaela fue capturado en la Quinta Sección de Ciudad y pasó a cumplir la condena en su contra. En octubre pasado, la Suprema Corte ratificó la sentencia condenatoria. Pero un año antes, el mismo Tribunal de Justicia había ordenado realizar un nuevo juicio contra Reina y Duarte, quienes arriesgan una condena de prisión perpetua.
