Abigail Páez es una de las dos mujeres detenidas por el asesinato de Lucio Dupuy, el chico de 5 años de La Pampa, que murió a golpes pero que antes habría sido torturado por su madre, Magdalena Espósito Valenti y su pareja, Páez.
Abigail Páez es una de las dos mujeres detenidas por el asesinato de Lucio Dupuy, el chico de 5 años de La Pampa, que murió a golpes pero que antes habría sido torturado por su madre, Magdalena Espósito Valenti y su pareja, Páez.
En su cuenta de Twitter, la pareja de la madre demostró en varias ocasiones que la presencia del niño le molestaba y no tenía problemas en mostrarlo en las redes sociales.
Para el día de la madre, la mujer puso en su cuenta de Twitter: "NO TENGAN HIJOS SI REALMENTE NO LO DESEEAN O NO LO PLANEAN COMO UNA GRAN META O COMO LO MAS IMPORTANTE EN SUS VIDAS!! NO TRAIGAN PIBES AL MUNDO PARA SUFRIR LA CONCHA DE SU PUTA MADRE", afirmó.
En su cuenta, la mujer también se muestra en varias fotos con la madre del chico, incluso en una de ellas, Magdalena Espósito se muestra en ropa interior.
En ocasiones, la presencia del niño le ha molestado al punto de pedir algunos días a solas son la madre del chico y en otro tuit, expuso "http://Www.descartandoelpibeparaculiar.com".
El viernes pasado, Abigail Páez llevó a Lucio Dupuy a una posta sanitaria en Santa Rosa, La Pampa. Como nadie se encontraba atendiendo se dirigió a una sede policial. En ese lugar el chico comenzó a tener convulsiones.
Ante la inacción policial, fue un joven de 20 años el que practicó RCP y una mujer lo llevó al hospital pero ya era tarde, el chico ingresó muerto.
En un primer momento, la mujer aseguró que les habían entrado a robar y en medio de todo, el chico se había caído. Cuando los médicos revisaron el cuerpo de Lucio encontraron golpes y marcas de quemaduras con cigarrillos. También lo habían mordio.
Christian Dupuy, el padre de Lucio, se mostró muy quebrado tras la muerte del chico y le pidió perdón por no haber podido salvarlo.
"Perdoname por no hacer nada", escribió Christian en sus redes sociales y añadió: "A sólo pocas horas de tu entierro en ese lugar que siempre tanto escalofríos me dio para que tu cuerpito en paz descanse, con lágrimas en los ojos sin fuerzas y sin poder haber pegado un ojo, mirando al pasillo para ver si te veía, dejando mi mano extendida para ver si me tocabas, buscando explicaciones, pensando si todo esto es verdad, torturándome con tu imagen en ese cajoncito, y pidiéndole respuestas a Dios".