Comienza a cerrarse el caso

Abusaban sexualmente de niños en un jardín: les dieron 13 años de cárcel

A más de dos años de que se conociera lo que pasaba, el caso del jardín de infantes Patito Feo comienza a llegar a su fin
Por UNO

La directora del jardín Patito Feo y su hija, maestra de este establecimiento de Buenos Aires, que funcionaba sin habilitación, fueron condenadas a 13 años de prisión este viernes. Están acusadas de abuso de menores de cinco y seis años.

Finalmente, las mujeres a cargo del jardín fueron halladas culpables de los delitos de promoción de corrupción de menores y abuso sexual simple. Según trascendió, ambas mujeres -que ya estaban presas- apelarán el fallo.

Ester Magdalena Acosta (57) y Rocío Florencia Pérez (33), quienes son madre e hija y están domiciliadas en la misma dirección en la que funcionaba el establecimiento (Thames1306), son culpables como coautoras de la "promoción de la corrupción de menores agravada por su comisión contra menores de trece años de edad y por persona encargada de educación y guarda", entre 2018 y 2019.

Además, Pérez -que en realidad recibió 13 años y tres meses- también fue identificada como "autora penalmente responsable del delito de abuso sexual simple agravado por su comisión por el encargado de la guarda y de la educación", según consta en el informe. Ese delito data de 2014/2015.

"La Justicia escuchó a los chicos y actuó porque con las pericias y las cámaras (Gesell) se comprobó lo que pasó. Es como darle un cierre a esta historia de terror", expresó Carla Orsini, una de las madres de los menores que fue víctima del repudiable accionar de las condenadas.

En aquel entonces, tanto Acosta como Pérez fueron acusadas por las madres de los nenes y nenas de ejercer maltrato infantil y de obligarlos a participar de juegos sexuales entre ellos.

Las mujeres a cargo del jardín fueron denunciadas por siete familias diferentes y el establecimiento, que funcionó durante 35 años sin habilitación, terminó clausurado. Recién en ese momento, incluso, se comprobó que carecía de los permisos para funcionar, algo que la comunidad escolar desconocía.

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Frente del jardín Patito Feo, que estuvo funcionando clandestinamente durante años.

Frente del jardín Patito Feo, que estuvo funcionando clandestinamente durante años.

"Los obligaban a jugar al ’Sapo Pepe’, que fue algo que los marcó y terminó saliendo a la luz. Les bajaban los pantalones y hacían que se tocaran entre ellos, que intercambiaran la ropa interior, se rozaran y se hicieran pis entre ellos", detalló Orsini en diálogo con el medio regional Semanario

Las pericias psicológicas y las pruebas físicas a los menores confirmaron que esos manejos realmente existieron y que esas prácticas a las que fueron sometidos los chicos y chicas afectaron considerablemente su maduración sexual.

"El daño psicológico no va a sanar nunca. El daño que les hicieron es de por vida. Ellas van a estar 13 años", añadió la joven madre denunciante.

En junio de 2019, otra madre tuvo un intercambio subido de tono con Acosta y decidió consultarle a su hijo si él, en alguna oportunidad, había sido maltratado.

"Me dijo que sí, que lo agarraban del brazo, le tiraban del pelo y le daban la cabeza contra la pared", afirmó.

Cinco días después, la mujer radicó una denuncia por maltrato. Esa charla entre madre e hijo se replicó en otros hogares de los alumnos y las respuestas fueron muy similares, hasta que una mujer se sumó al grupo de denunciantes con un caso mucho más grave.

También trascendió que la "seño Rocío" les gritaba en el oído porque quería que se queden sordos, los hacía "tocarse el pito", los empujaba, les daba la cabeza contra la pared y les tapaba la boca.

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