Análisis y opinión

Mendoza se pone manos a la obra con sus planes de inversión

Varios de los proyectos indispensables necesitan aval legislativo para su financiamiento.

La pelota está en la cancha del peronismo: la concreción de las obras prioritarias de la Provincia requieren la aprobación de mayorías especiales en la Legislatura para la toma de deuda.

La inversión pública en proyectos que mejoran la vida de la población, que quedan para otras generaciones y que multiplican el trabajo en el presente es lo que deben priorizar las gestiones estatales. En el encuentro anual de la CECIM (Cámara de Constructores Independientes de Mendoza), su presidente, Dalmiro Barbeito, puso énfasis en señalar que "la inversión pública no puede ser una moneda de negociación" e instó a un "acuerdo legislativo que apruebe el financiamiento y endeudamiento de grandes obras públicas".

Nada de esto refiere al gasto corriente, ni a saldar el déficit de gobiernos irresponsables, ni a financiar el despilfarro, sino a la necesidad de solventar el desarrollo: "Nuestra Provincia necesita de toda la infraestructura para ser competitiva y eficiente, con el fin de adaptarse a los nuevos desafíos", señala el dirigente empresarial, quien también hizo hincapié en que se destrabe rápidamente el uso de los fondos de Portezuelo, que servirían para paliar los índices de pobreza y enfrentar la sequía que está afectando a todo el territorio provincial.

La situación climática, inexorablemente, determina una disponibilidad de agua más escasa en cada temporada. No hay mucho que esperar para enfrentar el fenómeno y avanzar en planes de eficiencia en su uso, ya sea de consumo domiciliario o riego agrícola, lo cual requiere de financiamiento.

El convenio vigente con la Nación determina que los fondos, producto del pleito por la extensión de la promoción industrial que hizo por decreto Carlos Menem, deben aplicarse a la generación hidroeléctrica. Pero mientras ese asunto se destrabe, se apliquen parcialmente a El Baqueano, o al trasvase del río Grande al Atuel -como propone Acovi-, u otras obras, es indispensable que la Provincia se aboque a la ejecución de su plan de obras hídricas.

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Por un lado, avanza Irrigación con sus planes para hacer más eficiente todo el sistema de distribución y utilización del agua, con inversión, tecnología y cambio de paradigma que priorice la demanda y no la oferta, como ha sido hasta ahora. Complementariamente, Aysam y los municipios prestadores del servicio -Maipú y Luján- han diseñado sus proyectos para el servicio vital.

La empresa provincial de agua y saneamiento pretende avanzar con una nueva planta potabilizadora en Álvarez Condarco, con nuevos acueductos, y con el reemplazo de parte de la red de distribución obsoleta. Y propone dotar del servicio a zonas del piedemonte -de Luján a Las Heras- y otras que actualmente están desaprovechadas en manchones urbanos del llano. A su vez, busca trabajar en el menor consumo con la colocación estratégica de dispositivos de telemedición. Es un proyecto ambicioso que requiere el financiamiento para mejorar ostensiblemente el servicio de agua potable para gran parte de la población, que requiere aprobación legislativa para su financiación.

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La colocación de aparatos telemedición es una de las estrategias de Aysam.

La colocación de aparatos telemedición es una de las estrategias de Aysam.

El tratamiento parlamentario también deberá contemplar los requerimientos de los intendentes Matías Stevanato y Sebastián Bragagnolo, quienes tienen a su cargo parte del servicio, y los planes planteados por Roberto Righi, jefe comunal de Lavalle, una de las zonas más castigadas por las sequías. Al mismo tiempo, el beneficio alcanzaría a todo el Gran Mendoza.

El gobernador ha puesto como prioridad de su gobierno el plan hídrico y, al presentar el Presupuesto 2023, sostuvo que se está buscando darle una solución a la escasez de agua para uso humano, lo que implica una inversión de 200 millones de dólares. "El objetivo es que en 40 años se saque la misma cantidad de agua del río Mendoza que se saca en este momento, más allá del crecimiento de la población", definió Rodolfo Suarez.

El titular de Aysam, Alejandro Gallego, precisa que el objetivo es mantener los 7,3 metros cúbicos por segundo, que es lo que actualmente se obtiene del río Mendoza. "Muchas veces esas obras no se ven pero hacen al presente y a las generaciones futuras. Pensar para que la Provincia sea habitable en el futuro. El agua no entiende de límites ideales. Tenemos que hacer un abordaje integral para una problemática muy seria como es la falta de presión del agua", dijeron cuando presentaron el proyecto.

"Este proyecto está en un contexto de inversión histórica de Aysam. Hoy tenemos proyectos en ejecución o licitación por 150 millones de dólares financiados con el presupuesto provincial o por convenios nacionales firmados con Enhosa. Esto que proyectamos es un salto muy grande", acotó Gallego.

Desde el oficialismo consideran, esperanzados, que el financiamiento para estas obras urgentes y estratégicas en el marco del Plan Director del Agua Potable no debería tener trabas en la Legislatura, atento a que muchos de los proyectos también son valorados y priorizados por los intendentes de la oposición que tienen la responsabilidad de gestionar.

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La ampliación de la red del Metrotranvía tiene objeciones del PJ.

La ampliación de la red del Metrotranvía tiene objeciones del PJ.

En cuanto a la toma de deuda para avanzar en la doble vía del Este y el Acueducto Monte Comán-La Horqueta, tampoco debería tener inconvenientes con los procesos licitatorios en marcha. Lo que estaría más complicado es la ampliación de red del Metrotranvía hacia Luján y hacia el aeropuerto El Plumerillo. Voceros del justicialismo indicaron que este proyecto debe ejecutarse con fondos corrientes del presupuesto.

En general hay optimismo respecto de la aprobación legislativa de los proyectos. Sin embargo en las bancadas oficialistas están prevenidos a los palos en la rueda que puedan poner los legisladores que responden a La Cámpora, lo que no dejan de ser conjeturas que surgen cuando todavía no se llega al debate de fondo en la Legislatura.

La mirada de los constructores

El plan de inversión pública presentado por el Gobierno para el 2023 alcanza el 14% del presupuesto, todo un récord en los ejercicios de los últimos tiempos. Se contempla un 32% para rutas provinciales, 14% para edificios escolares, 9 % para hospitales y centros de salud, 9 % para vivienda, entre otras obras.

Las pymes constructoras destacan la ejecución de la obra pública que se viene realizando post pandemia y hacen "especial mención al plan de obras del presupuesto 2022 y 2023, sobre todo, en obras de viviendas ejecutadas por el IPV y un gran plan de obras de saneamiento ejecutadas por parte de Aysam", afirmó Barbeito en el cena de la CECIM. "Debemos ejecutar las obras de saneamiento de la obra pública que hacen falta para el desarrollo de Mendoza. Es una materia pendiente que ha tenido la Provincia en los últimos 30 años", sostuvo.

A todo esto, las empresas constructoras tienen su propia problemática. Si bien las pymes del sector poseen estructuras "dinámicas, especializadas y competitivas, dotadas de excelente recurso humano en la provincia", existe una realidad financiera acuciante: "La inflación hace estragos en nuestros contratos. Es primordial acortar los plazos de cobro de los certificados de obra y hay que adaptar los sistemas administrativos de pago a la nueva realidad", reclamó el titular de la CECIM.

Se trata de una corrección que está en manos de los funcionarios provinciales, pero la cuestión de fondo, el drama de la inflación que golpea a los consumidores y distorsiona todas las previsiones, es un factor que sólo la política nacional puede corregir. Mientras tanto, la Provincia debe poner manos a la obra, con el compromiso del oficialismo y la oposición.

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