Análisis y opinión

Cómo la ve Javier Milei al cumplir su primer año de gestión

El estilo libertario se caracteriza por sobreestimar logros parciales e ignorar la columna del debe, capitalizando el recuerdo a flor de piel de los fracasos anteriores

"Hola mandriles", escribe el Presidente por twitter, cual grito de guerra, cada vez que festeja algo logrado por su gobierno. La piedra basal de todo es el superávit financiero, un objetivo que viene logrando desde los albores de su asunción, ya a punto de cumplir el primer año. Sobre esa base edifica todo lo demás, sin importar a costa de qué sacrificio ni de quiénes sean las víctimas del ajuste desigual.

Mejor dicho, sí tienen blancos selectivos. Esta semana han eliminado beneficios de remedios del PAMI de uso extendido y han pasado medicamentos de consumo popular a venta libre para no realizar descuentos. "No creo que los jubilados se mueran por esto", dijo un diputado de La libertad Avanza, con una insensibilidad difícil de digerir.

Con medidas semejantes, cabría ensayar una explicación que ayude a comprender en qué reside el apoyo que conserva el Presidente. Quizás una respuesta plausible habría que buscarla en tantos años de decadencia provocada por gente que en nombre del Estado se ha enriquecido a costa de empobrecer al pueblo argentino.

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La inflación baja, según el INDEC. Pero la plata no alcanza

La inflación baja, según el INDEC. Pero la plata no alcanza

Según las encuestas, en la actualidad la inflación ya no está encabezando las principales preocupaciones, sino un problema que se le emparenta: la plata no alcanza para llegar a fin de mes.

La cruel inflación, que ha sido alimentada por el gasto exacerbado, siempre fue un recurso para disimular el desbarajuste y ocultar la corruptela extendida.

El aumento irrefrenable de los precios es un mal endémico fogoneado por la irresponsabilidad de las politicas electoralistas y demagógicas. La escandalosa emisión del trinomio Fernández-Fernández-Massa no les sirvió para garantizar la continuidad de uno de los pésimos gobiernos de la democracia. Por el contrario, lo que provocó es la multiplicación de pobres, quienes paradójicamente le han dado el oxígeno que necesitaba Javier Milei para llegar a esta altura con índices apreciables de popularidad.

Así, Milei aparece como una suerte de justiciero contra los personeros del mal, o sea, la "casta", a cambio del sacrificio que implica el ajuste. No obstante, las consecuencias inmediatas distan mucho de afectar al establishment político sino a asalariados estatales, a la masa de trabajadores que han perdido sus empleos, y a los jubilados.

Los Caputo, Sturzenegger y compañía sacan pecho con los resultados financieros y alardean con una economía que, en verdad, no termina de despegar. Tanta jactancia en vano contrasta con la realidad palpable, en la que las empresas pequeñas y medianas están esperando medidas que siguen demoradas.

El Observatorio Social de la Deuda, perteneciente a la UCA, advierte una leve mejoría sobre el primer semestre, pero con la mitad de la población y el 65% de los niños sumidos en la pobreza. Otro dato elocuente que caracteriza la época: el 35% de las personas con empleo también es pobre. Con tales indicadores, voceros de la institución señalan que a la par de estabilizar la macroeconomía, se hace necesario proyectar un desarrollo con mayor productividad, empleo de calidad, e inclusión, y un cambio radical en el sistema de seguridad social.

El equipo económico suele repetir a coro que la recesión quedó atrás hace meses. Sin embargo, la actividad muestra signos preocupantes, ya que la industria volvió a caer 0,8% en octubre respecto de septiembre. En cuanto a la construcción, el 4% de caída de un mes al otro no sorprende con un gobierno que ve al demonio detrás de la inversión pública.

De cualquier manera, además de la desinflación, el mercado cambiario en calma es un bálsamo para los consumidores que tienen la experiencia fresca de que detrás de cada aumento de la divisa se gatilla un incremento exponencial de los precios.

El oficialismo celebra cada logro, parcial por cierto, como un gol en la cara de los rivales, lo que se convierte en una ofensa para todos los que han padecido uno y otro gobierno, y actualmente también la siguen pasando mal.

Lo irrefutable, a favor del gobierno, es la baja dramática de la inflación, un flagelo que azota al país desde hace varias décadas. Eso no se lo quita nadie a Milei, al igual que el superávit que vino a establecer como nuevo paradigma económico.

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El senador nacional de Entre Ríos Kueider está con arresto domiciliario en Paraguay por la causa por supuesto contrabando de dinero.

El senador nacional de Entre Ríos Kueider está con arresto domiciliario en Paraguay por la causa por supuesto contrabando de dinero.

La puja por la caja

Con los nuevos vientos, ya no será el desorden macroeconómico lo que se utilice como herramienta para el manejo opaco de los fondos públicos y para la transferencia de ingresos de la mayoría de la población al capital especulativo. Ahora el recurso es gobernar sin presupuesto de espaldas al Congreso y a las provincias. "No vale la pena aprobarlo si corre riesgo el ancla fiscal", se excusa Luis Caputo sobre la ley que el gobierno se ha negado a tratar, pese a las recomendaciones en contrario de los sectores dialoguistas.

Socavar el sistema republicano propiciando la discrecionalidad no es el camino buscado por la mayoría que votó por el cambio. Tampoco lo es negociar con el kirchnerismo por debajo de la mesa temas como la Ley de Ficha Limpia, el nombramiento del juez Ariel Lijo y otros asuntos, dando aliento a la vieja política que se prometía dejar atrás.

Embriagado por los resultados del pragmatismo, Milei habría perdido de vista, riesgosamente, la opinión de sus votantes que también requieren un cambio de raíz en las conductas políticas.

El juego en el barro ha dado lugar a que los máximos referentes de ambos bandos se tiren por la cabeza el padrinazgo del delincuente que integra la Cámara de Senadores, gracias a la boleta de Cristina, aunque a la hora de las votaciones ha jugado sospechosamente para el oficialismo.

La virulencia verbal con la que se pretende tapar los hechos no contribuye a un debate público constructivo y los que se precian de guapos van generando enemigos dispuestos a cocer pacientemente su oportunidad de venganza.

Se trata de una máxima que rige en el pais, como también fronteras afuera, donde el Jefe de Estado argentino busca llamar la atención con el propósito de liderar una mirada particular del mundo. En el ámbito internacional ha logrado sumar aliados y también adversarios, enarbolar la bandera de apertura al libre comercio y, al mismo tiempo, poner al país a contramano de las políticas ambientales y de derechos sociales.

Mientras los indicadores de la macroeconomía lo acompañen, Milei podrá presumir de su capacidad para gobernar, siempre que la población empiece a recibir beneficios que retroalimenten su propia esperanza.

El acompañamiento popular es la base de sustentación para gobernar sin sobresaltos agudos. La experiencia cercana de un gobierno fallido, sumado a los fracasos anteriores, son el combustible para el apoyo al proceso actual.

La estabilización de las variables macroeconómicas, y los incentivos votados en el Congreso promueven las inversiones, y no tan sólo en el sector energético y minero. El cambio de paradigma y el desarme de los inumerables quioscos y negociados en un Estado desordenado, elefantiásico e ineficiente son un aliciente para los esforzados contribuyentes.

El problema es la falta de equilibrio al profesarse una devoción religiosa al mercado, sin reparar en los efectos nocivos. Es cierto que la desregulación destraba madejas burocráticas sin sentido y da lugar a competencias necesarias, pero la eliminación de determinadas normas deja desprotegido al grueso de la población.

Los dogmatismos fanáticos se convierten en un búmeran cuando se desarticulan políticas públicas en detrimento de la salud, la educación, la ciencia, la infraestructura social, la logística, la seguridad, y todas aquellas áreas donde el rol del Estado es insustituible.

Por estos tiempos, un sector mayoritario está dando impulso al gobierno que lidera Javier Milei, y ya está a la vista el año electoral que podría consolidar el proyecto libertario frente a las opciones políticas que huelen a pasado.

Las elecciones de medio término podrían mejorar la composición de las bancadas oficialistas y darle un espaldarazo al proyecto libertario, a menos que el inasequible humor social cambie de parecer. Al cumplirse un año de su mandato, el Presidente debería tener en cuenta que mucho depende de las expectativas que sea capaz de generar, y que nada es para siempre.

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