Análisis y opinión

Con un presente complejo, Mendoza redefine su futuro

El gobierno de Alfredo Cornejo le ha impreso ritmo a la impronta minera y a la ampliación de la matriz productiva

Por su parte, el empresariado mendocino realizó sus respectivos balances en sendas cenas anuales, por un lado de la FEM y por otro de Aderpe dos entidades representativas de la actividad económica de la provincia.

En lo que respecta a la minería, es palpable el cambio de paradigma sobre una actividad que ha estado prácticamente vedada, al menos en el sector metalífero. Hoy es evidente el consenso mayoritario en pos del desarrollo sostenible, en el entendimiento de que la cordillera ofrece una oportunidad inestimable para la extracción de cobre a gran escala.

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"La minería no es una actividad apta para ansiosos", se apuran en advertir las voces de especialistas en la materia, buscando desinflar las expectativas para que no se genere un desencanto que pudiera resultar contraproducente.

Celso Jaque, intendente de Malargüe, el departamento donde están focalizados los proyectos cupríferos, se encargó de recordar que hay procesos exploratorios que recién han dado sus frutos después de dos décadas de trabajo. Otros de los presentes en el encuentro, quizás con exceso de optimismo, hacían referencia a que en un par de años algún proyecto exploratorio podría avanzar a la fase de explotación. En tanto, todos los entendidos remarcan que según las estadísticas son relativamente pocos los proyectos que logran ponerse en producción.

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Celso Jaque, intendente de Malargüe.

Celso Jaque, intendente de Malargüe.

Con un contexto favorable, Alfredo Cornejo retomó el tema del proyecto minero San Jorge, ubicado en la zona cordillerana perteneciente a Las Heras, que está en condiciones de arrancar con la explotación, previa ratificación legislativa de la DIA. El paso previo a cualquier avance del proceso es contar con la licencia social de la comunidad de Uspallata. Paralelamente, ya se lanzó el proceso para avanzar con otros 29 proyectos en Malargüe Distrito Minero Occidental.

Un denominador común en el que se ha hecho hincapié teniendo en cuenta la experiencia mundial, refiere a las condiciones necesarias para el desarrollo de la minería sostenible. Dadas las potencialidades geológicas de una zona determinada, existen otros requerimientos ineludibles para que un proyecto ofrezca viabilidad.

Se evalúan la institucionalidad y seguridad jurídica, la estabilidad macroeconómica, políticas impositivas, aduaneras, cambiarias, transparencia de la gestión, plexo normativo, provisión energética, capital humano disponible, logística, transporte e infraestructura vial, acceso a tecnologías, financiamiento, licencia social, sustentabilidad ambiental, demanda internacional del mineral, entre otros aspectos.

Parte de la dirigencia política mendocina y el empresariado confían en los avances de aquello que depende de la provincia, y ven con expectativas favorables las transformaciones que está realizando el gobierno nacional.

Un cambio de época significativo: hoy valoran como nunca antes el superávit de las cuentas públicas. Los superávits financiero y de la cuenta corriente, y la balanza energética positiva son hitos ponderados por todos y desde no más que un puñado de meses están fuera de discusión.

Hasta hace menos de un año, el déficit fiscal y la emisión monetaria conformaban unos datos más de las distorsiones macroeconómicas naturalizadas. Mientras, se ponían de relieve otros problemas derivados, a los que se los solía cubrir con parches, pero que invariablemente concluían en la inestabilidad e imprevisibilidad afectando cualquier planificación a mediano o largo plazos.

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Luis Caputo y Javier Milei. El programa económico ofrece luces y sombras y no termina de convencer,

Luis Caputo y Javier Milei. El programa económico ofrece luces y sombras y no termina de convencer,

El debe y el haber

Sin embargo, un programa económico que ofrece luces y sombras no termina de convencer, ni mucho menos alinear, a todos los sectores de la actividad. Esa disparidad en los desempeños sectoriales da lugar a las pujas y estimula legítimos reclamos.

El que está por encima de todos es el de la baja de la presión impositiva. El peso de un Estado "socio" de la actividad privada es disuasivo de la inversión y del emprededurismo, explican los empresarios locales. "No queremos proteccionismo", dicen al unísono, al tiempo que aclaran que necesitan las condiciones básicas para poder competir en un marco de equidad con el mundo.

Esos requisitos contemplan aspectos impositivos, laborales, crediticios, tipo de cambio competitivo, orden y estabilidad macroeconómicos, entre otros.

La baja de la inflación es muy apreciada y ha contribuido a la suba del índice de confianza del Gobierno que elabora la Universidad Torcuato Di Tella. En el caso de Mendoza, destacan tanto el orden fiscal como la calidad institucional a la que también contribuye la oposición.

La Legislatura mendocina ya avanzó en Diputados con la media sanción del presupuesto, mientras la pauta de gastos 2025 de la Nación sigue empantanada en el Congreso, y las sospechas de que al gobierno de Milei no le interesa aprobarla lucen como ciertas.

El hecho irregular de no tener presupuesto por segundo año consecutivo quita previsibilidad, y el manejar a discreción los recursos financieros genera incertidumbre. La forma en que se están negociando el nombramiento de jueces, o el tratamiento del proyecto de Ficha Limpia, o cuestiones como los DNU para repactar condiciones de la deuda, no están ofreciendo el mejor espectáculo hacia el mundo.

Hay que tener presente que la expansión de la matriz productiva no sólo responde a la voluntad política y a las características del ecosistema local, sino que tiene una dependencia estructural de las condiciones macro y también de las señales que llegan a los inversores desde la Nación.