Sociedad anónima
¿Por qué falló la estrategia de Milei en la provincia de Buenos Aires? ¿Podría seguir fallando en otras provincias grandes como en Mendoza? La respuesta final estará en las urnas pero podríamos permitirnos algunas especulaciones previas.
El que gobierna, cuenta con un changüí de la Justicia: no se lo persigue y se le hace la vista gorda cuando aparece algún guiso por grasiento y gordo que parezca. A las pruebas me remito con el escándalo que involucra a la hermana del presidente y que desapareció del mapa al denunciador y a todos sus teléfonos. Raro.
Un socio de todos los gobiernos y a la vez de ninguno cuando se complican sus negocios, el Grupo Clarín, se animó a publicar una encuesta lapidaria para “El Jefe”: casi el 60% de los argentinos preferiría que la secretaria General de la presidencia dé un paso al costado.
El grito cada vez más fuerte
La liga de gobernadores que forman el Grito Federal se vio las caras en Córdoba hace algunas horas ¿Estaría ahí Cornejo con sus correligionarios de Santa Fe y Jujuy si no fuese parte del entramado mileísta?
El anfitrión del cónclave fue el mandamás cordobés Martín Llaryora y la ciudad elegida fue Río Cuarto, una ciudad de alta estima para el ex gobernador José Manuel De la Sota y, por lo tanto, lugar simbólico para un ritual peronista cordobés.
No son pocos los peronistas que sueñan con que algún día Axel Kicillof y Llaryora se junten y empiecen un armado. Se sabe que si esas dos provincias se unen políticamente pueden hacer un desastre.
Soy cordobés
Sin Córdoba, es imposible armar un gobierno no peronista. Paradojas, porque a pesar de ser afiliados peronistas quienes la gobernaron en los últimos años, tanto para la llegada de Mauricio Macri como para la de Javier Milei al poder, Córdoba fue gravitante: sin esa provincia no ganaban.
A su vez, el ex gobernador e influyente dirigente cordobés (también afiliado peronista) Juan Schiaretti salió con los tapones de punta a tratar de ladrón al gobierno nacional por quedarse con los recursos de los Aportes del Tesoro Nacional, más conocidos como ATN.
El argumento de la queja es indiscutible: “Son recursos que nacen en las provincias y deben volver a ellas de manera automática”. Pareciera ser también un argumento muy usado en Mendoza por los gobernadores de todos los tiempos enfrentados en su mayoría con el poder central. Ahora hay cautela por razones obvias.
juan schiaretti
Juan Schiaretti, ex gobernador de Córdoba, criticó al gobierno nacional.
Foto: X Juan Schiaretti
El verso del déficit cero
La Argentina ha quedado anclada y estancada en la idea distorsionada del gasto superfluo en todo y ha entregado así toda voluntad, quimera o sueño de desarrollo e igualdad de oportunidades.
La obsesión del presidente por vetar leyes sensibles para la sociedad, como financiamiento universitario, ley Garrahan y asistencia a la discapacidad, está armando un caldo en una olla a presión que solo Dios sabe cómo terminará.
Milei repite como un mantra que la Argentina debe esperar 30 años para ser próspera. No pareciera muy posible que la gente esté dispuesta a privarse de comprar un poco de carne, un pantalón nuevo o cambiar la bicicleta por los próximos 30 años. La realidad podría haber empezado a mostrarle una foto al presidente que no es ni ahí la que él percibe.
Sin saber para dónde
En ese grado de imprevisibilidad, incertidumbre y riesgo nos encaminamos a una elección de medio término. Debería suceder un desastre de aquí hasta el 26 de octubre para que Milei no tenga el triunfo que tanto necesita -más allá que lo desee seguramente- pero más de uno en el elenco presidencial debe tener los dedos cruzados rogando que ese día llegue ¡ya!
Es una elección en la que Milei irá a matar o morir porque sabe que de esa parada depende su futuro inmediato. La taba se dio vuelta y hoy el presidente debe darle gracias a Dios por haber acordado con algunos socios que podrían salvarle las papas, al revés de lo que se pensaba que él aportaba por su sola imagen. La imagen de un político es un barrilete que puede cruzarse con un cable y caer en el momento menos pensado.
emir felix
Emir Félix se pasea por actos partidarios, uniones vecinales y encuentros cara a cara con productores e industriales.
Foto: X Emir Félix
¿Y por casa?
En Mendoza a Luis Petri no se lo ve muy enchufado con la campaña: pocos mitines, pocos actos, poca militancia que pueda verlo y tocarlo. No está claro si es la estrategia de campaña o el candidato evita el contacto por temor a las preguntas que puedan llegar principalmente de algún periodista o “infiltrado” que logre colarse en sus actividades y lo incomode.
Al revés pareciera ser la estrategia de Emir Félix, que se pasea por actos partidarios, uniones vecinales y encuentros con productores e industriales. En época de virtualidad política, está en el centro del debate si la tecnología y las redes sociales aportan más votos que la militancia y el cara a cara tradicional.
Como ejemplo de éxito político virtual ponen el caso de Milei, un sapo de otro pozo y no de la política que venía a cambiarlo todo promocionándose como odiador de la casta pero que para armar el gobierno se asoció con la familia Menem, les dio ministerios a ex ministros de De la Rúa y acumula varios escándalos que podrían representar –sin más- casos de corrupción pero que capea a fuerza de magistrados que le hacen la segunda. Todo concluye al fin.