El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, descartó el apuro del presidente ucraniano Volodimir Zelenski por concretar una cumbre con Vladimir Putin en suelo europeo. Según Lavrov, la propuesta busca proyectar una imagen constructiva, pero en realidad pretende “evitar el trabajo serio y difícil” necesario para alcanzar una solución sólida a la crisis.
EFE informó que en rueda de prensa junto a su homólogo indio, Lavrov ironizó sobre el pasado de Volodimir Zelenski como comediante y recordó que en 2021 firmó un decreto que prohíbe negociar con Putin, decreto que aún no ha derogado. Aun así, subrayó que Putin está dispuesto a reunirse con él, siempre que los expertos analicen antes todos los temas clave y que quede resuelta la “legitimidad” de quien firme futuros acuerdos en nombre de Ucrania.
Rusia cuestiona a Volodimir Zelenski
Lavrov volvió a cuestionar la permanencia de Volodimir Zelenski en la presidencia, ya que, según Moscú, su mandato terminó en mayo de 2024 pese al estado de guerra. Para el Kremlin, el gobierno de Kiev es un “régimen neonazi” que no busca un acuerdo justo ni duradero.
Volodimir Zelenski insistió en que los asuntos políticos y territoriales solo pueden resolverse en una cumbre bilateral con Vladimir Putin, que debería celebrarse en un país europeo neutral como Suiza, Austria o Turquía. “Sería justo que la reunión ocurriera en Europa neutral, porque la guerra se libra en nuestro continente”, afirmó en declaraciones citadas por Ukrinform.
Tras la reciente cumbre en Alaska entre Zelenski, líderes europeos y Donald Trump, el presidente de Estados Unidos aseguró que ya comenzó a organizar un encuentro directo entre Putin y su par ucraniano.
Garantías de seguridad y disputa con Occidente
Respecto a las garantías de seguridad colectivas, Lavrov sostuvo que Moscú solo las respaldará si incluyen los intereses de Rusia, que exige una Ucrania neutral y sin armas nucleares. Consideró inaceptable que países europeos planeen desplegar tropas en territorio ucraniano, ya que eso equivaldría a “una intervención militar directa”.
Además, rechazó la política de contención defendida por líderes europeos en Washington y criticó que las propuestas occidentales ignoren los intereses rusos. Lavrov aseguró que confía en que esas iniciativas fracasen y en que se mantenga el rumbo fijado por Vladimir Putin y el presidente estadounidense tras sus últimos contactos en Alaska.




